El neurólogo Conrado Estol brindó detalles acerca de las motivaciones relacionadas al insomnio y los tres pilares fundamentales para asegurarse un correcto descanso. “La realidad es que la mayoría de las personas no logra un descanso reparador”, advirtió.
Después de los 65 años, el 15% tiene dificultad para dormirse, el 20% para mantenerse dormido y el 35% se despierta demasiado temprano, según precisó el profesional.
Al respecto, alertó: “Si alguien se duerme en menos de cinco minutos, no es un talento envidiable, sino una señal de déficit crónico de sueño. Normalmente son necesarios 10 a 15 minutos para quedar dormido.

Qué es el insomnio y a qué está relacionado
Estol sostuvo que el insomnio no se define solo por las horas en vela, sino por la somnolencia diurna que afecta la calidad de vida. “Puede formar parte de procesos naturales, como el duelo, en los que no conviene recurrir a medicación hipnótica porque interfiere con la elaboración emocional”, sugirió.
El especialista indicó que el insomnio no se define solo por las horas en vela, sino por la somnolencia diurna que afecta la calidad de vida.
En ese marco, explicó que el insomnio puede estar relacionado con enfermedades psiquiátricas, traumatismo de cráneo, enfermedades neurodegenerativas, como Parkinson o Alzheimer, hipotiroidismo, o incluso con alteraciones nutricionales.

Cuáles son los tres pilares para dormir bien
“Dormir no es solo cuestión de horas: la regularidad es igual o más importante”, afirmó Estol, al tiempo que añadió: “Quienes mantienen horarios consistentes de sueño –incluso fin de semana– reducen el riesgo de muerte por cualquier causa, incluso cáncer o enfermedades cardiovasculares”.
Y siguió: “Quienes tienen más dificultad para levantarse temprano los lunes es por el desarreglo horario que han hecho durante el fin de semana. Y ese cambio de horario de sueño entre días de semana y fin de semana aumenta el riesgo de depresión. Un estudio de biopsia muscular en jóvenes que durmieron pocas horas mostró un cambio significativo con aumento de todos los marcadores de inflamación y lesión celular”.
El tercer pilar es la calidad, que se mide como la proporción del tiempo efectivamente dormido en la cama. Lo ideal es un 85% o más. “Las personas que no alcancen el número adecuado de horas durmiendo están expuestas a duplicar su riesgo de demencia”, concluyó Estol.
