Hay expectativas y valoraciones positivas en el sector agroindustrial tras la reactivación de un espacio histórico de diálogo en el ámbito del Senasa, el Consejo Consultivo, que vuelve a funcionar después de años sin actividad. En una reunión multisectorial realizada en la sede de la Secretaría de Agricultura participaron más de 40 cámaras, asociaciones y federaciones que representan a gran parte del sector.
Durante el encuentro, las autoridades del organismo repasaron las principales acciones del último año y medio, desde la simplificación de trámites y la baja de normas hasta los avances en materia de apertura de mercados y control sanitario. También se anunció la creación de una agenda federal de trabajo, con reuniones nacionales y regionales, y se abrió el espacio a las entidades para escuchar inquietudes y propuestas.
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Si bien el clima general fue de reconocimiento y entusiasmo por la reapertura del diálogo, hubo planteos y consultas sobre cómo funcionará el espacio en adelante, la frecuencia de los encuentros y el alcance real que tendrán las recomendaciones del sector privado.

El encuentro estuvo encabezado por Sergio Iraeta, secretario de Agricultura, y por María Beatriz “Pilu” Giraudo, presidenta del Senasa, junto al vicepresidente Néstor Osacar y el jefe de Gabinete de la Secretaría, Martín Fernández. Desde el sector privado, participaron representantes de la industria alimenticia, la producción animal, la sanidad vegetal, la exportación, la molinería, el comercio exterior, las cooperativas y entidades gremiales.
El presidente de la Cámara Argentina de Empresas de Nutrición Animal (Caena), Juan Pablo Ravazzano, destacó que el encuentro permitió retomar un canal de comunicación con el Senasa que el sector considera clave. “Hacía mucho que no se convocaba este espacio y era necesario volver a tener una mesa donde se puedan discutir temas técnicos y productivos de forma directa”, señaló.
Según explicó, las entidades participantes coincidieron en la importancia de sostener la dinámica del Consejo. “Más que reclamos, hubo consultas sobre cómo va a funcionar el esquema, cada cuánto se van a reunir y qué peso real tendrán las conclusiones que surjan”, contó. “Lo importante es que se aclaró que además del ámbito nacional habrá encuentros regionales, y eso le da una impronta más federal y cercana al territorio», agregó.

Durante la jornada, Giraudo hizo un repaso detallado de la gestión reciente: más de 38 auditorías internacionales realizadas para apertura de mercados, la simplificación de trámites administrativos y la reducción de costos en certificaciones y controles, sin perder rigor técnico.
Desde la industria alimenticia, la presidenta de Copal, Carla Martin Bonito, destacó el valor del relanzamiento, aunque marcó un punto de atención sobre el discurso oficial de desregulación. “Valoramos desde la entidad que se haya retomado el espacio de diálogo intersectorial que promueve dicho Consejo”, señaló. “Pedí se retome el grupo de trabajo que abordaba la agenda de desregulación y simplificación, pero ampliando su mirada más allá de las responsabilidades primarias del Senasa, ya que como sector entendemos que se impulsan iniciativas que involucran otros organismos del sistema nacional de control de alimentos, incluidas las provincias”, dijo.
Martín Bonito se refirió así a los recientes anuncios del Gobierno vinculados a los decretos de desregulación, entre ellos el 790/25, que actualizó el marco regulatorio de los controles sanitarios de importación de alimentos. En una publicación en X, el ministro de Desregulación y Transformación del Estado, Federico Sturzenegger, había señalado que “en estos meses venimos transformando de raíz la industria de alimentos argentina para llevarle productos de mejor calidad y más baratos a los argentinos”, aludiendo a un nuevo esquema que elimina controles de calidad y concentra la fiscalización en aspectos de inocuidad y salubridad.
“Expresé la importancia de la comunicación de las iniciativas de desregulación y expresé preocupación sobre los fundamentos declarados por el ministro en relación con una novedad normativa de simplificación. Dejé en claro que la industria argentina de alimentos y bebidas, se distingue por su calidad, seguridad e innovación, reconocidas tanto en el mercado interno como en los más de 180 destinos a los que exporta”, aclaró Martín Bonito. “Los estándares nacionales —basados en el Código Alimentario Argentino y las normas del Mercosur— garantizan productos de calidad comprobada y elaborados bajo las más exigentes condiciones sanitarias», agregó.
La titular de Copal también remarcó que la agenda de desburocratización que impulsa el sector busca “menor carga administrativa, simplificar y fortalecer el sistema alimentario argentino”, con el objetivo de asegurar condiciones sanitarias y de competencia justas para toda la industria, nacional o extranjera.
El presidente de la Cámara Argentina de Feedlot, Fernando Storni, valoró que se haya generado un ámbito de participación con una lógica de ida y vuelta entre el Estado y los privados. “La idea es que el Consejo funcione como un espacio de comunicación y colaboración mutua, no solo para que los privados planteen inquietudes, sino también para que el Senasa pueda transmitir avances y políticas aprovechando la red que tienen las cámaras”, señaló.
Además, Storni destacó la necesidad de sostener la continuidad del espacio: “Si se mantiene en el tiempo, puede servir para resolver temas con anticipación y mejorar la articulación sanitaria y comercial, que es lo que todos buscamos”, agregó.