MAR DEL PLATA.– Acá nomás y ya casi a la vista, apenas quede atrás el próximo cambio de quincena, asoma el último fin de semana extralargo de este 2025 que ya empezó a mover reservas de alojamiento para esas cuatro jornadas no laborables consecutivas. Y por la costa atlántica se lo espera como un real termómetro de lo que se podría ver hacia diciembre y, en particular, desde las fiestas de fin de año, cuando se pondrá en marcha lo mejor de una nueva y muy esperada temporada de verano.
Hasta el momento, con mayor o menor conformidad allí según donde se consulte, todavía con sabor a poco. A menos de dos meses del pico de demanda que marca enero hay una amplia oferta de alojamiento disponible y, por sobre todo, mucha inquietud frente a lo que pueda aportar la demanda que ya está en tiempos de acelerar.
Es cierto que se llega a estas fechas después de una cadena de meses cargados de crisis económica y política, dólar en escalada, un flujo fuerte de turismo hacia el exterior, rumores de inestabilidad en el poder, previa de elecciones que arrastraba hasta las peores hipótesis y, por estos días y tras aquel escrutinio, una pausa después de tanto vértigo.

“Cada vez que hubo un repunte del dólar alquilamos muy bien y, a la baja, se planchaba”, cuenta Joaquín Bustillo, referente del grupo Celtis, que dispone de apartamentos con servicios en primera línea de mar de Cariló. “Alquilamos un montón los dos días posteriores a las elecciones”, confirma a LA NACION sobre la incidencia que la paridad cambiaria tuvo para operaciones que esta firma realiza en pesos.
Pedro Marinovic, secretario de la Asociación Empresaria Hotelera de Pinamar, reconoce que todavía el movimiento en el sector “marcha lento” y que está funcionando mejor el segmento más alto; en particular, Cariló.
Las plazas que operan históricamente con precios en dólares son las de perfil más alto y han buscado mantener en buena medida sus valores, sin grandes alteraciones con respecto del verano anterior. Para el caso de Mar del Plata, la sugerencia del Colegio de Martilleros y Corredores Públicos del distrito fue aplicar un aumento interanual no superior al 25% para los contratos en pesos.
“Enero está funcionando muy bien, como casi siempre ha sido para Pinamar, en particular la segunda quincena”, explica Alejandro, de la inmobiliaria Eme Ese, donde lograron una muy buena cantidad de reservas, que asegura un óptimo arranque de año. “Se paró un poco con las elecciones, pero hay consultas”, dijo a LA NACION.
Un chalet o casa de cuatro ambientes con mucho verde cotiza por allí entre 2500 y 4800 dólares la quincena. En el muy reconocido complejo Villa del Mar, con departamentos sobre la playa y amenities, la unidad con tres dormitorios ronda entre 5800 y 7000 dólares por cada mitad de enero.
Ese segmento alto tiene quizá su mayor expresión en Costa Esmeralda, más allá del límite norte del partido de Pinamar. “Altísima es la demanda para fin de año, desde el 26 al 3 de enero”, confirma Francisco Mayol, al frente de Experiencia Costa, que vio también una fuerte demanda para la segunda quincena de 2026 y algo más tranquila la primera. Febrero, aquí y en el resto de la costa, es todavía pura calma.
Reconoce que según la propiedad y para el período más requerido se registraron subas de hasta 20% en dólares con respecto al año pasado. Sobre el ritmo de confirmaciones, sostiene que es muy similar al de misma fecha de 2025 “teniendo en cuenta que muchos esperaron hasta octubre para tomar decisiones”. Las publicaciones en web referidas a este destino ofrecen casas en lotes amplios desde 3500 dólares la quincena.
Silvia Melgarejo, responsable de Constructora del Bosque, advierte en Cariló una demanda sostenida pero tranquila, con lo que poco a poco se van cubriendo los casilleros de las propiedades en alquiler. “También es cierto que vamos a tener muchos propietarios que van a pasar la temporada acá”, dijo a LA NACION y anticipó una “muy buena temporada”. “La segunda quincena de enero se termina de completar más sobre la fecha”, aclaró, y lo relaciona con familias que suelen iniciar el año en otros destinos, en particular Punta del Este.
Bustillo anticipa alquileres de apartamentos con servicios para cuatro personas desde $1.990.000 hasta $4.565.000 por una semana de enero. Estos últimos valores corresponden a unidades con vista al mar. “Son los que primero se alquilan”, confirmó a LA NACION.
El segmento medio
Todo indica que el segmento de clase media/alta estará más o menos a la altura del rendimiento esperado. Las mayores dudas ahora, entre los operadores turísticos, están puestas sobre los restantes perfiles de viajeros que vienen algo más impactados por la economía.
En el segmento medio ya se advirtió, también, un importante desvío hacia la oportunidad que el tipo de cambio abrió para viajar a destinos del exterior cercano. En particular las playas de Brasil, muy demandadas en el transcurso del año y con alto nivel de reservas de turistas argentinos para este verano.

Mar del Plata es el histórico y gran receptor de ese perfil de turista y aquí cruzan los dedos para que las variables en juego deriven en un flujo importante de arribos hacia el destino de veraneo más tradicional y popular del país. Por ahora, según se advierte entre operadores inmobiliarios, abundan consultas y recién se empiezan a mover algo más las reservas.
El gobierno bonaerense acaba de lanzar un plan de incentivo para quienes opten por la costa atlántica. Desde el Banco Provincia propone cuotas sin interés en alojamiento, descuentos de 25% en entretenimiento y otros beneficios.
Las preferencias de los que eligen Mar del Plata vuelven a concentrarse, como en los últimos años, sobre el extremo sur de la periferia, siempre cerca del mar. Más allá del faro continúa un importante crecimiento inmobiliario que acompaña el posicionamiento que logró la zona de Chapadmalal con su mix de playa, entorno casi rural y, poco a poco, mejores servicios de alojamiento y gastronomía. Allí hay mucha casa/contenedor y cabañas coquetas desde los 1200 dólares la quincena.
Es también epicentro de los grupos jóvenes que, en particular y tras la pandemia, tomaron a Mar del Plata como su plan A, B y C de cada verano porque aquí se concentran las mayores propuestas de entretenimiento y, sobre todo, diversión nocturna.
Esta semana se acaban de anunciar las primeras de varias fechas de fiestas electrónicas y recitales. Mute, que con sus DJ internacionales y coloridas fiestas suele poner a bailar sobre la arena hasta casi 20.000 personas de madrugada hasta el amanecer, este 13 de diciembre ya tendrá inauguración con presentación de Cocoon. En un balneario lindero al faro, en el escenario que ahora lleva el nombre de Umano, se confirmaron shows de Las Pastillas del Abuelo, Guasones, El Kuelgue, Ysya y La Vela Puerca.
Así como este fin de semana XL que se viene antes de fin de mes se convertirá en preludio de la temporada, ahora sí con condiciones de tiempo que ofrecen posibilidades plenas de disfrutar de la playa como se debe, el primer fin de semana de diciembre marcará la inauguración real con la apertura de la cartelera teatral. Será el sábado 6 con la primera función de Pretty Woman, el musical que fue uno de los más taquilleros en la Avenida Corrientes.