Zootopia 2 (Ídem, Estados Unidos-2025). Dirección y guión: Jared Bush y Byron Howard. Música: Michael Giacchino. Edición: Jeremy Milton. Con las voces originales de Jason Bateman, Ginnifer Goodwin, Ke Huy Quan, Patrick Warburton, Idris Elba, Andy Samberg, David Strathairn, Quinta Brunson, Danny Trejo, Shakira. Distribuidora: Buena Vista. Duración: 108 minutos. Calificación: apta para todo público. Nuestra opinión: muy buena.
Al término de Zootopia 2, en medio de la larguísima secuencia de créditos finales, una placa en letras bien destacadas nos dice que esta secuela fue realizada por el estudio de animación de Disney con el aporte de “todo el mundo”. Ese reconocimiento hace honor a un despliegue de producción que resulta extraordinariamente inusual hasta para los parámetros habituales de Hollywood y la escala que suele aplicar Disney a sus producciones más grandes.
Igual de impresionante (por cantidad, calidad y nombres) es el muestrario de voces, puestas al servicio de un monumental tablero de personajes antropomórficos. Si hace diez años el primer largometraje de Zootopia nos proponía una realidad paralela en la que todos los mundos posibles (medidos en climas, actividades y hasta estados de ánimo) tenían su lugar y su sentido, esta segunda parte redobla todavía más la apuesta. Un cuadro tan multitudinario que exige cuidado, esmero y perfección tanto en la presentación general como en el detalle (especialmente en el trabajo de cada personaje) es todo un desafío para los animadores de Disney. Y una vez más, como ocurría en la película original, el resultado visual es excelso.
En Zootopia 2, todo este esfuerzo se luce en su expresión más disfrutable y lúdica. Hasta podríamos animarnos a decir que esta es la película animada de Disney que más se acerca al espíritu que supieron tener los mejores títulos de Pixar, y no solo porque uno de ellos aparece explícitamente homenajeado en la trama y la maravillosa banda sonora de Michael Giacchino invoca también esa historia.
La divertida cita de un clásico de Pixar es uno de los tantos chistes (veloces, visuales, llenos de humor físico, jamás ociosos o arbitrarios) que enriquecen una trama que funciona desde el movimiento puro y sobre todo desde el juego. Pasan muchas cosas en Zootopia 2, buena parte de ellas a toda velocidad, pero siempre inspiradas por el espíritu de aventura y de descubrimiento.
La secuela conserva buena parte del espíritu de la primera parte, sobre todo en la atención que la trama presta a cada uno de los personajes (hasta el más pequeño y episódico) detrás de una nueva pesquisa detectivesca encarada por la pareja protagónica de policías novatos: la decidida conejita Judy Hopps y el astuto Nick Wilde, un zorro con alma de estafador y buen corazón. Ahora les toca investigar el origen de todo este enorme hábitat, sus límites y sus inicios en una trama que adapta de manera muy inteligente a las necesidades de los personajes animados algunas claves de la comedia policial y de rematrimonio.
Los mismos responsables de la película original (solo falta Rich Moore, el brillante creador de Ralph el demoledor) insisten en declamar la necesidad de la integración y el respeto a la diversidad, ahora alrededor de reptiles y serpientes. Pero esta consigna se integra de a poco a este gran viaje-divertimento que incluye un amplísimo arco de referencias ligadas a la cultura pop que van de los dibujos de Hanna-Barbera (el concepto mismo del relato trata de capturar el sentido y la evolución del cartoon clásico) a Indiana Jones.
La fiesta resulta completa si se disfruta con las voces originales (Jason Bateman, Ginnifer Goodwin, Ke Huy Quan, Andy Samberg, Patrick Warburton, Idris Elba, David Strathairn), sobre las cuales se diseña casi todo el movimiento de los personajes. A ese plantel de estrellas, como en la primera parte, se suma Shakira, que repite aquí con levísimas variantes (y ahora con una ayudita de Ed Sheeran) la misma canción que viene haciendo desde el Mundial 2010 de Sudáfrica.
