
La presencia de llagas en la boca representa una incomodidad recurrente tanto en adultos como en niños. Estas lesiones, aunque en muchos casos resultan transitorias, pueden convertirse en una molestia persistente y afectar el bienestar diario. Comprender sus posibles causas y las estrategias para prevenir su aparición ayuda a quienes presentan estas afecciones de forma frecuente, ya que les permite identificar cuándo es conveniente extremar el cuidado o solicitar una evaluación médica especializada.
Esta lesión “de color blanquecino rodeada de un halo más rojizo”, según ha explicado la médica Isabel Viña en uno de sus vídeos de TikTok (@isabelvinabas), tiende a localizarse “en la zona interna del labio inferior”. Más allá de su descripción clínica, la especialista subraya la importancia de conocer “por qué pueden aparecer las llagas en la boca, qué medidas del estilo de vida podemos aplicar para reducir el riesgo de aparición o mejorar en el caso de que ya las tengamos, qué micronutrientes son claves para mantener la salud de la mucosa oral y qué enfermedad puede estar detrás de aquellas personas que, hagan lo que hagan, siguen tenido de manera recurrente llagas en la boca».
Atender al cepillado de dientes para evitar las llagas
Además de no tocarse la boca y los labios con las manos sucias para evitar el contacto con gérmenes, la médica y divulgadora destaca que hay otros hábitos que hay que implementar en el día a día para que no aparezcan llagas con tanta frecuencia. “Sobre todo, no cepillarnos como si nos fuera la vida en ello. Lavarse los dientes, pero no frota que te frota”, recomienda Isabel Viña. Una higiene bucal excesivamente agresiva puede agravar la irritación de la mucosa oral.

La elección de la pasta de dientes también puede marcar la diferencia en personas propensas a desarrollar llagas. “Si tú tienes tendencia a la irritación y a la aparición de llagas, intenta que las pastas de dientes que uses no tengan el compuesto SLS”. El lauril sulfato de sodio es un agente tensioactivo presente en numerosos productos de higiene personal, como pastas de dientes, champús y jabones.
Este compuesto genera espuma y ayuda a eliminar la suciedad, pero en personas sensibles puede causar irritación en la piel o las mucosas, incluida la mucosa oral. Es por ello por lo que Viña recomienda a las “personas predispuestas” a evitar su uso, ya que “puede favorecer que aparezcan o que empeoren las llagas”.
La alimentación: clave en la salud bucal
Tal y como ha señalado la especialista, el papel de la alimentación y los micronutrientes resulta fundamental en la prevención de estas lesiones. “Hierro, vitamina C, vitaminas del grupo B, especialmente B2, B5, B9 y B12”, enumera. Estos son elementos clave para “mantener la salud de la mucosa oral y, por tanto, reducir el riesgo de llagas”.
El hierro y la vitamina B12 participan en la formación de glóbulos rojos y en la oxigenación de los tejidos, lo que favorece la reparación celular. Además, la vitamina C interviene en la producción de colágeno, una proteína fundamental para la integridad de la mucosa. Por su parte, las vitaminas B2, B5 y B9 influyen en distintos procesos metabólicos y en la regeneración de los tejidos, ayudando a reducir el riesgo de lesiones como las llagas. La deficiencia de alguno de estos micronutrientes puede volver más vulnerable la mucosa oral y facilitar la aparición de este tipo de lesiones.
Posibles enfermedades asociadas
Cuando las llagas en la boca se repiten de forma persistente, la médica ha alertado sobre la posibilidad de que exista una patología subyacente. “En cuanto a qué enfermedad puede estar detrás de esas personas que tienen llagas de manera recurrente, estaría la enfermedad de Behçet”, señala Isabel Viña. Esta dolencia, ha precisado, “es una vasculitis inflamatoria que, además de llagas recurrentes en la boca, suele ir acompañada de llagas en las zonas genitales, dolor articular, foliculitis (es decir, como pelitos enquistados) incluso dolor en los ojos u ojos enrojecidos”.
Ante la sospecha de esta enfermedad, la especialista ha instado a buscar atención médica: “Si esto te pasa, consulta a un compañero mío médico para que te haga las pruebas pertinentes y, en el caso de que tuvieras esta enfermedad, tiene un tratamiento”. Para Isabel Viña, “lo importante es” siempre “poner en palabras lo que te sucede”, ya que este síntoma también puede estar asociado a otras dolencias.
