Pau Donés, cantante y vocalista del grupo español Jarabe de Palo, murió el 9 de junio de 2020 a los 53 años de edad, luego de combatir contra un cáncer de colon que le fue diagnosticado en 2015. Durante todo ese proceso, el músico fue muy abierto y optimista, manteniendo siempre una sonrisa y agradeciendo el apoyo de su público fiel. En ese entonces, decidió plasmar todos sus conocimientos y aprendizajes en un libro autobiográfico llamado “50 palos: … y sigo soñando”, que se publicó en 2017.
En ese libro, el carismático vocalista y alma de la banda de Barcelona, plasmó en palabras muchas de las enseñanzas que recibió a lo largo de su prolífica carrera, ya que dejó un legado imborrable no solo a través de su música, sino también con una serie de reflexiones íntimas sobre la vida y la muerte.
“Estoy enfadado con el cáncer porque no me quiero ir, ahora no me viene bien irme. Preferiría vivir un poquito más, la verdad, pero es lo que hay y estoy bien conmigo mismo, en paz y tranquilo”, confesó ante su público y sentó las bases para un mensaje aún más trascendente que legó a sus seguidores en sus “20 consejos para ser feliz”.

Estos principios, redactados con la sencillez y la profunda sabiduría que lo caracterizaban, constituyen una guía vitalista forjada desde la confrontación con la muerte. Donés invitaba a una existencia plena, arraigada en el presente y liberada de las ataduras del pasado o la ansiedad por el futuro. Por eso, el músico recomendó:
- Que sepamos vivir el presente.
- Que no perdamos el tiempo pensando en el futuro.
- Que dejemos de creer en la suerte y creamos en nosotros mismos.
- Que dejemos de hacer montañas de granitos de arena.
- Que la tristeza nos dé ganas de reír. Que nos riamos mucho.
- Que cantemos en la ducha, en los bares, en las bodas, en las cenas con los amigos o donde nos apetezca cuando nos venga en gana.
- Que aprendamos a decirnos “te quiero” sin que nos dé vergüenza.
- Que nos besemos, nos toquemos y nos abracemos mucho.
- Que nos escuchemos tanto como sepamos compartirnos en silencio.
- Que nos queramos, a los demás y sobre todo a nosotros mismos.
- Que nos peleemos lo menos posible. Estar enfadado es una gran y estúpida pérdida de tiempo. ¡Al carajo el ego y el orgullo!

- Que nos dejemos de rollos, de cosas, de hacer ver lo que no somos, que eso no sirve pa’ ná.
- Que le perdamos el miedo a la muerte, pero también le perdamos el miedo a vivir.
- Que decidamos por nosotros mismos. Que nunca dejemos que los demás decidan por nosotros.
- Que cuando la vida nos cierre una ventana sea cuando más abramos las alas para romper el cristal y salir volando.
- Que las cosas nos lleven adonde sea, pero que nos vayan bien.
- Que los hipócritas, corruptos, pesaos, estúpidos, mentirosos… Se reprogramen y entiendan que en la vida no hace falta ser así, que la vida va de otra cosa.
- Que a las penas, puñaladas y al mal tiempo, buena cara. O mala, que tampoco pasa nada.
- Que la vida sea siempre un sueño.
- Y, en fin, que a la vida le demos calidad, porque belleza sobra.
