El descargo del Puma Rodríguez tras el incidente en un avión de American Airlines

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El cantante venezolano José Luis “Puma” Rodríguez realizó en redes sociales un descargo respecto del incidente que protagonizó a bordo de un vuelo de American Airlines que iba con destino a la ciudad de Miami. Rodríguez mantuvo un altercado con la tripulación, que le terminó pidiendo que se bajara de la aeronave.

“Quiero agradecer a toda la prensa desde la Argentina hasta España por su preocupación por mi persona. Infinitas gracias por tratar de indagar la verdad respecto de lo ocurrido. Fue un hecho lamentable, que quiero explicarlo y decirlo de mi propia boca para que no haya confusión”, dijo Rodríguez en un video de 10 minutos de duración.

Y remarcó: “Mi vida ha sido, por supuesto, un libro abierto para toda la gente. Cuando uno es artista y pertenece al público y a la prensa, pues no hay nada encubierto, no hay nada en secreto, todo se dice, todo se habla».

“Este percance ocurrió en American Airlines, una línea en la cual vuelo creo hace 60 años. Dios me ha regalado la fortuna de volar, volar y volar por muchas partes del planeta. Y por supuesto que siempre elegí esta aerolínea por todas las conexiones que tiene. Pero me ha sucedido algo que jamás pensé que me iba a suceder”, develó.

Previo a contar lo sucedido a bordo de la aeronave, el artista de 82 años se remontó a su show en Ecuador: «Yo terminé de cantar en Quito un show hermoso. Me encanta, disfruto mucho cuando la gente está disfrutando el show, de las canciones, de lo que uno habla, cuando los veo reír, cuando los veo bailar. Yo creo que para eso fui hecho en la vida, para entretener, para comunicar a la gente que todavía hay esperanza en la Tierra».

“Y después de ese show de Quito que fue formidable, espectacular, con gente hermosa, pues uno no duerme. Pasé casi todos los días sin dormir porque había que ir a las 5 de la mañana del aeropuerto para un vuelo temprano. Y yo siempre he sido puntual en mi vida y no era la excepción, estaba ahí desde temprano», precisó.

Y puntualizó: “Siempre viajo con un bolso donde llevo medicinas. Si vas por una semana, llevas por tres semanas más, porque no sabes si en el sitio las vas a encontrar. Y sé que en el primer asiento… Siempre le digo a mi secretaria que no me busque el primer asiento sino el segundo o el tercero porque no puedo llevar nada de mano. Entonces meto ese bolso de medicinas debajo del asiento. Efectivamente lo hice, pero llega el jefe de cabina de los asistentes de vuelo que se llama Ángel Coronado y me dice que no puede estar abajo del asiento“.

Fue allí, según cuenta Rodríguez, que se produjo el primer cruce con la tripulación: “Tras la negativa, yo le dije a Coronado: ‘Hermano, es que yo necesito esto porque tengo medicinas ahí, me pasa cualquier cosa, subida de presión, bajada de presión, los antirrechazos que yo uso a horas determinadas…’. De todas maneras, accedí por supuesto. Le di mi bolso para que lo ponga arriba y la persona que está al lado también”.

El Puma Rodríguez fue bajado de un vuelo con destino a Miami

“Hasta ahí estaba todo resuelto”, recordó Rodríguez, que admitió haber soltado luego un “comentario” que provocó el enojo de azafato y derivó en un segundo cruce: “Dije un comentario sobre que el muchacho era un poco tonto porque esto era muy simple de resolver. Y está pasando otra asistente y me escucha decir lo que yo estoy diciendo de esa persona. Realmente la palabra fue ‘pendejada’, para nosotros la palabra es como decir tontería”.

“Pues va donde este muchacho [Ángel Coronado] y le dice que yo estoy hablando pestes de él. Este muchacho se acercó y aseguró que le iba a decir al capitán para ver si me quedaba en el avión. Fue entonces a hablar con él, un señor muy mayor que creo que está a punto de retirarse. Me acerqué yo también y le expliqué: ‘Capitán, déjeme explicarle, yo soy un tipo que está trasplantado y necesito medicinas’. A eso, él me contestó: ‘No, no, no, no me diga nada a mí, ellos son los que resuelven todo, todo el poder lo tienen ellos’”, rememoró el cantante.

Fue entonces que el Puma decidió interrumpir la discusión a voces bajas y reveló lo que estaba por ocurrir ante el resto de los pasajeros: “Me paré y dije: ‘Señores, me están sacando del avión y no sé por qué realmente’. Antes le había pedido disculpas a los asistentes de tripulación. Me humillé y les aclaré: ‘Créanme que me están haciendo mucho daño si me hacen esto, estoy sin turbina, estoy muy cansado, no me siento bien’”.

