El Gran Premio de Brasil 2025 en el circuito de Interlagos se caracterizó por un inicio accidentado y varias interrupciones que alteraron el desarrollo de la competencia. La jornada quedó marcada por una serie de incidentes que involucraron a pilotos de renombre y forzaron salidas del coche de seguridad, afectando el desenlace de la carrera y la pugna en el campeonato mundial. El caos se instaló desde los primeros metros del trazado paulista.
El primer incidente relevante ocurrió en la curva inicial, cuando Gabriel Bortoleto, representante local, perdió el control de su monoplaza mientras intentaba adelantar por el exterior a Lance Stroll. El impacto contra las protecciones de seguridad provocó daños considerables y dejó al piloto brasileño fuera de competencia de inmediato.
La dirección de carrera desplegó el Safety Car tras esta colisión, cortando el ritmo de los autos apenas al comenzar el evento. Además de romper la barra de dirección, el coche de Bortoleto sufrió la pérdida completa del alerón delantero debido a la violencia del choque.
Cabe recordar que durante la jornada previa, el propio Bortoletto había protagonizado un escalofriante accidente en la última de las 24 vueltas de la sprint. El piloto de Sauber sufrió un impacto de 57G cuando su monoplaza se estrelló de manera lateral contra las barreras de contención
Mientras los auxiliares retiraban los restos, se produjo otro contacto de alto impacto: Lewis Hamilton chocó contra la parte trasera del Alpine conducido por Franco Colapinto, lo que ocasionó daños en el alerón delantero del SF-25 y obligó a una parada anticipada en boxes para reparaciones. Tras analizar las imágenes, los comisarios de la Federación Internacional del Automóvil (FIA) determinaron que Hamilton fue responsable de la maniobra y le impusieron una penalización de cinco segundos, que se sumó al perjuicio de permanecer rezagado tras la parada obligatoria.
La acción se reanudó brevemente, aunque la calma duró poco. En la siguiente resalida, la competencia volvió a verse envuelta en otro incidente múltiple en la S de Senna, una de las zonas más icónicas del trazado brasileño. Oscar Piastri, Andrea Kimi Antonelli y Charles Leclerc intentaron definir posiciones tras la salida del coche de seguridad, alineándose en paralelo rumbo a la primera curva. La maniobra terminó con un contacto múltiple que dejó fuera de combate a Leclerc, cuyo automóvil terminó sacando chispas tras la pérdida de una rueda que salió volando de la pista.
La investigación atribuyó la responsabilidad principal a Piastri, piloto australiano de McLaren, quien recibió una penalización de diez segundos a cumplir en su primera detención en los boxes. Este contratiempo se sumó a una tendencia negativa para el piloto, que antes había perdido el liderato del campeonato y acumulaba errores, incluido otro accidente durante la carrera sprint del sábado.
El incidente también perjudicó a Charles Leclerc, quien no estuvo involucrado en el contacto directo entre Piastri y Antonelli, pero fue impactado por las consecuencias del accidente. El monegasco debió retirarse en las primeras vueltas, mientras el equipo Ferrari sumaba otro revés, dado que su segundo coche ya había sufrido daños en una acción previa y luego terminó retirándose de pista también.
Estas acciones alteraron la dinámica del Gran Premio en la zona alta de la clasificación, ya que Lando Norris se vio beneficiado, en parte gracias a los abandonos y sanciones a rivales directos. El británico aprovechó la confusión y el liderato provisional, consolidando una distancia crucial para el resto de la carrera.
