Los europeos no están dispuestos a ver desde la barrera cómo Estados Unidos y Rusia deciden el futuro del continente y reclaman un sitio en la mesa de negociaciones. La Unión Europea ha planteado serias dudas acerca de lo que se sabe del borrador del plan de paz que la administración Trump negocia con Moscú sin Kiev para poner fin a la guerra en Ucrania, y ha querido dejar claro que no ha sido partícipe en la propuesta.
«Lo que nosotros, como europeos, siempre hemos apoyado es una paz larga, duradera y justa, y celebramos cualquier esfuerzo por lograrla. Por supuesto, para que cualquier plan funcione, necesita el apoyo de ucranianos y europeos, eso está muy claro», ha señalado la jefa de la diplomacia europea, Kaja Kallas a su llegada a la reunión de ministros de Asuntos Exteriores en Bruselas.
El borrador del plan negociado por el enviado especial Steve Witkoff y el asesor del Kremlin, Kirill Dmitriev, incluye varias concesiones a Rusia, entre ellas, imponer a Kiev una pérdida significativa de su territorio y una reducción drástica del ejército ucraniano. Se trata de medidas a las que se ha opuesto desde un inicio el presidente ucraniano, Volodimir Zelenski, porque, en definitiva, supondría la capitulación de Kiev.
La UE reclama, como primer apoyo financiero de Kiev en la guerra, ha pedido reiteradamente que se tenga en cuenta sus condiciones de paz. Y en este sentido, la dirigente estonia ha pedido a la parte estadounidense que no olvide “que en esta guerra hay un agresor y una víctima”, y que en ningún momento Moscú se ha mostrado dispuesto a realizar ninguna concesión. “Si Rusia realmente quisiera la paz, podría haber aceptado un alto el fuego incondicional hace ya tiempo, mientras que vemos de nuevo, anoche, bombardeos contra civiles; el 93% de los objetivos rusos han sido infraestructuras civiles: escuelas, hospitales, edificios de apartamentos, con el fin de matar a mucha gente y causar el mayor sufrimiento posible”, ha señalado.
También se ha referido a esta cuestión el ministro de Asuntos Exteriores español, José Manuel Albares, quien ha afirmado que “España no tiene nada que ver con ese supuesto plan de paz”. “España va a apoyar cualquier propuesta de paz justa, creíble y duradera, pero de las ideas que he oído, no hay nada de eso”, ha afirmado.
Los Veintisiete buscan maneras de aumentar la presión sobre Moscú
Los ministros de Asuntos Exteriores Europeos se han reunido en Bruselas para buscar nuevas formas de aumentar la presión sobre la maquinaria bélica de Moscú, apuntando concretamente a su flota fantasma, con la que el Kremlin trata de eludir las sanciones de Occidente. Si bien el bloque ha incluido 557 embarcaciones en su última lista negra dentro de la decimonovena tanda de restricciones, los Estados miembros consideran que la cifra no cubre la magnitud del desafío. Francia ha planteado que esa lista sea actualizada constantemente, sin necesidad de tener que esperar a la aprobación de nuevos paquetes.
Pero hay un asunto que preocupa sobre todo. Encaminándose ya el cuarto invierno desde que comenzó la invasión, el dinero de Kiev comienza a dar síntomas de agotamiento y, en este sentido, la Unión Europea sigue discutiendo, todavía sin encontrar una posición común, como seguir financiando el envío de armamento a Ucrania si Estados Unidos plantea cerrar el grifo. La presidente de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, y diversos estados miembros, entre ellos España, presionan a los líderes reticentes a usar el dinero procedente de los activos rusos congelados en Bruselas para financiar nuevos préstamos.