El testimonio de Yadi, una mujer que sufrió quemaduras de segundo y tercer grado y pérdida de conocimiento tras dejar su celular cargando junto a su cabeza mientras escuchaba música, ha generado inquietud sobre los riesgos cotidianos asociados al uso de estos dispositivos.
Según su relato, el incidente ocurrió cuando se quedó dormida con el teléfono conectado y apoyado sobre la almohada, una práctica habitual para muchas personas.
La batería del teléfono se recalentó, provocó un cortocircuito y, en cuestión de segundos, tanto el aparato como el cargador explotaron, con consecuencias físicas graves.
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Yadi explicó que, en el momento del accidente, tenía el teléfono en la mano derecha y el cargador en la parte izquierda de la cabeza. La explosión le causó pérdida de conocimiento y lesiones severas.
“Se recalienta la pila, hizo corto interno y en cuestión de segundos se explota el teléfono y explota el cargador”, relató.
Las heridas sufridas evidencian el peligro real de manipular o mantener el celular cerca del cuerpo durante el proceso de carga, especialmente durante el sueño.
Tras el accidente, Yadi decidió compartir su experiencia para advertir a otras personas sobre los riesgos de este hábito.
Reconoció que muchos suelen pensar que situaciones como la suya son improbables o exageradas, pero insistió en que estos accidentes pueden ocurrir.
“No cometas el mismo error. Si conoces a alguien que esté haciendo este tipo de cosas o si de pronto tú mismo haces este tipo de situaciones, ten precaución”, recomendó.

Su mensaje busca generar conciencia sobre la importancia de evitar el uso del teléfono móvil mientras se carga y de no dormir con el dispositivo cerca de la cabeza.
La advertencia de Yadi subraya la necesidad de prestar atención a los riesgos que a menudo se ignoran en la vida diaria. Su experiencia demuestra que la seguridad y la salud pueden verse comprometidas por acciones aparentemente inofensivas, como cargar el teléfono al lado de la cama.
¿Puede explotar un celular por dejarlo cargando toda la noche? Esto advierten expertos
Dejar el celular conectado durante la noche es una práctica extendida entre los usuarios, pero especialistas advierten sobre posibles riesgos para la vida útil de la batería y la integridad física de las personas.
Aunque los dispositivos modernos incorporan sistemas de protección, la exposición prolongada a la corriente eléctrica, especialmente en lugares poco ventilados como bajo la almohada, puede ocasionar sobrecalentamientos y hasta explosiones en casos extremos.
De acuerdo con el blog oficial de Apple, una de las causas principales de la explosión de un móvil está ligada a temperaturas elevadas. Por ello, la compañía recomienda cargar el equipo en un espacio bien ventilado y evitar el contacto directo con la piel, así como no dejarlo enchufado más tiempo del necesario.
“Utilizar el sentido común para evitar situaciones en la que el celular quede conectado a una toma de corriente durante largo tiempo”, señala la firma tecnológica.

Paul Shaw, jefe de investigación de incendios del cuerpo de bomberos de Staffordshire, explicó a The Guardian que no se debe dejar el teléfono debajo de la almohada, ya que esto eleva el calor en la batería y puede derivar en una fuga térmica y posterior explosión, incluso si se emplea el cargador original.
Los expertos coinciden en que el uso de accesorios no certificados y ambientes cerrados o cálidos aumentan el peligro de daños severos.
Según fabricantes como Samsung y Apple, para preservar la batería y evitar accidentes es recomendable mantener el nivel de brillo bajo, cerrar aplicaciones en desuso, actualizar el software, emplear modos de ahorro de energía, desconectar servicios no utilizados y evitar descargas completas frecuentes. Además, sugieren no colocar el dispositivo en sitios calientes y preferir cargadores originales.
