Durante todo noviembre, el Hospital Irurzun de Quequén desarrollará acciones educativas para promover el autocuidado y prevenir la diabetes en la comunidad.
En el marco del Día Mundial de la Diabetes, que se conmemora cada 14 de noviembre, el Hospital Irurzun desarrollará durante todo el mes una serie de actividades de concientización y educación sanitaria, con el objetivo de promover el autocuidado y la prevención de una enfermedad que crece sostenidamente tanto a nivel global como en la comunidad local.
La iniciativa es impulsada por el servicio de enfermería y educación diabetológica del hospital, a cargo de la profesional Andrea Medina, quien subrayó la importancia de reforzar el trabajo preventivo:
La diabetes es una patología que aumenta día a día, no sólo en el mundo, sino también en nuestra realidad local. Cada semana recibimos nuevos pacientes, lo que demuestra la necesidad de educar y controlar.
Durante la jornada del 14 de noviembre, el hospital contará con una ornamentación alusiva al Día Mundial de la Diabetes —representado por el color azul—, mientras que todos los lunes del mes se ofrecerán charlas educativas breves en la sala de espera. Los temas abordarán aspectos clave como el cuidado de los pies, la alimentación saludable, el automonitoreo y la correcta aplicación de insulina.
Todo entra primero por los ojos —explicó Medina—. Por eso pensamos en visibilizar la fecha con una ambientación especial y aprovechar la presencia de los pacientes para conversar sobre hábitos saludables. Se trata, fundamentalmente, de educar.
Además de atender a personas con diagnóstico de diabetes, el equipo del Irurzun pone especial énfasis en la prevención en personas con factores de riesgo, como el sedentarismo, el sobrepeso o los antecedentes familiares, que pueden derivar en la aparición de diabetes tipo 2.
La mayoría de los pacientes con diabetes tipo 2 no presentan síntomas durante los primeros años —advirtió la profesional—. Por eso es clave el control periódico y el conocimiento de los signos de alarma, como orinar mucho, tener mucha sed, comer más de lo habitual y, aun así, bajar de peso.
Finalmente, desde el hospital se invitó a toda la comunidad a participar de las actividades y acercarse para recibir información o realizar consultas.
No se trata sólo del paciente, sino también de su entorno: la familia, los compañeros de trabajo, los docentes. Todos pueden ayudar en el acompañamiento y el cuidado, concluyó Medina.

