
El Instituto Nacional de Estadística y Censos (Indec) explicó los motivos detrás de los recientes movimientos en las series del Estimador Mensual de Actividad Económica (EMAE), que en septiembre mostró un crecimiento interanual del 5% y reajustes al alza en los datos de agosto, julio y meses previos. La aclaración se difundió luego de que el organismo recibiera consultas sobre la recalibración que modificó la lectura de la tendencia económica de negativa a positiva.
En efecto, algunos analistas detectaron que los datos se reajustaron al alza en agosto, julio, junio, febrero y enero; y a la baja en abril. En algunos casos -julio y enero-, revirtieron la caída y pasaron a dar crecimiento del indicador económico.
El Indec recordó que el EMAE “es un estimador temprano de la variación del PIB trimestral que se difunde desde hace más de dos décadas” y que su función es anticipar el desempeño de la actividad económica real en un período más corto que el que ofrece el PIB trimestral a precios constantes. Además, el indicador se presenta en tres series: la original, la desestacionalizada y la tendencia-ciclo, cada una construida con fuentes parciales o provisorias y, en algunos casos, distintas de las que se usan para medir el PIB.
En el comunicado, el organismo señaló que las modificaciones recientes en la serie original fueron marginales. “La variación interanual de julio pasó de 3,1% a 3%, mientras que la de agosto se modificó de 2,4% a 2,5%”, indicó. El ajuste, por lo tanto, no alteró la tendencia general del período, que cerró septiembre con un avance interanual del 5%.

Donde sí se observaron cambios más notorios fue en las series desestacionalizada y de tendencia-ciclo, lo que generó preguntas entre analistas y consultoras privadas. Según explicó la entidad, esos movimientos “no responden a las pequeñas correcciones de la serie original sino, fundamentalmente, a la incorporación del valor de septiembre”. Ese dato es clave porque completa un trimestre y obliga a recalibrar toda la secuencia reciente del indicador, de modo de conciliarla con la proyección del PIB desestacionalizado del tercer trimestre.
El organismo detalló que el EMAE desestacionalizado, que en septiembre avanzó 0,5%, se construye “de manera indirecta”, a partir de la suma de los valores desestacionalizados de cada sector de actividad. Por ese motivo, una suba importante en alguno de ellos puede elevar el nivel agregado, incluso si los demás sectores muestran avances más moderados.
El comunicado también recordó que el método de desestacionalización empleado utiliza filtros móviles que recalculan la estacionalidad y la tendencia-ciclo cada vez que se incorpora un nuevo dato. Este procedimiento genera “inestabilidad en los últimos meses de la serie”, ya que la inclusión de un valor nuevo no solo implica estimar su propio dato desestacionalizado, sino también “recalibrar los meses previos y la forma en que se distribuye la serie entre el componente desestacionalizado y el componente tendencia-ciclo”.

Ese mecanismo metodológico es el que explica el cambio reciente en la interpretación de la dinámica económica. Según el Indec, “una trayectoria que antes se interpretaba como mayormente irregular pasa a leerse como un cambio más persistente en el nivel de actividad”. En efecto, parte de la variación que anteriormente se clasificaba como componente irregular fue reasignada al componente tendencia-ciclo, lo que derivó en que “la tendencia, que hasta agosto parecía negativa, pasa a mostrar una pendiente positiva una vez incorporado septiembre”.
La revisión también estuvo influida por el desempeño sectorial de septiembre. Entre los sectores que más aportaron al crecimiento del indicador se destacó Intermediación Financiera, impulsado por el aumento de los servicios de intermediación vinculados al crecimiento de préstamos y depósitos, tanto en bancos públicos como privados. También se observaron incrementos en las comisiones bancarias y en la actividad de agentes y sociedades de bolsa, afectados por “el incremento en el volumen negociado de los títulos públicos”.
La combinación de estos factores —el efecto composición derivado del peso de Intermediación Financiera, la reestimación propia del método de desestacionalización y el ajuste adicional provocado por el cierre del trimestre— explica, de acuerdo al comunicado oficial, por qué la tendencia reciente del EMAE cambió de signo. Según sintetizó el organismo, estos elementos “explican que la tendencia reciente del EMAE, que antes se veía negativa, ahora se observe como positiva”.
