El presidente Javier Milei participa este sábado en la asunción de Rodrigo Paz Pereira como nuevo jefe de Estado de Bolivia. Viajó acompañado de la secretaria general de la Presidencia, Karina Milei, y del canciller Pablo Quirno.
La llegada de Paz al poder marca el fin de un ciclo de 20 años de gobiernos socialistas en el marco de la peor crisis económica del país vecino en cuatro décadas.
Milei ingresó al Parlamento y fue recibido por legisladores y autoridades que buscaban hablar y sacarse fotos junto a él. Paz Pereira representa un nuevo aliado en la región para Milei luego de dos años de frialdad con el gobierno de Luis Arce, que heredó de Evo Morales, que manejó el poder en Bolivia durante dos décadas.

Para la Casa Rosada y la Cancillería, Paz Pereira representa la posibilidad de una “reconfiguración regional” para cambiar el color político e ideológico de la región. Esto se debe a que, hasta el momento, Milei estuvo en franca minoría.
Se trata de un adversario menos en el Mercosur, donde Luiz Inácio Lula da Silva de Brasil y Yamandú Orsi de Uruguay componen un tándem ideológico del que antes formaba parte Arce.
La agenda del mandatario argentino incluye un breve apartado con el presidente boliviano entrante y la asistencia a la entrega del bastón de mando de Arce a Paz Pereira. Luego, regresará a Buenos Aires.
Furor por @JMilei en el Parlamento Boliviano. Legisladores y autoridades, todos se desesperan por la selfie con el líder argentino. pic.twitter.com/EVnxUsuEtg
— Santiago Oría (@Santiago_Oria) November 8, 2025
La asunción de Paz Pereira
El presidente entrante, de 58 años e hijo del expresidente Jaime Paz, fue recibido por legisladores y delegaciones internacionales con aplausos en el palacio legislativo boliviano en el centro de La Paz.
Su vicepresidente y exoficial de la policía Edmand Lara le tomó juramento. “Dios, familia y patria. ¡Sí, juro!“, expresó. El nuevo mandatario inicia su administración tras ganar el balotaje de octubre con el Partido Demócrata Cristiano. Su llegada cae durante una fuerte crisis económica provocada por la escasez de dólares y de combustibles. Arce había agotado casi todas las reservas de divisas durante su gestión con el objetivo de sostener una política de subsidios universales a la gasolina y al diesel.
Tras asumir la presidencia, Paz Pereira prometió que Bolivia “nunca más estará de espalda al mundo”.
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