En medio de los episodios de violencia que se vivieron en los últimos días en diferentes escuelas del país, Guillermina Tiramonti, especialista en educación, analizó la situación en LN+. “Me parece que hay una ira general en la sociedad que se proyecta frente a instituciones”, consideró.
“Creo que la escuela es una institución con mucha presencia en toda la familia”, dijo la experta, al tiempo que planteó: “Hay una violencia generalizada en la población”.
En la misma línea, se refirió a los pactos explícitos e implícitos que existían en las instituciones hasta hace algunos años atrás: “Había un acuerdo generalizado respecto de las normas de conducta y de relación, de los chicos dentro de la escuela y de los padres con la escuela. Eso se rompió -subrayó-”.
Cómo se refleja la sociedad en las instituciones, según la especialista
“Las familias son muy heterogéneas, esperan cosas diferentes. Estamos en una sociedad que permite la presión y la demanda para que se cumplan los deseos”, explicó Tiramonti.
En la misma línea, señaló: “La escuela ha perdido legitimidad cultural, no pareciera que sea la institución que va a propiciar a los chicos un futuro mejor”.
“Un cambio de época”
Según indicó la especialista en educación, la sociedad a nivel mundial está atravesando un cambio de época. “El elemento fundamental es que estamos pasando un cambio de época, que genera un impacto en la sociabilidad de los chicos, en la capacidad de procesar equilibradamente las emociones”, aseguró.
Y cerró: “Las instituciones, familias y escuelas tampoco saben qué hacer con los chicos que se manifiestan y se relacionan de esa manera”.
Una preceptora fue herida por frenar una pelea entre alumnos
Días atrás, una preceptora del Colegio Normal 2 de la ciudad de La Plata resultó herida en la frente cuando intentaba separar a un grupo de alumnos que se peleaba en el patio cerrado de la institución. Mónica, su compañera, dialogó con LN+ y brindó detalles de cómo ocurrió el episodio. “Mi compañera está bien, pero estuvo shockeada”, afirmó, visiblemente conmocionada.
“Tengo 42 años, antes había amonestaciones, sanciones y ahora los chicos pueden hacer lo que quieren, romper lo que quieran, y nos tenemos que quedar de brazos cruzados”, dijo la mujer.
En ese marco, señaló: “Yo estudié cuatro años de docente para trabajar, enseñar, no para que me estén pegando o rezar que no me pase nada, no es justo”.
“Trabajo desde hace tres años en esta escuela. Me entristece lo que pasa en todas las escuelas. En 2030 esto va a ser tierra de nadie. Entristece venir, quiero trabajar dignamente, como todas mis compañeras”, completó Mónica, también preceptora de la misma institución.
