CÓRDOBA.- Perpetua. Ese fue el veredicto del jurado popular que decidió la pena del chileno Hernán Felipe Herrera Larenas, acusado del femicidio de Christelle Heredia, la mujer cordobesa de 34 asesinada en esta ciudad en junio de 2024.
El fiscal de Cámara, Mariano Antuña, había pedido esta mañana que lo condenaran a la pena máxima. Mientras, la defensa solicitaba que el ingeniero civil, que tenía antecedentes en su país por violencia de género, debía ser declarado inimputable por insanía y, en consecuencia, internado por orden judicial.
Después del femicidio, la madre del detenido, María Teresa Larenas, dijo sobre su hijo: “Él está diagnosticado con bipolaridad y trastorno de personalidad. No se trata de un monstruo, sino de una persona que está psiquiátricamente enferma”, aseguró.
En el juicio la mujer -que se solidarizó con la familia de la víctima- afirmó que su hijo comenzó a los 16 años con intolerancia a la frustración, lo que le generaba problemas en algunas reuniones o salidas. Dijo que en 2019 y 2020 estuvo internado y que fue diagnosticado por médicos chilenos con “trastorno de ánimo, trastorno bipolar y personalidad obsesiva”. Agregó que tuvo intentos de suicidio.
En esa línea, los abogados de Herrera Larenas sostienen que el trastorno que padece el acusado le impidió comprender y dirigir sus acciones. El peritaje oficial rechaza ese planteo.
La madre del acusado admitió que conocía las amenazas a Christelle y que le habían comprado un pasaje para que regresara a Chile. Aseguró que habló con la joven y le aconsejó que le pidiera ayuda a sus padres y que se alejara.

Herrera Larenas llegó al juicio imputado por homicidio agravado por el vínculo y por mediar violencia de género. También por amenazas y privación ilegítima de la libertad, por un hecho que sucedió con Christelle un mes antes del asesinato.
Los jueces de la Cámara 12° del Crimen de Córdoba y jurados populares llevaron adelante el proceso desde la semana pasada.
“Lo que vivo es un infierno, nos cortó la vida. Este monstruo, esta bestia, nos rompió la vida. Él participaba en nuestras reuniones. Desde ese día todo fue diferente. Mi marido no aguantó más que dos meses y murió, no soportó el dolor”, describió la madre de la víctima en su última intervención en el juicio.
Y en esa línea se preguntó: “¿Por qué no lo detuvieron allá en Chile si tanto mal había hecho? ¿Por qué no lo hicieron antes de que siguiera dañando a la gente? Lo trajeron para acá y siguió haciendo la suya, siempre diciendo ser la persona perfecta”.
Según consta en el dictamen acusatorio, el ingeniero civil chileno mató a Heredia a golpes y a puñaladas en un departamento del barrio General Paz. Cuando los policías, alertados por vecinos, ingresaron en la escena del crimen, él estaba hablando por teléfono con su madre, quien es funcionaria judicial en Chile.
El femicida está detenido en la cárcel de Bouwer. El abogado querellante, Gustavo Franco, precisó que a lo largo del proceso los testimonios dieron cuenta de que el acusado manipulaba a la víctima “de forma psicológica” y “también con situaciones de violencia económica y hasta de violencia física”.
Antecedentes
Familiares y amigas de Heredia habían llevado adelante todo este tiempo una campaña para exigir justicia. “No queremos que maten a ninguna amiga más”, repitieron en los posteos en las redes sociales que abrieron.
Ni ellas ni la familia de Heredia supieron, hasta el momento del femicidio, de los antecedentes penales de Herrera Larenas. En 2011 tuvo problemas judiciales por conducir ebrio; en 2013 protagonizó un altercado con una mujer en una discoteca de Vitacura, a quien le rompió un vaso en la frente; la víctima interpuso una demanda civil.
En el 2021, su novia Jael Bitrán lo denunció por violencia de género, por lo que fue condenado a 250 días de prisión, que nunca cumplió. En febrero de 2023 la jueza Daniel Guerrero dejó sin efecto la orden de detención para que le realizaran un peritaje psicológico y solo mantuvo la orden de no acercarse a la víctima.
