Luego de que ayer se conocieran algunos detalles del “Acuerdo sobre Comercio e Inversión Recíprocos” con la Argentina, el presidente de los Estados Unidos, Donald Trump, firmó hoy un decreto que exime de aranceles de importación a productos como la carne, bananas, café y tomates. Lo hizo tras argumentar que hubo un “progreso sustancial” en las negociaciones de acuerdos que llevó adelante el gobierno norteamericano. El beneficio es para todos los países que, como la Argentina, en abril pasado habían quedado con un arancel mínimo del 10%.
En ese momento, la Argentina, que tiene una cuota de 20.000 toneladas para la carne vacuna, pagaba un simbólico arancel de 44 dólares por tonelada que fue elevado al nivel mínimo del 10%. En tanto, por fuera de cuota ya se abonaba un 26,4% de derechos al cual se le sumó en esa oportunidad el 10% extra. La Argentina espera que el nuevo entendimiento comercial suba la cuota a 80.000 toneladas.
Según informó la Casa Blanca, el decreto presidencial determina que algunos productos agrícolas estarán exentos de los aranceles “recíprocos” impuestos este año. En efecto, la “orden ejecutiva” modifica el alcance de los aranceles recíprocos anunciados por primera vez el pasado 2 de abril.
El gobierno de Javier Milei está a la expectativa de que Estados Unidos amplíe la cuota de importación de carne vacuna desde la Argentina.
La Casa Blanca detalló que la decisión de hoy se basa en el “progreso sustancial en las negociaciones comerciales recíprocas”, la demanda interna actual de ciertos productos y la capacidad de producción nacional.

Remarcó que los aranceles recíprocos originales fueron implementados para abordar la “emergencia nacional” de los déficits comerciales persistentes de EE.UU. En ese sentido, la administración citó la conclusión de nueve acuerdos marco, dos acuerdos finales sobre comercio recíproco con Malasia y Camboya y dos acuerdos de inversión con Japón y Corea, como evidencia de estos avances. También mencionaron negociaciones en curso con la Unión Europea, el Reino Unido, Suiza y países de América Latina como la Argentina, Ecuador, El Salvador y Guatemala.
La orden agregó los productos exentos al Anexo II de la Orden Ejecutiva 14257. Los productos que ya no estarán sujetos a aranceles son: café y té, frutas tropicales y zumos de frutas, cacao y especias, banana, naranjas y tomates, carne vacuna y fertilizantes adicionales.
El comunicado argumentó que muchos de estos productos no se cultivan o no producen en cantidades suficientes en Estados Unidos.
Otros productos, como ciertos recursos naturales no disponibles en Estados Unidos, entre los que se encuentran insumos farmacéuticos genéricos y aeronaves, permanecen en una lista de “Ajustes Arancelarios Potenciales” (PTAAP) y podrían ser eximidos en el futuro tras la conclusión de nuevos acuerdos comerciales y de seguridad.
La administración de Trump afirmó que el objetivo de estas políticas es fortalecer la economía y la seguridad nacional, incentivar la producción manufacturera en suelo estadounidense y “defender un sistema de comercio basado en la equidad y la reciprocidad”.

Ayer, la Casa Blanca informó el acuerdo comercial con la Argentina que habilita el ingreso a gran escala de productos agropecuarios de Estados Unidos —ganado bovino vivo, carne aviar, porcinos, lácteos y quesos— y simplifica los registros para carne vacuna, vísceras y derivados. También elimina trabas para los ingresos de las denominaciones en quesos y carnes. Todo esto implica una apertura concreta y detallada del mercado argentino a la producción estadounidense.
Del lado de Estados Unidos, los compromisos son más generales. La única señal clara es la expectativa de que la cuota de carne vacuna argentina suba de 20.000 a 80.000 toneladas, algo que podría sumar US$300 millones en exportaciones. La cadena cárnica es la que ve más chances de ganar: por habilitaciones más ágiles del Senasa, mejores condiciones logísticas y acceso sin restricciones de cortes.
El resto de los sectores mantiene cautela: la soja aparece mencionada de manera genérica, sin medidas concretas; el biodiésel quedó fuera; los cítricos esperan negociaciones y los avícolas y porcinos piden garantías de reciprocidad para no quedar desbalanceados frente a un mercado estadounidense mucho más grande.
