El Premio a la Excelencia Judicial que acaba de entregar el Foro de Estudios sobre la Administración de Justicia (Fores) correspondió al Juzgado Nacional de Primera Instancia del Trabajo número 45, a cargo de la doctora Rosalía Romero, Secretaría del doctor Lucas Palla. Fueron destacados también como integrantes de la terna seleccionada los juzgados 20 y 77, a cargo respectivamente de los doctores Ana Alejandra Barilaro y Mariano Candal.
No se trata de un premio de juristas a colegas. El jurado estuvo integrado por destacadas personalidades de los más variados ámbitos de la sociedad, que analizaron estadísticas, tasas de resolución y de congestión, calidad de las sentencias y una encuesta entre abogados. Tampoco se trata de premiar a una magistrada, sino a todo su equipo. Reciben la misma distinción todos los integrantes del juzgado elegido.
Se trata de una saludable iniciativa que busca destacar, nada más y nada menos, la actitud de los equipos que, con los recursos que tienen, se esmeran por brindar un mejor servicio. La excelencia no es solo un resultado, sino una actitud, y no existen las casualidades. Cabe destacar que el equipo ganador había obtenido la certificación de calidad de sus procesos según las normas ISO, y que los titulares de los demás juzgados ternados habían sido distinguidos también, cuando eran secretarios, en anteriores ediciones del premio, sobre la base, lógicamente, de otras estadísticas y según la decisión de un jurado integrado por otras personas. Ningún juzgado se prepara para intervenir en este premio, ya que el fuero que cada año es elegido no conoce que está siendo evaluado hasta que se dan a conocer los ganadores.
Este premio sirve también para evitar las injustas generalizaciones distinguiendo los buenos ejemplos, que también los hay en nuestros tribunales. Queda mucho por hacer para mejorar, pero este tipo de estímulos contribuye a mejorar la motivación de nuestros servidores del campo judicial. Como enseñan los especialistas en gestión, “lo que no se mide no se gestiona, lo que no se reconoce no se repite”.