SANTIAGO, Chile.– Tras su victoria agridulce en la primera vuelta presidencial de Chile, la candidata comunista Jeannette Jara no perdió el tiempo. Lejos de replegarse después de una noche marcada por la sorpresa del estrecho margen –menos de tres puntos– que la separó del candidato del Partido Republicano (PR), José Antonio Kast, este lunes apareció en un acto en un restaurante de La Pintana, acompañada por mujeres lideresas de esa comuna, una de las más pobres y estigmatizadas de Santiago.
La elección del lugar fue un mensaje político en sí mismo. En su entorno repetían que “La Pintana es cábala”: fue allí donde Gabriel Boric realizó su primera aparición pública tras la primera vuelta de 2021, un gesto simbólico que precedió a su triunfo en el balotaje.
Pero Jara necesitará bastante más que una cábala para llegar a La Moneda con los números del domingo (26,85%). Aunque buscó replicar aquel efecto y reforzar su vínculo con los sectores populares, los resultados encendieron una alerta justamente en ese segmento. Un informe de la Universidad del Desarrollo (UDD), “Patrones Comunales de Votación en Presidenciales 2025”, muestra que, pese a su narrativa de arraigo territorial, su peor desempeño se concentró en las comunas de menores ingresos, donde solo alcanzó un 19,38%.
Además, Kast –que sorprendió con un 23,92%– ya cuenta con un respaldo inmediato dentro de su sector. Tanto Johannes Kaiser, del Partido Nacional Libertario (PNL), que obtuvo 13,94%, como Evelyn Matthei, de la Unión Democrática Independiente (UDI), que alcanzó 12,46%, salieron rápidamente a apoyarlo tras conocerse los resultados e incluso subieron al escenario para saludarlo, proyectando una imagen de unidad en la derecha. Entre ambos sumaron un 26,4%, una base que le da a Kast un arranque más sólido de cara al balotaje.
La última esperanza de Jara, en cambio, está en el electorado del populista Franco Parisi, líder del Partido de la Gente, que se convirtió en la gran sorpresa de la jornada con un 19,71%, con un muy buen desempeño en el norte minero. Pero se trata de un voto volátil, disperso y difícil de predecir, sin una inclinación automática hacia ninguno de los dos candidatos.
Desde anoche quedó claro que comienza una verdadera guerra por el electorado de Parisi, un botín decisivo para inclinar la balanza en diciembre. El propio economista, fiel a su estilo, evitó tomar partido: “Tienen que ganarse nuestros votos”, advirtió.
Guiños de Jara a sus exrivales
Aun así, Jara lanzó este lunes señales en múltiples direcciones. En una conferencia con medios –de la que participó LA NACION– elogió propuestas de sus exrivales: destacó las iniciativas de Matthei en salud, valoró las ideas del excandidato independiente Marco Enríquez-Ominami sobre rehabilitación barrial y reconoció los planteamientos de Harold Mayne-Nicholls respecto al fortalecimiento de clubes y organizaciones comunitarias.

Consultada por el rol que podría jugar Parisi en el balotaje, Jara optó por extender la mano: “Valoro su aporte a la política porque da una mirada distinta. No creo que la política funcione trasladando votos; yo voy a trabajar por conquistar a la ciudadanía. Si en algún momento estima pertinente que conversemos o tengamos algún tipo de diálogo, siempre voy a estar disponible”.
Jara también endureció su discurso contra el crimen organizado, uno de los ejes que impulsó a Kast, y aprovechó para marcar diferencias con su rival. Anunció que levantaría el secreto bancario para perseguir a las redes delictivas, en contraste con lo que describió como una mirada limitada del republicano: “Kast solo quiere pillar al microtráfico en la esquina; a mí me gustaría ir por el pez gordo, por el que organiza la mafia”.
Y lanzó un dardo directo a la puesta en escena de su contrincante, marcando la diferencia –según ella– entre “los que de verdad tenemos mano dura” y quienes, afirmó, “lo dicen solo en el discurso detrás de un vidrio blindado”.
Lo que sí llamó la atención fue la dureza con la que se refirió a Boric, de quien intenta tomar distancia. Cuando le preguntaron si le pediría consejos al presidente, Jara no dejó espacio para matices: “El presidente Boric se tiene que dedicar a gobernar”.
A pesar del cuestionado desempeño, aseguró que no hará cambios profundos en su equipo: “Vamos a hacer algunas incorporaciones, pero lo esencial del equipo se mantiene; es un equipo que ha dado resultado”.
Ante una consulta de LA NACION sobre si el impulso regional de la derecha podía afectarla, respondió: “Se ha tratado de instalar un poco esa idea, pero la verdad yo veo en Brasil a Lula (Da Silva) presidente y no tiene nada que ver con (Javier) Milei presidente. Lo que sí sé es que hay varios modelos que se copian, imaginarios que se tratan de construir imitando a otros presidentes, como en el caso del presidente estadounidense Donald Trump. Aquí con una copia, cierto, bien parecida en la puesta en escena, pero es parte de la estrategia que un candidato en particular quiere seguir”.
Y añadió, ampliando su postura: “Yo lo que sí le puedo decir es que soy chilena y me interesa la realidad de Chile. Y mis puestas en escena tienen que ver con Chile y su destino. No con Estados Unidos ni menos con la Argentina de Milei”.
También volvió a mencionar que mantendría “la relación diplomática que corresponda con la Argentina” de llegar a La Moneda, pese a sus diferencias con el presidente libertario.
“La Argentina ha pasado por momentos difíciles que la llevaron a la situación actual, con una ultraderecha desatada. En Chile no es así: tenemos la inflación controlada, salarios reales en alza y una economía reactivándose. Nos faltan cosas, pero vamos a seguir avanzando. Eso es nuestro futuro, es nuestra esperanza y le deseamos lo mismo al pueblo argentino”.
Kast en La Araucanía
Kast, por su parte, movió rápidamente sus fichas. Este lunes viajó a La Araucanía –una de las zonas “más golpeadas por el terrorismo”, según dijo– para reforzar su presencia en un territorio donde ganó con holgura: 32,56%, con Parisi en segundo lugar (20,58%) y Jara tercera (19,60%).
“Necesitamos trabajar juntos, autoridades y ciudadanos, para enfrentar la violencia que afecta a esta zona”, afirmó desde allí y afianzó el mensaje de unidad.
El candidato republicano agradeció el apoyo explícito de los equipos de Matthei y Kaiser y aseguró que su campaña está abierta a quienes quieran sumarse. “Estamos recibiendo a todos los que quieran colaborar en este proyecto de unidad”, señaló. También hizo un llamado a conformar un “gobierno de emergencia”, enfocado en enfrentar las crisis de seguridad y económicas.
“Queremos un país más seguro y justo para todos”, concluyó.
Paralelamente, el Partido Republicano comenzó a ajustar su estrategia con miras al balotaje. Kast estrenó el eslogan “Uno para todos, todos por el cambio”, que reemplaza “La fuerza del cambio”, y nombró a Martín Arrau, ingeniero civil y exmilitante de la UDI, como su nuevo jefe de campaña. Arrau fue el estratega del PR en el segundo proceso constituyente y, posteriormente, jefe de campaña en las municipales de 2024.