Finalmente, el artista tuvo que recurrir al empresario Ramiro Córdoba para que lo “rescatara”.

El cantante venezolano José Luis “Puma” Rodríguez

«Me echaron realmente como un delincuente. Toda mi vida he luchado por tratar a la gente bien, por hacerlo bien, no porque tengan la necesidad sino porque yo soy así. El tema era que me sentí vejado, humillado, me sacaron como un delincuente realmente de un avión de American Airlines“, lamentó.

Aclaró sin embargo que no puede juzgar a toda una compañía por el comportamiento de una sola persona. E insistió: “Pero si esa persona no está adecuada para manejar el poder dentro de una línea aérea tan fuerte y tan poderosa en el mundo, pues yo creo que no está el poder en buenas manos…”.

En los últimos minutos de su descargo, Rodríguez afirmó que la decisión de publicar un video sobre el hecho en su cuenta de Instagram responde a su intención de “despejar cualquier tipo de duda”.

Y concluyó: “Espero una disculpa de American Airlines, y espero que no vuelva a pasar esto. Aquí está la información, está en las redes, va a estar en Instagram, en Facebook y lo que sea por ahí. Muy agradecido realmente a todas y todos por su preocupación y solidaridad con toda la gente trasplantada que vuela, viaja, con su maletín de medicinas, porque de eso depende nuestra vida, de eso depende que sigamos“.

El descargo completo del Puma Rodríguez

¿Qué tal, amigas, amigos de Hispanoamérica? Primero quiero agradecer a toda la prensa, desde Argentina hasta España, por su preocupación por mi persona. Infinitas gracias por tratar de indagar y de saber la verdad de lo ocurrido, un hecho realmente lamentable, que quiero explicarlo y decirlo de mi propia boca para que no se preste a confusiones. Mi vida ha sido, por supuesto, un libro abierto para toda la gente.

Cuando uno es artista y pertenece al público y a la prensa, pues no hay nada encubierto, no hay nada en secreto, todo se dice, todo se habla. Este percance de American Airlines, una línea en la cual vuelo creo que 61 años o 60 años por ahí. Empecé volando en un DC-3, después he volado en helicópteros, avionetas, aviones privados, aviones grandes, aviones pequeños.

Dios me ha regalado la fortuna de volar, volar y volar por muchas partes del planeta. Y por supuesto que siempre elegí esta aerolínea por todas las conexiones que tiene y todos los vuelos que tiene. Pero me ha sucedido algo que jamás pensé en mi vida que me iba a suceder.

Yo terminé de cantar en Quito un show hermoso. Me encanta, disfruto mucho cuando la gente está disfrutando el show, de las canciones, de lo que uno habla, cuando los veo reír, cuando los veo bailar. Yo creo que para eso fui hecho en la vida, para entretener, para comunicar a la gente que todavía hay esperanza en la Tierra.

Y después de ese show de Quito que fue formidable, espectacular, con gente hermosa, pues uno no duerme. Pasé casi todos los días sin dormir porque había que ir a las 5 de la mañana del aeropuerto para un vuelo temprano. Y yo siempre he sido puntual en mi vida y no era la excepción, estaba ahí, desde muy temprano, reitero, sin dormir.

Siempre viajo con un bolso donde llevo medicinas y yo sé que hay muchas personas trasplantadas en el mundo que viajan, y en esos viajes uno lleva medicina: si vas por una semana, llevas por tres semanas más, porque no sabes si en el sitio donde vas vas a encontrar tus medicinas. Hay millones de personas trasplantadas que le pueden contar lo que yo le estoy contando. Entonces siempre llevo un bolso guindado donde llevo realmente eso, medicina.

La gente cree que es otra cosa pero son muchas cosas que llegan a mí, pero son medicinas. Y sé que en el primer asiento, que siempre le digo a mi secretaria que no me busque el primer asiento sino el segundo o el tercero, en el primer asiento no puedo llevar nada en la mano. Entonces meto ese bolso de medicinas debajo del asiento.

Efectivamente lo hice, pero llega el jefe de cabina de los asistentes de vuelo que se llama Ángel Coronado y me dice que no puede estar abajo, que no puede permanecer ahí. Le digo: hermano, es que yo necesito esto porque tengo medicinas ahí, me pasa cualquier cosa, subida de presión, bajada de presión, los antirrechazos que yo uso a horas determinadas y era un vuelo muy temprano. Total que accedo, por supuesto, le doy el bolso para que lo ponga arriba y la persona que está al lado también.

Y ya estaba todo resuelto porque… Y digo yo un comentario de eso, que me parece que este muchacho es un poco tonto porque esto es muy simple de resolver. Y está pasando otra asistente y me escucha decir lo que yo estoy diciendo de esa persona, que es un acto muy tonto realmente. Realmente la palabra fue “pendejada”, para nosotros la palabra pendejada es como decir tontería, es una cosa muy simple.

