
El cuarto título continental de Flamengo se definió con exactitud milimétrica tras una jugada a balón parado que cambió el signo de la final. Según publicó la prensa deportiva, Danilo, exjugador del Real Madrid, marcó el único tanto del duelo en el minuto 67 en el Estadio Monumental de Lima, después de una asistencia de Giorgian de Arrascaeta desde el tiro de esquina y tras un inusual descuido defensivo de Palmeiras. Ese acierto permitió a Flamengo consagrarse nuevamente campeón de la Copa Libertadores de América tras un partido marcado por la igualdad táctica.
Tal como consignó el medio deportivo que cubrió la final, ambos equipos mantuvieron un equilibrio defensivo durante la mayor parte del encuentro, con escasas situaciones de gol. El conjunto dirigido por Filipe Luis se apoyó en la posesión del balón y buscó maniatar a Palmeiras, alejando la acción del área defendida por Santos. Esta estrategia de control resultó evidente en una primera parte en la que la prudencia y la intensidad defensiva tomaron protagonismo, resultando en un marcador sin goles al descanso.
El desarrollo del juego, detalló el mismo medio, se vio condicionado por la presión constante de ambas formaciones y su capacidad para reducir los espacios. El partido estuvo caracterizado por un número reducido de ocasiones claras, ya que las dos alineaciones priorizaron el orden táctico sobre el riesgo ofensivo. Arrascaeta, figura clave en Flamengo durante toda la competición, tuvo la oportunidad más peligrosa en la apertura, aunque Palmeiras logró sostener la igualdad en los primeros 45 minutos.
El único error defensivo de Palmeiras en la jornada derivó en el gol de Danilo, quien aprovechó el envío de Arrascaeta y definió con un cabezazo que resultó inalcanzable para el portero. La prensa deportiva describió esta jugada como decisiva tanto por su ejecución como por el momento, ya que desestabilizó la estructura del equipo paulista y rompió el equilibrio que había predominado.
Tras verse en desventaja, Palmeiras modificó su planteamiento y pasó a buscar la igualdad con movimientos más ofensivos. Según informó la cobertura del medio presente en la final, Vitor Roque dispuso de una de las opciones más claras para empatar, pero no logró superar la resistencia de la portería defendida por Flamengo. Por parte del equipo carioca, Everton estuvo cerca de aumentar la ventaja con un tiro libre que golpeó el poste, manteniendo la incertidumbre hasta los minutos finales.
El entrenador Filipe Luis alcanzó este logro internacional en su primera experiencia como director técnico después de una extensa carrera en clubes europeos. De acuerdo con la prensa deportiva, la gestión de Luis resultó clave para consolidar la defensa y administrar la ventaja durante los momentos más exigentes del encuentro. Flamengo capitalizó su disciplina táctica en todos los sectores del campo, lo que le permitió neutralizar al adversario en el tramo definitorio.
En los minutos conclusivos, Flamengo reforzó su planteamiento defensivo y supo resistir la presión ofensiva de Palmeiras, que apostó por la intensidad física para intentar revertir el marcador. Según reportó la prensa especializada, el conjunto de Río de Janeiro no perdió el control del partido en ningún momento tras el gol, y el cronómetro se consumió sin sobresaltos relevantes para sus intereses.
La victoria posiciona a Flamengo como la institución brasileña con mejor desempeño internacional en la historia reciente de la Copa Libertadores, superando a otros clubes del país, incluido su rival en la final. Crónicas y análisis sectorizados difundidos por medios deportivos coinciden en que este nuevo trofeo reafirma el liderazgo de Flamengo en el fútbol sudamericano, confirmando su influencia como representante destacado de la región y extendiendo una racha positiva en el panorama continental.
El equipo actualmente sigue presente en el campeonato brasileño y, según detalló la prensa, aspira a sumar más trofeos durante la temporada. Sumado al resultado en Lima, este ciclo consolida la gestión de una plantilla experimentada bajo la guía de un entrenador en pleno ascenso en su carrera en los banquillos. El planteamiento defensivo exhibido frente a Palmeiras y la capacidad para capitalizar errores rivales se perfilaron como los elementos decisivos que permitieron al elenco de Río de Janeiro celebrar una nueva coronación internacional.