
Durante los días previos a la muerte de Encarnita Polo, varias personas del entorno de la artista intentaron contactar con ella para ofrecerle ayuda, llevarla a medios de comunicación o simplemente acompañarla, pero según relataron conocidos y amigos, estos intentos habrían sido frustrados por decisiones tomadas por su hija, Raquel Waitzman. De acuerdo con el relato de Regina Do Santos, difundido por el medio, la única descendiente de la actriz restringió el acceso de allegados y amistades, lo que habría generado malestar y críticas tras el fallecimiento de Polo en la residencia de Ávila.
Según la información consignada por el medio, la muerte de Encarnita Polo la madrugada del pasado viernes en una residencia de ancianos en Ávila fue registrada como resultado de un presunto estrangulamiento a manos de un hombre de 66 años. La intérprete, diagnosticada con síntomas iniciales de Alzheimer, había permanecido en el establecimiento desde principios de 2025 debido al deterioro de su salud cognitiva. Las circunstancias de su muerte y la controversia en torno al trato recibido en sus últimos meses provocaron reacciones públicas de figuras cercanas al entorno artístico de Polo. Entre ellas, Rappel y Regina Do Santos han manifestado su indignación por el aislamiento que, afirman, sufrió la artista en sus últimos meses.
Regina Do Santos, durante la presentación de un libro en Madrid, compartió sus recuerdos sobre Encarnita Polo, explicando que tuvieron la oportunidad de trabajar y compartir momentos divertidos juntas. Manifestó su dolor por lo sucedido y expresó sentirse incapaz de comprender la cadena de hechos que permitió que un desconocido llegara hasta la habitación de Polo en la residencia. «No entiendo cómo pudo pasar, no entiendo cómo este tío pudo atravesar pabellones y llegar hasta su habitación. No entra en mi cabeza», expuso Do Santos según publicó la misma fuente.
En este contexto, Do Santos recordó que antes de la reubicación de Encarnita Polo en Ávila, tenían la posibilidad de hablar por teléfono o reunirse en diferentes ocasiones junto a amigos comunes, como Parada. La artista relató que, tras el traslado, Polo perdió parte de ese contacto social que tanto apreciaba. También aseguró que Encarnita le confesó en repetidas oportunidades no poder afrontar los gastos que su situación implicaba, relatando sentimientos de angustia económica y soledad.
En declaraciones recogidas por el medio, Do Santos afirmó percibir que la hija de Polo asumía un rol de control y cuidado, aunque cuestionó que la decisión de llevarla a Ávila afectó negativamente a la artista, dado que su preferencia era permanecer en Madrid por la cercanía con su entorno social y afectivo. Regina Do Santos declaró que gran cantidad de personas del ámbito musical, artístico y televisivo desearon ponerse en contacto con Polo para ofrecerle visibilidad y compañía, pero que la negativa de su hija habría impedido estos encuentros. Según sus palabras, «a mí me llamó un montón de gente porque quería hablar con ella, llevarla a programas de televisión en Galicia, hacer una entrevista como vosotros… pero no nos dejaba su hija, entonces tú no puedes».
Estas afirmaciones llegaron después de que Rappel, amigo cercano de Polo, expresara declaraciones similares contra la hija de la artista, acusándola de haberla «abandonado como a un perro en un geriátrico», palabras que luego rectificó en público argumentando que se dejó llevar por la emoción tras el conocimiento de la muerte de su amiga. El medio reportó que tanto Parada, amigo del círculo de Polo, como otros allegados, se mostraron consternados e incapaces de comprender cómo ocurrieron los hechos que llevaron al final de la vida de la artista.
Regina Do Santos concluyó sus declaraciones destacando el apoyo y estima que Encarnita inspiraba entre amigos y conocidos. Sugirió que si la hija hubiera permitido un mayor acceso y acompañamiento, la situación en la que se encontraba Polo podría haberse visto mitigada, al menos en cuanto a compañía y apoyo afectivo. «Pienso que si nos hubiese dejado, con todo respeto le digo a tu hija, no me meto contigo, pero si nos hubiese dejado entre todos los que la queríamos, algo hubiésemos hecho», expresó según la publicación del medio.
La muerte de Encarnita Polo y las posteriores críticas a la gestión de su cuidado por parte de su descendiente directa han generado un fuerte debate en torno a la atención y el acompañamiento de personas mayores con deterioro cognitivo en residencias, así como sobre el papel que deben tomar los familiares y amigos en estas circunstancias, según recogió el medio citado.