Redacción Internacional, 27 nov (EFE).- El presunto autor del ataque armado contra dos miembros de la Guardia Nacional el miércoles cerca de una estación de metro en Washington, en el que dos agentes resultaron heridos de gravedad, había trabajado para la CIA, informó este jueves Fox News.
Según ese canal, Rahmanullah Lakanwal, de 29 años y ciudadanía afgana, estuvo vinculado con varias entidades del Gobierno de Estados Unidos, incluida su Agencia Central de Inteligencia (CIA), debido a su trabajo como miembro de una fuerza asociada en Kandahar.
El director de la CIA, John Ratcliffe, indicó en una declaración a Fox News que la Administración del demócrata Joe Biden (2021-2025) justificó llevar a Lakanwal a Estados Unidos en septiembre de 2021, a raíz de la retirada de Washington de Afganistán, «debido a su trabajo previo con el Gobierno estadounidense, incluida la CIA», como integrante de dicha fuerza asociada.
Ese trabajo «terminó poco después de la caótica evacuación», añadió.
Ratcliffe consideró que esa persona «y muchas otras nunca deberían haber tenido permitido» ir a Estados Unidos: «Nuestros ciudadanos y miembros del servicio merecen mucho más que tener que soportar las continuas consecuencias de los fracasos catastróficos de la Administración de Biden».
El ataque se produjo a la entrada de la estación de metro de Farragut West, a 500 metros de la Casa Blanca y dedicada al almirante David Farragut, quien en vida fuera el responsable de victorias de la Unión durante la Guerra de Secesión estadounidense (1861-1865).
Lakanwal, que fue capturado por las fuerzas del orden, había obtenido un permiso de dos años en 2021 para permanecer en Estados Unidos, pero en la actualidad estaba bajo un estatus irregular tras haber expirado el programa autorizado por Biden.
Los dos miembros de la Guardia Nacional se encuentran en un estado crítico y el ataque recibido, que se produjo en vísperas del Día de Acción de Gracias, provocó una reacción inmediata por parte de las autoridades.
El presidente, Donald Trump, calificó el tiroteo como «un acto de maldad, un acto de odio y un acto de terrorismo», y el secretario de Guerra, Pete Hegseth, anunció que agregarán otros 500 militares más a los 2.500 que desde agosto ya se encuentran en Washington patrullando la capital.
