Una opción práctica, nutritiva y sin complicaciones para quienes buscan desayunos o snacks saludables es el pastel de avena y calabaza, una receta que puede prepararse en microondas o sartén en menos de diez minutos.
Esta alternativa casera no requiere harinas refinadas ni azúcares añadidos, lo que la convierte en una excelente elección para quienes cuidan su alimentación sin renunciar al sabor.
La base de esta receta combina ingredientes ricos en fibra, antioxidantes y proteína vegetal. La avena aporta carbohidratos complejos que favorecen la saciedad y el tránsito intestinal, mientras que la calabaza ofrece betacarotenos, vitamina A y una textura suave que permite prescindir de aceites o cremas.
Al incorporar huevos, se añade proteína de alta calidad, y el cacao sin azúcar contribuye con antioxidantes naturales y un sabor profundo sin necesidad de endulzantes artificiales.
Para preparar este pastel saludable se necesitan:
- 2 huevos
- 1 taza de harina de avena
- 1 taza de puré de calabaza cocida
- 4 cucharadas de endulzante natural (stevia, monk fruit o dátil molido)
- 2 cucharadas de cacao en polvo sin azúcar
- 1 cucharadita de polvo para hornear
- 1 cucharada de mantequilla de maní o mantequilla sin sal
- 1 cucharada de especias tipo pumpkin pie (canela, jengibre y nuez moscada)
- ¼ taza de chispas de chocolate oscuro (opcional)
La preparación es sencilla: se licúan todos los ingredientes hasta obtener una mezcla homogénea y espesa. Luego se agregan las chispas de chocolate y se mezcla suavemente. Para la cocción en microondas, se vierte la mezcla en un molde de silicona o refractario apto y se cocina durante cuatro minutos a potencia alta.
Se revisa la textura y, si es necesario, se agregan dos minutos más. En sartén, se vierte la mezcla en porciones, se tapa y se cocina a fuego bajo hasta que aparezcan burbujas; se voltea con cuidado y se deja dorar.
Como opción de decoración, se puede mezclar una taza de ricotta con una cucharadita de vainilla y servir sobre el pastel, acompañado de frutas frescas como plátano, fresa o arándanos. Esta combinación aporta calcio, probióticos y un toque de frescura que complementa el perfil nutricional del platillo.
El pastel de avena y calabaza es ideal para quienes buscan recetas funcionales, rápidas y adaptables. Su versatilidad permite sustituir la calabaza por boniato, zanahoria o camote, y ajustar el dulzor según el gusto personal. Además, al no requerir horno, se convierte en una solución accesible para cualquier cocina.
Esta receta es una muestra de cómo ingredientes simples pueden transformarse en preparaciones equilibradas, sabrosas y aptas para toda la familia.
