
La gestión de los derechos televisivos y la influencia de LaLiga en la Real Federación Española de Fútbol (RFEF) ocupan un lugar central en el análisis de Luis Rubiales sobre la realidad actual del fútbol español. Según declaraciones recogidas por À Punt, el expresidente de la RFEF critica que la organización que dirige Rafael Louzán haya renunciado a la negociación directa sobre derechos de la Copa del Rey y la Supercopa, lo que, según sus datos, implicó pasar de percibir unos 50 millones de euros a apenas 15 o 16 millones anuales para la Federación y conceder ese control a LaLiga. Rubiales sostiene que “la Federación se lo ha dado ahora a LaLiga” y califica el pacto CVC como perjudicial, señalando que esos acuerdos comprometen a los clubes durante medio siglo.
El medio À Punt informa que Rubiales señaló directamente al actual presidente de la RFEF, Rafael Louzán, acusándolo de priorizar su continuidad en el cargo sobre los intereses generales del fútbol. El exdirigente puso en duda la estrategia institucional y remarcó que, mientras él veía su rol como una lucha por el fútbol, acusa a Louzán de “estar interesado en estar, no en luchar por el fútbol”. En este contexto, Rubiales interpreta que Javier Tebas, presidente de LaLiga, ha aprovechado esta actitud para tomar mayores cuotas de influencia dentro de la Federación: “Louzán le ha dado las llaves de la Federación a Tebas”.
Durante la entrevista reseñada por À Punt, Rubiales también abordó la controversia surgida alrededor de la denuncia del Valencia CF respecto a la Supercopa de España. Cuestionó los motivos detrás de esa acción y argumentó que, en su opinión, el club valencianista “jugaba el juego que quería Tebas”. Rubiales sugirió que Peter Lim, propietario del Valencia, actuó con la aprobación de Javier Tebas, lo que habría sido funcional a los intereses de LaLiga. Además, recordó que la causa fue resuelta en los tribunales a favor de la RFEF y aseguró que todo el proceso se realizó “con luz y taquígrafos”. Según Rubiales, no sólo algunos equipos vieron la Supercopa como un problema, sino que hubo solicitudes directas para que el torneo se suprimiese. No obstante, defendió la transformación de la competición durante su mandato, considerándola un modelo exitoso dentro del calendario internacional.
En relación al acuerdo con la empresa Kosmos, fundada por Gerard Piqué, À Punt detalló que Rubiales desestimó posibles conflictos de intereses. El expresidente de la RFEF afirmó que la opinión definitiva dependía del órgano de buen gobierno, que concluyó que no existía conflicto. Insistió en que la Federación no pagaba directamente a Kosmos y cuestionó la falta de repercusión de los tratos de Piqué con LaLiga, sugiriendo la necesidad de investigar si recibió comisiones en esas operaciones: “Por cierto, Gerard Piqué ha cerrado negocios antes y después con LaLiga, y nadie ha dicho nada; hay que preguntar si le han pagado comisiones”.
À Punt recogió además la revelación de Rubiales sobre un intento privado de reconciliación con Javier Tebas en 2020. El exmandatario relató que se puso en contacto con el máximo responsable de LaLiga buscando superar el enfrentamiento personal e institucional por el bien del fútbol español. Rubiales afirmó que tras una primera conversación para acordar una reunión, recibió “una demanda de inhabilitación de LaLiga en el despacho” tan solo dos días más tarde, frustrando cualquier posibilidad de acuerdo entre ambas partes.
En los últimos tramos de la entrevista, Rubiales se refirió a la polémica con Jenni Hermoso. Aseguró que el beso que le costó la presidencia de la RFEF careció de intencionalidad sexual y defendió que la jugadora le dio su consentimiento previo. Expresó que ya ha asumido responsabilidades por su error “institucional y protocolario”, pero reafirmó que no siente que tenga que pedir disculpas personales a Hermoso. Rubiales dijo: “No tengo por qué pedirle perdón a ella, porque le pregunté antes y ella me dijo ‘vale’. Si hay alguien que tiene que pedir perdón no soy yo. Yo ya he pedido perdón por mi equivocación institucional, protocolariamente estuve fatal. Soy muy firme en esto y no voy a cambiar. Quien cambió fue ella”. Manifestó también el impacto personal y mediático del caso, criticando la persistencia con la que se han difundido las imágenes en la televisión y describió las dificultades experimentadas tanto por Jorge Vilda como por sus allegados. Rubiales opinó que la atención mediática en torno al beso sirvió para desviar la mirada pública de otros temas que, según él, interesaban al Gobierno y a ciertos sectores políticos. A su juicio, el gesto “era un beso de alegría, no tiene ninguna connotación sexual”.
El recorrido de la entrevista en À Punt muestra la visión crítica de Rubiales sobre la gestión de la RFEF tras su salida, señalando lo que considera pérdida de autonomía federativa, cuestionando la actuación de dirigentes y clubes, y defendiendo su papel al frente de la organización frente a las controversias recientes.
