En los supermercados y mercados mayoristas de la capital vuelve a encenderse una preocupación que afecta a millones de familias: la presencia de residuos de pesticidas por encima de los límites permitidos en alimentos de consumo diario. En medio de recientes estudios que alertan sobre altos niveles de agroquímicos en espinacas, fresas y otras hortalizas, el Indecopi acaba de iniciar operativos para verificar que los productos ofrecidos a los usuarios cumplan con la normativa de inocuidad alimentaria. La medida se puso en marcha luego de que el Senasa confirmara la detección de químicos no permitidos o en exceso en frutas y verduras que llegan a diversos establecimientos de Lima.
Las intervenciones del organismo estatal tienen como objetivo comprobar que los supermercados vendan alimentos idóneos, especialmente ahora que nuevos análisis ciudadanos y reportes técnicos han expuesto cifras preocupantes. Uno de los más recientes reveló que el 60% de las espinacas evaluadas en cinco centros mayoristas de la ciudad no superaron los parámetros legales debido a la cantidad de agroquímicos presentes. La situación viene generando inquietud entre consumidores y especialistas, quienes exigen un mayor control sobre la cadena de suministro para evitar que productos contaminados continúen llegando a los hogares.
Indecopi fiscaliza supermercados tras reportes de plaguicidas en frutas y verduras

El Indecopi, a través de su Dirección de Fiscalización, inició esta semana una serie de supervisiones en supermercados de Lima, motivado por los últimos hallazgos del Senasa. Según el plan anual de monitoreo de esta entidad, se detectaron residuos de plaguicidas que superan los Límites Máximos de Residuos (LMR) en alimentos como ajíes, betarraga, tomate, pimiento, cebolla china, fresa, brócoli, manzana y apio, entre otros. Todos estos productos forman parte de la canasta básica y son consumidos con frecuencia por niños, jóvenes y adultos.
Indecopi confirmó que estas acciones también responden a un trabajo articulado con el Ministerio Público y las municipalidades de Lima Metropolitana, en una estrategia que busca frenar la comercialización de alimentos que no cumplan con la Ley de Inocuidad de los Alimentos (D.L. 1062). Los resultados de estas intervenciones serán evaluados por la Comisión de Protección al Consumidor N° 3, que determinará si corresponde iniciar procedimientos o imponer sanciones. De acuerdo con el Código de Protección y Defensa del Consumidor, las infracciones pueden alcanzar multas de hasta 450 UIT, equivalentes a S/ 2 407 500.
Este despliegue surge en un contexto marcado por una creciente evidencia de contaminación en productos frescos. El estudio ciudadano realizado en noviembre de 2025 reveló, por ejemplo, que la muestra más contaminada de espinaca provenía del Mercado Minka, donde se identificaron seis tipos de pesticidas —entre ellos Fipronil, Carbofurán, Dimetoato, Ometoato, Pirimetanil y Tebuconazol— en cantidades que superaron los límites permitidos hasta en 3.600%. Estas sustancias son conocidas por sus efectos perjudiciales sobre órganos como el hígado y el sistema nervioso.
Mercados mayoristas bajo la lupa: hallazgos recientes elevan la preocupación ciudadana

Los resultados difundidos no se limitan a las espinacas. En otro monitoreo realizado por el equipo del abogado y excongresista Jaime Delgado, en coordinación con el laboratorio Mérieux Nutrisciences, se analizaron fresas provenientes de mercados como Lobatón (Lince), San José (Jesús María), Minka (Callao), el Mercado de Magdalena y el Mayorista de Frutas (San Luis). En cada uno de estos puntos se detectaron niveles alarmantes de residuos químicos.
En Minka, por ejemplo, el clorfenapir alcanzó concentraciones hasta 7 veces por encima del máximo legal, acompañado de fipronil e isocloseram. En el mercado de Magdalena, el clorfenapir triplicó los límites y en San José se identificó el caso más grave: el químico superó los valores permitidos 13 veces. En Lobatón se reportó isocloseram en niveles 3,8 veces superiores a lo autorizado, mientras que en el Mayorista de Frutas el clorfenapir se detectó 3,7 veces por encima del límite, junto a cantidades elevadas de profenofos.
Los especialistas advierten que muchos de estos plaguicidas, como el fipronil, están asociados a daños en tiroides, hígado y riñones; otros, como el dimetoato y el profenofos, están catalogados como neurotóxicos. A pesar de ello, su presencia continúa siendo recurrente en productos que llegan a mercados minoristas y supermercados, lo que intensifica la necesidad de fiscalización. Además, la propia data del Senasa muestra que la problemática no es nueva: en 2024, el 76,5% de las muestras de espinaca fueron no conformes, mientras que en 2023 la cifra fue de 57%.
Ante la imposibilidad de identificar estas sustancias a simple vista, los especialistas recomiendan adquirir productos en ferias agroecológicas o establecimientos que certifiquen el origen y las prácticas agrícolas de sus proveedores. Mientras tanto, las acciones del Indecopi buscan determinar si los supermercados están cumpliendo con su deber de idoneidad, en un contexto donde los alimentos contaminados han empezado a ser detectados con mayor frecuencia en los puntos de venta más concurridos de la capital.
