
En una carta dirigida al representante de Naciones Unidas, el Gobierno de Venezuela reclamó la “inacción” del secretario general António Guterres y su equipo ante lo que describió como operaciones militares de Estados Unidos en el Caribe. Según consignó el medio Europa Press, la administración de Nicolás Maduro entregó este documento tras denunciar ataques mortales contra embarcaciones en la región y la existencia de amenazas sobre una posible intervención militar extranjera en territorio venezolano. En el escrito, Caracas cuestionó duramente el discurso del portavoz de Guterres, Stéphane Dujarric, al considerar que sus declaraciones carecen de conexión con la realidad y sirven a lo que consideran es una narrativa “belicista”.
De acuerdo con la información publicada por Europa Press, las autoridades venezolanas manifestaron este jueves su rechazo a los mensajes emitidos por Dujarric el día anterior, cuando el vocero llamó a la distensión tanto a Estados Unidos como a Venezuela. El Gobierno venezolano interpretó este llamado como una muestra de parcialidad, señalando que sus declaraciones equivalían a una “grave tergiversación de los hechos y una equiparación inmoral entre el agresor y la víctima”. Maduro enfatizó que el responsable de la agresión no es Venezuela, sino el gobierno estadounidense, y resaltó que no se ha producido ningún despliegue venezolano de recursos o tropas cerca del territorio norteamericano, ni acciones hostiles dirigidas hacia Estados Unidos.
La carta presentada por el Ejecutivo venezolano criticó que el llamamiento de Dujarric se haya dirigido a ambas partes, situación que, en opinión de Caracas, avala la agresión estadounidense. Según reportó Europa Press, Venezuela expresó que esta “falsa igualdad” termina brindando respaldo a las acciones de Washington, a la vez que acusó al portavoz de Naciones Unidas de incumplir su deber de defender el principio de neutralidad e imparcialidad que establece la Carta de la ONU. En el texto oficial, las autoridades venezolanas insistieron en que la postura de la Secretaría General ya no puede considerarse como un descuido, sino como una posición asumida de forma consciente ante la escalada de tensiones.
El gobierno venezolano recordó que había denunciado hechos similares en al menos dos ocasiones anteriores, según detalló Europa Press. Además, argumentó que no existe ningún despliegue militar propio en proximidad al territorio estadounidense, al contrario de lo que, de acuerdo a la versión de Venezuela, realiza Estados Unidos: “No es Venezuela quien lleva a cabo acciones hostiles, maniobras provocadoras e intimidatorias a escasos kilómetros del territorio de Estados Unidos (…) No es Venezuela quien despliega un gran número de recursos militares y tropas (…) quien despliega el portaaviones más grande del mundo a pocos kilómetros del territorio de Estados Unidos (…) quien ha llevado a cabo casi 20 ataques aéreos contra pequeñas embarcaciones pesqueras a pocos kilómetros del territorio de Estados Unidos, en los que más de 70 civiles han sido víctimas de asesinato”, según figura en la misiva.
Europa Press informó que el Ejecutivo de Maduro destacó que el reciente anuncio de un despliegue de 200.000 efectivos militares por parte de Venezuela responde exclusivamente a lo que calificaron como una “amenaza extranjera explícita e inminente”. Las autoridades subrayaron que estas acciones se enmarcan en una estrategia de autoprotección y defensa y no pueden equipararse con el carácter ofensivo que atribuyen a las operaciones de Estados Unidos. En el mismo documento, Caracas reiteró que no está agravando la situación militar en la región.
El ministro de Exteriores de Venezuela, Yván Gil, fue el encargado de anunciar la entrega formal de la carta a la ONU. En dicho escrito, Venezuela solicitó a Naciones Unidas que identifique de forma inequívoca al país agresor y evite lanzar “vagos y simétricos llamados a la desescalada” sin condenar explícitamente el despliegue de fuerzas militares estadounidenses cerca del litoral venezolano. La carta exhortó al organismo internacional y a su representante a que condenen el llamado “provocador despliegue militar estadounidense en el Caribe, frente a las costas de Venezuela”.
Según el reporte de Europa Press, el Gobierno de Nicolás Maduro insistió en que la posición asumida por la Secretaría General de Naciones Unidas contribuye a la narrativa de conflicto promovida por Estados Unidos y solicitó mayor claridad en la identificación del responsable de la tensión militar en la región. Hasta el momento, no se registró una respuesta oficial de la ONU respecto al reclamo presentado por Caracas. Las autoridades venezolanas reiteraron que mantendrán sus demandas en atención al principio de neutralidad e imparcialidad que, en su opinión, debería regir todas las intervenciones y declaraciones de los funcionarios del organismo internacional.
