El regreso de Abel Braga al banco de Inter de Porto Alegre duró apenas unas horas en el centro de la escena deportiva antes de quedar eclipsado por un comentario homofóbico que generó un rechazo inmediato.
El experimentado entrenador, de 73 años, volvió del retiro para intentar rescatar al club de un posible descenso histórico, pero su primera conferencia de prensa abrió un frente inesperado y fue motivo de debate.
Frente a los medios en Porto Alegre, Braga relató una conversación interna que había tenido y comentó entre risas: “No quiero que mi equipo se entrene con camisetas rosas, parecen un grupo de maricones (viados)”.
Consultado enseguida por el exabrupto, intentó restarle gravedad: insistió en que había sido una broma para “relajar” la tensión en el diálogo con los periodistas y con la que quería transmitir la idea de “chicos fuertes”.
El intento de justificación no frenó la reacción: en pocas horas, el repudio circuló masivamente en redes y terminó forzando un descargo en Instagram: “Colorados y coloradas, en primer lugar reconozco que no hice una buena declaración sobre el color rosa durante mi conferencia. Antes de que esto se descontrole, pido disculpas”.
“Los colores no definen géneros. Lo que define es el carácter. Internacional necesita paz y mucho trabajo”, cerró.

El episodio se da en un contexto en el que el fútbol brasileño viene discutiendo cada vez con más fuerza los límites del lenguaje y las sanciones por discriminación. Este mismo año, el entrenador Hélio dos Anjos recibió nueve partidos de suspensión y una multa de 20.000 reales (US$3750) por insultos homófobos contra un árbitro en un encuentro de la Serie B, un antecedente que aumentó la presión sobre cualquier expresión similar.
Un repaso por la trayectoria de Abel Braga
Nacido en Río de Janeiro y formado como defensor, Braga construyó una trayectoria extensa y muy respetada -primero como jugador y luego en calidad de DT- en Brasil, con pasos por múltiples clubes del país y del exterior.
Su figura tiene un peso simbólico fuerte en Porto Alegre: es un ídolo histórico, responsable de una de las campañas más recordadas del club, cuando condujo al Inter a ganar la Copa Libertadores y la Intercontinental de 2006, victorias que marcaron para siempre su vínculo con la institución.

Hoy vuelve a un club en situación crítica: Inter está 17º de 20 equipos, con 41 puntos, y necesita vencer a São Paulo y Bragantino para evitar caer a la Serie B. Aceptó regresar de forma excepcional y sin cobrar sueldo.
Con información de Reuters
