El mercado numismático estadounidense conserva una fascinación particular por las piezas acuñadas en los primeros años de funcionamiento de la Casa de la Moneda. Entre ellas destaca el cuarto de águila de oro de 1797, correspondiente a la serie “Draped Bust Type 2”, un ejemplar de 2.50 dólares que combina una baja tirada, un error de cuño visible, un alto nivel de preservación y un diseño característico.
Por qué es valiosa la moneda de 1797
Esta serie pertenece a una etapa de experimentación en la producción de monedas de oro en Estados Unidos. Después de las primeras emisiones de 1796, que no incluían estrellas en el anverso, se decidió modificar el diseño al incorporar trece estrellas para representar las colonias originales. El modelo se mantuvo en circulación hasta 1807, cuando fue reemplazado por el del busto con gorro de John Reich.

De acuerdo con el Servicio Profesional de Calificación de Monedas (PCGS, por sus siglas en inglés), la producción del cuarto de águila en esa época dependía directamente de los depósitos de oro realizados por particulares en la Casa de la Moneda.
Los propietarios de los lingotes podían solicitar que su metal se acuñara en denominaciones específicas, lo que generaba una fabricación irregular.
Las piezas de US$5 y US$10 eran las más demandadas, mientras que las de US$2.50 se producían en cantidades mucho menores.
En 1797 se acuñaron apenas 427 ejemplares del cuarto de águila “Draped Bust Type 2”, lo que la convierte en una de las monedas más escasas de su denominación.
Según registros numismáticos, sobreviven alrededor de 20 piezas en todo el mundo, de las cuales solo tres se consideran en estado Mint State (sin circular), con una de ellas calificada como MS64 por Numismatic Guaranty Company NGC.
Lo que distingue a esta variante de las demás emisiones de la serie es una rotura visible del troquel que atraviesa desde la letra “Y” de “LIBERTY” hasta las estrellas número 12 y 13 del anverso. Este defecto de acuñación, común a todas las piezas conocidas, se considera una característica de identificación clave y un factor que incrementa su valor histórico.

Cómo identificar una Draped Bust Type 2 de 1797 valiosa
La Draped Bust Type 2 presenta ciertas características fáciles de identificar en una pieza auténtica como:
- Año: 1797.
- Ceca: la Casa de la Moneda de Filadelfia (sin marca de ceca).
- Diseñador: Roberto Escocés.
- Composición: 91,67% de oro y 8,33% de plata y cobre.
- Peso: 4,37 gramos.
- Diámetro: 20 milímetros.
- Anverso: presenta la efigie de la Libertad mirando hacia la derecha, rodeada por 13 estrellas, siete a la izquierda y seis a la derecha, con la palabra “LIBERTY” en la parte superior y la fecha “1797″ centrada en la parte inferior.
- Reverso: muestra un águila heráldica con las alas desplegadas, sosteniendo un haz de flechas y una rama de olivo, junto con el lema “E PLURIBUS UNUM” sobre una cinta que cuelga de su pico. En la parte superior, un grupo de estrellas y nubes corona el diseño, rodeado por la inscripción “UNITED STATES OF AMERICA”.
- Erro de cuño: las piezas conocidas en el mercado tienen en común una grieta visible en el anverso.
Debido a la fragilidad del troquel y a las imperfecciones del proceso de acuñación, muchas piezas presentan marcas de ajuste y abrasiones superficiales.
A pesar de estos detalles, algunos ejemplares muestran una superficie brillante, con ligeras tonalidades doradas y cobrizas que evidencian el tiempo transcurrido y el tipo de conservación.

Cuánto vale la moneda Draped Bust Type 2
El valor de una moneda de 1797 Draped Bust Type 2 depende de factores como la conservación, la intensidad del brillo original y la claridad del diseño. En el mercado actual, un ejemplar con calificación About Uncirculated 58 (AU58) por PCGS fue vendido por US$152.750 en una subasta de Stack’s Bowers.
Otra unidad certificada como MS64, una de las piezas mejor conservadas conocidas, alcanzó un precio de US$276 mil en una venta organizada por Superior Galleries.
No obstante, de acuerdo con la guía de precios de PCGS, las piezas en perfecto estado pueden superar los US$375 mil, debido a la combinación de su escasez y su relevancia histórica dentro de la numismática estadounidense.
La demanda por piezas de oro del siglo XVIII creció entre coleccionistas e inversionistas, impulsada por su limitada disponibilidad y por el interés en los primeros diseños emitidos por la Casa de la Moneda de EE.UU.