Pues va donde este muchacho Ángel Coronado y le dice que yo estoy hablando pestes de él, entonces le puso la cabeza así de este tamaño. Viene y me dice que va a hablar con el capitán para ver si me quedo en el avión o me botan del avión. “¿Cómo es la cosa?” “Sí, es lo que estaba diciendo”. Entonces va a hablar con el capitán y que esto va en serio, la cosa es una cosa tan simple.

Va a hablar con el capitán; el capitán es un señor muy mayor, creo que está a punto de retirarse, no sé. Y le dice, le cuenta la cosa. Voy yo a hablar con el capitán: “Capitán, déjeme explicarle, yo soy un tipo que está trasplantado y necesito medicinas”. “No, no, no, no me diga nada a mí, ellos son los que resuelven todo, todo el poder lo tienen ellos”.

O sea que el poder total se lo entregan a este muchacho Ángel Coronado. Y pues yo le digo a la gente que está en el avión: “Señores, me están sacando del avión y quiero que sepan que no sé por qué realmente”.

No, perdón: voy y le pido disculpas a este muchacho Coronado y a la muchacha. “Por favor, les ruego me disculpen si en algo falté, si en algo los ofendí”. Tres veces le pedí disculpas, tres. Me humillé y les digo: “Créanme que me están haciendo mucho daño si me hacen esto, estoy sin turbina, estoy muy cansado, no me siento bien, me van a hacer un daño muy fuerte”. El aeropuerto de la ciudad de Quito queda lejos, retirado.

Entonces tuve que llamar a Ramiro Córdoba, que es el empresario, y con mucho gusto vino a rescatarme. Pero lo cierto es que el capitán dio un grito tan fuerte en el avión, que está grabado, que aquí en el oído derecho me quedó teniendo como un ruido, un silbido, y gritó muy fuerte que me saliera del avión.

Me echaron realmente como un delincuente. Lejos de mi toda mi vida he luchado por tratar a la gente bien, por hacerlo bien, no porque tengan la necesidad sino porque yo soy así. El tema era que me sentí vejado, humillado, me sacaron como un delincuente realmente de un avión de American Airlines.

Pero una sola persona… tú no puedes juzgar a toda la compañía, entiendo eso también. Pero si esa persona no está adecuada para manejar el poder dentro de una línea aérea tan fuerte y tan poderosa en el mundo, pues yo creo que no está el poder en buenas manos.

Me sacaron, me sentí muy mal, muy mal espiritualmente. Físicamente estaba muy cansado, realmente agotado, y fuimos a un hotel en la ciudad otra vez, como unos 40 minutos de viaje. Traté de descansar, fue duro el descanso porque no pude. Esperamos hasta la noche, que el vuelo salía a las 12 de la noche o a la 1 por ahí.

Y bueno, quise aclararlo todo para que no haya ningún tipo de dudas, y reitero que debo agradecer la acción solidaria de Hilberto Ferrer, mi director musical, que también se salió del avión voluntariamente, y agradecer realmente la preocupación del periodismo. La gente me conoce, la gente durante tantos años sabe quién soy, soy un libro abierto, donde se puede leer con facilidad.

De manera que espero una disculpa de American Airlines, y espero que no vuelva a pasar esto. Y si me preguntaron a mí de la experiencia de mis vuelos para las líneas aéreas, les digo que cada vez hacen aviones más grandes y asientos más pequeños. Cuando veo pasar una persona voluminosa a la parte turística, de turista, pues oro por él, porque es muy difícil lo que está pasando con la aviación.

Es cuestión de dinero, posiblemente sea cierto, pero más adelante iremos desmenuzando todas las experiencias que he tenido y sigo teniendo en estos vuelos, y lo que yo veo de las líneas aéreas es cómo pudiesen modificar ciertas cosas para que uno, el pasajero, se sienta mejor, más cómodo.

No voy a decirlo todo ahora, pero la verdad es que es un tema a tratar para que todos los pasajeros del mundo se sientan mejor tratados, y no como ganado; a veces nos tratan como ganado. Y no: somos seres humanos que se meten en un espacio pequeño, muy reducido, durante horas, que uno tiene que tener un beneplácito, tiene que estar tranquilo espiritualmente.

Pero de eso hablaremos después, si es necesario. Ahí queda eso, está aclarado, espero que sí. De todos los amigos de la Argentina, de todos los países que me han llamado, de España, de México, por favor, aquí está la información, está en las redes, va a estar en Instagram, en Facebook y lo que sea por ahí.

Muy agradecido realmente a todas y todos por su preocupación y solidaridad con toda la gente trasplantada que vuela, viaja, con su maletín de medicinas, porque de eso depende nuestra vida, de eso depende que sigamos.

Dios les bendiga.

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