
Kirill Budanov, responsable de la Dirección General de Inteligencia del Ministerio de Defensa de Ucrania, junto con otras altas figuras militares y de seguridad, forma parte de la renovada delegación ucraniana que viaja actualmente a Estados Unidos con el objetivo de celebrar una serie de encuentros clave en el contexto de las negociaciones de paz. De acuerdo con lo publicado por medios internacionales, este cambio en la composición del equipo negociador surge tras la reciente dimisión del asesor presidencial Andri Yermak, una salida que se produjo en medio de acusaciones de corrupción y que obligó a Volodimir Zelenski, presidente de Ucrania, a reorganizar rápidamente a su representación diplomática.
Según consignó la cobertura de la prensa especializada, la nueva delegación de paz se distingue por la ausencia de Yermak, quien hasta el viernes lideraba el equipo responsable del diálogo con Moscú. En su lugar, Rustem Umerov, quien se desempeñaba como secretario del Consejo de Seguridad Nacional y Defensa, tomó el mando del grupo. Umerov ya había tenido experiencia como subalterno directo en las tratativas previas, lo que permitiría cierto grado de continuidad. Lo acompaña Alexander Bevz, quien ocupaba el puesto de adjunto de Yermak, asegurando el traspaso operativo de las tareas críticas del equipo.
Junto al propio Budanov, la comitiva está integrada también por Vadim Skibitsky, jefe adjunto militar del Ministerio de Defensa, Andriy Hnatov, jefe del Estado Mayor General de las Fuerzas Armadas de Ucrania, y Oleg Ivashchenko, jefe del Servicio de Inteligencia Exterior. El equipo se dirige este fin de semana a los Estados Unidos, donde mantendrán reuniones en Florida con el enviado especial estadounidense Steve Witkoff y, según detalló el presidente Zelenski, también con Jared Kushner, yerno del expresidente Donald Trump.
En un comunicado oficial citado por la prensa, Zelenski declaró: «Rustem ha presentado este sábado un informe con una misión clara: definir con rapidez y rigor los pasos necesarios para poner fin a la guerra. Ucrania continúa trabajando con Estados Unidos de la manera más constructiva posible, y esperamos que los resultados de las reuniones en Ginebra se concreten en Estados Unidos. Espero con interés el informe de nuestra delegación tras su trabajo de este domingo».
Tal como ha detallado el medio que cubre el desarrollo de estos encuentros, Witkoff asumirá un papel protagónico en la delegación de Washington y liderará el equipo estadounidense en la próxima ronda de conversaciones con representantes rusos. Este dinamismo diplomático se produce después de una semana en la que Estados Unidos emitió un ultimátum dirigido a Kiev, exigiendo la aceptación, antes del Día de Acción de Gracias, de los términos de un preacuerdo considerado favorable para los intereses de Rusia. A raíz de las intensas negociaciones en Ginebra y la presión de los aliados europeos de Kiev, el documento final llevó una redacción menos vinculante y dividió en ámbitos independientes los temas más conflictivos.
Según publicó la prensa internacional, la participación de los países europeos se ha visto limitada a áreas específicas del proceso bilateral entre Washington y Kiev, en las que su intervención resulta indispensable. De esta forma, los representantes europeos solo han formado parte de las sesiones donde se debaten los esquemas de garantías de seguridad propuestos junto con Estados Unidos.
Mientras Washington sostiene que las conversaciones con Ucrania han registrado avances, persisten los viejos retos que han obstaculizado progresos en anteriores rondas de diálogo: una solución que resulte aceptable para Kiev suele alejarse de las demandas de Moscú y viceversa. Asimismo, el jueves anterior, el presidente ruso Vladímir Putin reiteró de forma pública la exigencia de que las fuerzas armadas ucranianas abandonen las zonas de la región de Donetsk que el ejército ruso no logró conquistar mediante operaciones militares, una condición considerada inaceptable en reiteradas oportunidades por parte del gobierno de Ucrania.
Según reportó el mismo medio, la reestructuración de la delegación ucraniana y el inicio de conversaciones con autoridades estadounidenses y allegados al entorno de Trump se produce en un escenario de presión diplomática y expectativas sobre el resultado de los encuentros bilaterales. El presidente Zelenski remarcó la voluntad de Ucrania de actuar con rapidez estratégica y de adaptar su enfoque para alcanzar una solución diplomática que permita terminar el conflicto, en un contexto de tensiones renovadas y profundas discrepancias entre las partes en los puntos más delicados de la negociación.
