
El Comité Español de Representantes de Personas con Discapacidad (CERMI) ha participado en la celebración del 20º aniversario del Centro Español del Subtitulado y la Audiodescripción (CESyA), una efeméride que la entidad ha calificado como una «conquista irrenunciable» de la sociedad civil en materia de accesibilidad audiovisual.
Durante el acto, CERMI ha reconocido la labor del centro en la consolidación de la accesibilidad como «un estándar de calidad democrática», al tiempo que ha alertado sobre las nuevas amenazas que enfrentan las personas con discapacidad, especialmente el discurso de odio digital y la exclusión algorítmica.
Así, con motivo de este vigésimo aniversario, el CERMI ha puesto en valor que el CESyA se ha convertido «en el centro técnico estatal de referencia, resultado de una exitosa colaboración entre administraciones públicas, universidad y movimiento social de la discapacidad», un modelo que ha permitido transformar el panorama cultural español, «haciendo que lo que antes era una excepción técnica sea hoy un derecho fundamental exigible», como ha expresado la directora ejecutiva del CERMI, Pilar Villarino, quien ha destacado que «en estos 20 años se ha demostrado que la accesibilidad audiovisual no es un añadido, sino un pilar de ciudadanía plena».
En el marco de este acto, el CERMI ha subrayado la necesidad de impulsar «medidas urgentes» para frenar la proliferación del discurso de odio hacia las personas con discapacidad en redes sociales y plataformas digitales. La entidad ha advertido de que la falta de accesibilidad y de una moderación adecuada está facilitando la propagación de estas violencias simbólicas.
«La tecnología no es neutra. Si no se diseña con enfoque de derechos humanos, amplifica los prejuicios», ha señalado el CERMI, que ha instado tanto al CESyA como a los poderes públicos a liderar «soluciones tecnológicas que garanticen un entorno audiovisual seguro y respetuoso con la diversidad humana».
De cara a los próximos veinte años, el CERMI ha defendido que la accesibilidad, subtitulado, audiodescripción y lengua de signos deben incorporarse de oficio desde la fase de diseño de todas las producciones audiovisuales.
Asimismo, ha recordado que es «imprescindible que las políticas públicas sean coherentes y no destinen financiación a obras que excluyan a parte de la ciudadanía» por lo que la accesibilidad universal debe mantenerse como «requisito ineludible para acceder a ayudas públicas al cine y al audiovisual».
Además, CERMI ha llamado a afrontar el reto de la Inteligencia Artificial generativa y a garantizar que las nuevas tecnologías no reproduzcan ni profundicen desigualdades preexistentes para que en el año 2026, vigésimo aniversario de la Convención de la ONU sobre los Derechos de las Personas con Discapacidad, la IA sea «una verdadera aliada para la autonomía personal y no una nueva barrera de acceso a la cultura y la información».
