HONG KONG.- El devastador incendio que este miércoles arrasó siete de las ocho torres residenciales de Wang Fuk Court, Tai Po, en Hong Kong, ha causado hasta el momento un total de 65 muertos, cuatro de ellos tras ser trasladados de urgencia al hospital.
Así se confirmó en el último boletín publicado este jueves por los bomberos de la antigua colonia británica durante una sesión informativa sobre el siniestro, que aún mantenía algunos focos activos.
Las autoridades señalaron además que casi 300 residentes permanecían sin ser localizados, lo que alimentó la angustia de las familias reunidas frente al complejo. Los bomberos indicaron más tarde que habían logrado establecer contacto con algunos de ellos, pero que la cifra seguía siendo incierta.
Los bomberos afirmaron que “no descartan la posibilidad de salvar a más heridos”. En este sentido, durante la sesión informativa, un funcionario señaló que no se han dado por vencidos “hasta el momento”, a pesar de las escasas posibilidades de supervivencia de los residentes atrapados en los edificios.
Esperanza en medio del desastre
A pesar del cuadro devastador, este jueves por la mañana los bomberos lograron un rescate que devolvió algo de esperanza en medio del desastre.
Según informó Wong Ka Wing, subdirector del Departamento de Bomberos, los equipos consiguieron sacar con vida a un hombre mayor que permanecía atrapado en el hall del piso 31 de uno de los edificios afectados. El sobreviviente fue trasladado de inmediato al hospital.
El hallazgo se produjo muchas horas después de que comenzara el incendio, lo que sorprendió incluso a los equipos de emergencia, que continúan avanzando nivel por nivel ante temperaturas extremas y estructuras inestables.
Mientras los equipos seguían avanzando en busca de sobrevivientes, las autoridades comenzaron a reconstruir las circunstancias que permitieron que el incendio alcanzara tal magnitud.
Las primeras conclusiones apuntan a que la emergencia no solo fue devastadora por su intensidad, sino también por la forma en que se propagó.
El origen de la tragedia
Las llamas comenzaron en los tradicionales andamios de bambú que rodeaban los edificios de 31 plantas del complejo, que se encontraba en obras. y las mallas plásticas altamente inflamables que rodeaban las torres en reparación, lo que facilitó una propagación extremadamente rápida entre los edificios.
Las autoridades investigan en tanto la causa del fuego, incluida la presencia de los altamente inflamables andamios de bambú y mallas de plástico protectoras que envuelven estas estructuras.
El organismo anticorrupción de Hong Kong lanzó una investigación sobre las renovaciones en el complejo afectado. Horas antes, la policía informó de la detención de tres hombres sospechosos de haber dejado negligentemente envoltorios de espuma en el lugar.
Derek Armstrong Chan, subdirector de operaciones, advirtió que persistían temperaturas “muy altas” en varios niveles y que algunas plantas seguían siendo inaccesibles.
“Hay pisos a los que todavía no pudimos llegar, aunque sabemos que hay personas pidiendo ayuda. Seguimos intentándolo”, dijo.
Los principales desafíos a los que se han enfrentado los bomberos incluyen las altas temperaturas, el reducido espacio interior de estos departamentos y el riesgo de nuevos derrumbes de andamios, según informes de medios locales.
Estos obstáculos explican por qué el combate del fuego se prolongó durante horas y por qué los primeros momentos del siniestro resultaron tan determinantes para su expansión. Volver al inicio del incendio ayuda a entender la rapidez con la que las llamas se apoderaron de casi todo el complejo.
El incendio se declaró el miércoles en Wang Fuk Court, un gran complejo de viviendas públicas en el distrito de Tai Po, a las 14.51 hora local (4.51 en la Argentina).
El complejo, construido en 1983, consta de ocho torres de 31 plantas, siete de las cuales se vieron afectadas por el incendio.
Según un censo gubernamental de 2021, hay un total de 1984 departamentos y aproximadamente 4600 residentes, pero se desconoce cuántas personas se encontraban en los edificios cuando se declaró el incendio.
Muchas personas, en imágenes compartidas en redes sociales, siguen esperando ansiosamente fuera de sus edificios noticias de sus seres queridos.
La ansiedad colectiva frente a la magnitud del desastre aumentó la presión sobre las autoridades, que comenzaron a responder con medidas inmediatas mientras las búsquedas continuaban.

El gobierno anunció las primeras acciones destinadas a evaluar si hubo fallas estructurales que agravaron la tragedia.
El gobierno de Hong Kong anunció una inspección de los complejos residenciales en proceso de renovación importante para verificar la seguridad de los andamios y los materiales de construcción, según anunció el gobernador de Hong Kong, John Lee, en Facebook.
“El gobierno se mantiene unido con todos los ciudadanos de Hong Kong y confiamos en que juntos podremos superar esta situación”, añadió.
Pero el examen oficial no se limitará a aspectos de seguridad y construcción. La tragedia también impulsó a las autoridades a revisar la integridad del proceso de renovación del complejo, un capítulo que ahora queda bajo la lupa de los organismos anticorrupción.
Mientras tanto, la Comisión Independiente contra la Corrupción de Hong Kong(ICAC) anunció que iniciará una investigación penal sobre las renovaciones del Wang Fuk Court.
Tras la creación de un grupo de trabajo especializado en el caso, pretende aclarar las acusaciones de posible corrupción relacionada con las renovaciones importantes.
“Dado el inmenso interés público en juego, la ICAC ha creado hoy un grupo de trabajo para iniciar una investigación exhaustiva sobre la posible corrupción en el importante proyecto de renovación del Tribunal Wang Fuk en Tai Po”, declaró la Comisión Independiente contra la Corrupción en un comunicado.
Agencia ANSA
