El camino a la final de la Conferencia Este fue un paseo para Inter Miami, que tuvo en Lionel Messi a un conductor excelso, iluminado. Leo puso en marcha el 4-0 de visitante a Cincinnati con un gol de cabeza, de pique al piso. Después se dedicó a distribuir asistencias para ampliar las cifras del triunfo. Una fue para Mateo Silvetti, el juvenil surgido en Newell’s y rosarino como él, que viene de destacarse en el Mundial Sub 20, y dos para Tadeo Allende, el delantero con pasos por Godoy Cruz y Celta de Vigo. Una victoria que llevó la firma argentina.
Será la primera final de Conferencia para Messi. Inter espera rival, que surgirá de la semifinal que disputarán Philadelphia y New York City. Si es el primer equipo le tocará ser visitante, y actuará de local en el caso de que avance New York City. Por la Conferencia Oeste, Vancouver Whitecaps es uno de los finalistas. El otro saldrá del choque Minnesota United vs. San Diego. Y para el 5 de diciembre queda la gran final para consagrar al campeón de la temporada de la MLS.
En los cuatro cotejos de play-offs (tres frente a Nashville y el de este domingo contra Cincinnati) Messi lleva seis goles y cuatro asistencias. Llegará afilado a la definición. Y con un nuevo socio en ataque, porque la pujanza de Silvetti y su criterio para moverse en los últimos 25 metros parecen haberle ganado la pulseada a Luis Suárez, que no convirtió en dos cotejos por los cuartos de final frente a Nashville y quedó al margen en el tercero por una suspensión.
Lo más destacado de Cincinnati 0 – Inter Miami 4
Este domingo, Suárez fue al banco e ingresó cuando el partido ya estaba definido. Ante una defensa rival abierta y descontrolada, el uruguayo tuvo una oportunidad que no lo mostró en su mejor forma, con un remate que salió varios metros desviado. En su papel de suplente, a Suárez se lo vio en más de una oportunidad dando indicaciones a algunos de sus compañeros. Una manera de aportar desde otro lugar.
Tras el 4-0, Mascherano fue consultado por su decisión de mandar a Suárez al banco: “En noches como ésta, lo que realmente destaca es el equipo, no solo los once titulares. Nunca es fácil dejar fuera a un jugador como Luis, y debo decir que su gestión fue admirable”.

Del medio campo hacia arriba, Javier Mascherano dispuso una formación con mayoría de presencia argentina. En la línea de volantes aparecieron Allende, Rodrigo De Paul y Baltasar Rodríguez, mientras que Messi buscaba conectar con Silvetti.
El categórico triunfo de Inter Miami alargó por un partido más las trayectorias de Jordi Alba y Sergio Busquets, quienes ya anunciaron que se retirarán cuando acabe la temporada oficial de la MLS. Mientras tanto, contribuyeron a la goleada de este domingo con un rendimiento que no deja traslucir un ocaso futbolístico, más allá de que en el fútbol estadounidense encuentran concesiones que no eran frecuentes cuando transitaban el primer nivel europeo. El fin de la carrera de ambos pasa más por decisiones personales, de vida, que por la imposibilidad de seguir compitiendo en el soccer americano.

Quien siente que todavía tiene cuerda para un largo rato es Messi, que hace poco renovó contrato con Inter Miami hasta 2028 y se va perfilando para su sexto Mundial, aunque todavía no se anime a confirmarlo con la rotundidad que está mostrando su nivel en la MLS.
Durante la temporada regular de MLS, Leo sumó 34 goles en 31 encuentros. En los play-offs le está dando continuidad a una producción desequilibrante. Marca y asiste. Maneja los tiempos de su equipo y de los partidos. Cincinnati había tenido un comienzo interesante, no se insinuaba el desmoronamiento del segundo tiempo. Tuvo un par de aproximaciones que encontraron bien ubicado al arquero Ríos Novo, que le quitó el puesto a Oscar Ustari.

El quiebre lo empezó a provocar Messi, incluso unos minutos antes de su gol, cuando le bajó las revoluciones a Cincinnati al hacerse de la pelota y provocar un par de faltas. Fue el prólogo a la apertura del marcador, a un golpe que le hizo mucho daño a Cincinnati. Leo rompió la paridad con una conexión intergeneracional: sus 38 años con los 19 de Silvetti. Apertura de Leo para el pibe al que Newell’s, entre sus penurias económicas, transfirió en agosto por 4,2 millones de euros; Silvetti sirvió el centro para el cabezazo de pique al piso de Messi.
El segundo tiempo fue un concierto de asistencias de Messi, que si bajo presión suele encontrar atajos, con los espacios que le regaló Cincinnati se divirtió ininterrumpidamente. Dos pases-gol –uno de cachetada, con el empeine izquierdo- a Allende y otro a Silvetti, para devolver gentilezas. También le dio una asistencia a su amigo De Paul, que desperdició la ocasión para el 5-0. “Es un privilegio y honor dirigir a Leo. Ya sabemos lo que es, lo demuestra cada semana. Lo de hoy fue increíble, hasta por su trabajo sin la pelota para marcar la línea de presión”, agregó Mascherano.
Estuvo en todo Messi, hasta se tomó un tiempo tras el final para consolar y darle unas palabras de aliento a Luca Orellano, el pibe surgido en Vélez que ingresó en Cincinnati en el segundo tiempo, cuando su equipo empezaba a ser un descalabro. Una invitación que Messi aceptó con un espíritu juvenil, como si fuera contemporáneo de Silvetti.
