
La perspectiva de una mediación internacional tomó protagonismo cuando la ministra de Exteriores de Colombia, Rosa Villavicencio, sugirió que la oposición venezolana debe respaldar una transición política que parta de un acuerdo con Nicolás Maduro para facilitar su retiro del poder. Esta posibilidad se enmarca en lo que Bogotá, a través de Villavicencio, describe como la primera propuesta concreta tras los comicios venezolanos de julio de 2024 y se presenta en medio de informes que mencionan negociaciones indirectas entre el régimen de Caracas y Estados Unidos. Según consignó Bloomberg, la ministra colombiana considera viable la salida de Maduro sin consecuencias penales directas y la instalación de un gobierno transitorio que organice elecciones que cuenten con legitimidad nacional e internacional.
De acuerdo con Bloomberg, Villavicencio declaró en una entrevista que el gobierno colombiano apoyaría un acuerdo que permita a Maduro dejar Caracas “sin que tenga que pasar por la cárcel y que venga alguien que pueda hacer esa transición y que pueda haber unas elecciones que estén legitimadas”. Villavicencio agregó que, a su juicio, “Maduro aceptaría ese planteamiento”, aunque matizó que cualquier solución necesita del aval de los opositores para garantizar estabilidad y la credibilidad del proceso electoral posterior.
El medio también detalló que estas afirmaciones se producen luego de que el diario The New York Times publicara información acerca de que Nicolás Maduro habría sugerido a la administración de Donald Trump un acuerdo según el cual dejaría la presidencia dos años después, lo que abre interrogantes sobre las condiciones de una eventual salida pacífica. Según la misma fuente, estas conversaciones surgen en un entorno de tensión, con Washington incrementando su despliegue militar en el Caribe y el gobierno venezolano reaccionando con cautela ante los movimientos estadounidenses.
El fortalecimiento de la presencia militar de Estados Unidos en la región ha generado preocupación en América Latina, y Villavicencio lo calificó como una “amenaza para América Latina y para el Caribe”. De acuerdo con Bloomberg, la ministra lamentó el despliegue de unos 15.000 soldados estadounidenses y la llegada del portaaviones Gerald R. Ford, el cual representa el mayor operativo naval en el área desde la crisis de los misiles de Cuba. En este contexto, la canciller colombiana subrayó la importancia de preservar la soberanía venezolana ante cualquier intervención extranjera y propuso que el gobierno colombiano actúe como mediador en conflictos internos, según reportó Bloomerg.
Las negociaciones indirectas mencionadas por el The New York Times han estado acompañadas, según ese medio, por la autorización de la Casa Blanca para que la Agencia Central de Inteligencia (CIA) lleve a cabo actividades dentro de territorio venezolano. Además, la intensificación de las operaciones estadounidenses se ha reflejado en al menos 21 bombardeos en áreas del Caribe y del Pacífico oriental, los cuales, según datos recogidos por Bloomberg, han provocado la muerte de 83 personas que viajaban en embarcaciones que supuestamente transportaban drogas.
Tanto Donald Trump como Nicolás Maduro han comentado la posibilidad de abrir canales de diálogo, aunque Maduro no se ha pronunciado públicamente respecto a la oferta que atribuye The New York Times a su entorno. Mientras tanto, la propuesta lanzada por Rosa Villavicencio plantea una hoja de ruta en la que Bogotá podría desempeñar un papel como facilitador, con el objetivo de que el traspaso de poder en Venezuela se dé bajo condiciones pactadas y sin represalias judiciales para el actual mandatario. Según Bloomberg, la ministra insiste en la necesidad de elecciones con reconocimiento internacional como parte central de un eventual acuerdo, además del respeto a la soberanía y la autodeterminación del pueblo venezolano frente al aumento de la presión militar extranjera.
Las declaraciones de Villavicencio marcan un cambio en la postura pública de Colombia respecto al conflicto venezolano al sugerir explícitamente una salida acordada y exenta de sanciones penales para Maduro. El contexto regional, con un despliegue militar sin precedentes desde hace décadas y el retorno de negociaciones diplomáticas no oficiales, sitúa la propuesta de Bogotá como un punto de referencia en la búsqueda de un desenlace negociado a la crisis política venezolana.
