
Un hombre de 39 años fue detenido e imputado por femicidio de Mabel Rosana López Fernández en la Ruta Provincial 13, en la provincia de Neuquén, luego de que la camioneta en la que viajaban cayera por un barranco el domingo. El hecho, inicialmente considerado un accidente, cambió de carátula cuando testigos revelaron que el conductor había discutido violentamente con la víctima minutos antes del siniestro.
El domingo, a unos 10 kilómetros del puente de Kilka, una Nissan Frontier 4×4 blanca se precipitó al vacío. En el vehículo viajaban el conductor, identificado como A. R., su pareja y dos trabajadores del rubro de la construcción.
Según la información recabada por Diario Neuquino, habían partido desde Moquehue rumbo a Zapala, tras compartir la noche anterior en una cabaña junto a los obreros. Durante esa noche, después de consumir alcohol, A. R. golpeó a López Fernández en el rostro y otras partes del cuerpo. La mujer logró escapar de madrugada, fue hallada herida por los trabajadores cerca de la ruta y pidió ayuda, llegando a comunicarse con su hermano para alertar sobre la situación.
Horas más tarde, en la zona de la Aduana, el agresor localizó nuevamente a la víctima y la convenció de subir a la camioneta con la promesa de regresar a Cutral Co. Durante el trayecto, ambos discutieron en guaraní, mientras los acompañantes, ubicados en la parte trasera, escuchaban los gritos de la mujer.
A la altura del puente de Kilka, A. R. detuvo el vehículo y ordenó a los dos trabajadores que descendieran, argumentando que necesitaba hablar a solas con su pareja. Según la Fiscalía, en ese momento “colocó la camioneta en marcha, aceleró y la dirigió deliberadamente hacia el precipicio”, como afirmó la fiscal Laura Pizzipaulo de acuerdo a lo publicado por Diario Neuquino.
El impacto fue devastador: la camioneta cayó de punta y dio varias vueltas antes de quedar destrozada entre las rocas. La víctima, que no llevaba el cinturón de seguridad, salió despedida del habitáculo y fue hallada con múltiples fracturas, aun con vida. Pese a los esfuerzos médicos, murió camino al hospital de Zapala.
El conductor también resultó herido, pero intentó simular ante el personal sanitario que se trataba de un accidente.
La investigación, inicialmente orientada como un accidente de tránsito, cambió de rumbo cuando los testigos relataron la violenta discusión previa y las agresiones sufridas por la mujer.
La fiscal Pizzipaulo imputó a A. R. por homicidio agravado por el vínculo y por mediar violencia de género, solicitando cuatro meses de plazo para completar la investigación.

Durante la audiencia realizada este lunes, la jueza de garantías Bibiana Ojeda aceptó la imputación y dispuso dos meses de prisión preventiva para el acusado, al considerar el riesgo de fuga y la posibilidad de que influya sobre los testigos, uno de los cuales es menor de edad.
La defensa de A. R. sostuvo que no existió intención homicida y que el hecho fue “un accidente” en el que él también resultó lesionado, solicitando la recalificación a “homicidio culposo”. El tribunal, por su parte, rechazó este planteo, respaldando la hipótesis de la Fiscalía, que sostiene que “no fue un accidente ni un impulso momentáneo. Hubo planificación, agresiones previas y una clara intención de matar”.
El caso se inscribe en un contexto de violencia de género sostenida en el tiempo, con antecedentes de agresión física y psicológica. Las pericias mecánicas y los testimonios serán determinantes para reconstruir los últimos minutos antes de la caída.
