
El incendio que se desató recientemente en el complejo de apartamentos Wang Fuk continúa impactando la vida de decenas de familias, mientras las operaciones de búsqueda y rescate mantienen como prioridad la localización de cerca de 200 personas desaparecidas, en una tragedia que hasta el momento provocó la muerte de 128 personas. El Gobierno de Hong Kong, como respuesta directa a la magnitud de los hechos, decidió suspender de inmediato todas las obras gestionadas por Prestige Construction & Engineering Company Limited, sumando un total de treinta proyectos paralizados en el territorio, según consignó la web institucional del Gobierno de Hong Kong.
Esta determinación se enmarca en el análisis preliminar desarrollado por el Departamento de Edificaciones de Hong Kong, que detectó, a través de los informes iniciales, que algunos materiales empleados durante la construcción en Wang Fuk contribuyeron de forma significativa a la rápida expansión del fuego. Este elemento resultó determinante para que la administración local ordenara la revisión integral de los protocolos de seguridad y de los procesos constructivos, medida señalada como condición obligatoria antes de que Prestige Construction & Engineering retome cualquier actividad, reportó el sitio oficial del gobierno.
De acuerdo con el reporte gubernamental, la intervención de las autoridades pretende mejorar la protección tanto para los trabajadores como para los pobladores cercanos a los desarrollos inmobiliarios suspendidos. La suspensión de los proyectos también responde a la necesidad de garantizar que los protocolos de emergencia y los sistemas de mitigación de riesgos se adecúen a los estándares más estrictos. Hasta que la empresa no presente nuevos planes de seguridad aprobados por las autoridades y actualice los procedimientos requeridos, ninguna obra podrá reiniciarse, puntualizó la administración local.
Durante la investigación, distintos entes regulatorios y de supervisión técnica, entre ellos la policía y la Comisión Independiente contra la Corrupción, analizarán si existieron fallas graves vinculadas a la seguridad, irregularidades administrativas o posibles actos de corrupción en la gestión y tramitación de los proyectos. Según reportó la página institucional del gobierno, los equipos de inspección evaluarán con detalle la idoneidad de los sistemas contra incendios y la legitimidad de los materiales empleados, buscando prevenir que situaciones similares afecten a otras edificaciones bajo responsabilidad de la misma empresa.
Prestige Construction & Engineering enfrenta, además de la paralización de proyectos, procesos judiciales tras la detención de dos de sus directores y un consultor en ingeniería, acusados inicialmente de homicidio involuntario. Aunque recuperaron la libertad bajo fianza, fueron nuevamente citados por la Comisión Independiente contra la Corrupción, según detalló el sitio oficial del gobierno, debido a presuntas deficiencias en la administración de riesgos y posibles fallas normativas en los procedimientos realizados por la compañía.
La exigencia gubernamental extiende su alcance a todas las empresas que tengan obras paralizadas por cuestiones de seguridad: deberán probar mejoras prácticas tangibles en sus sistemas, actualizar procedimientos y ceñirse al uso de materiales acordes a las regulaciones vigentes. Toda evidencia que sustente estos avances será objeto de auditoría previa antes de autorizar la reactivación de obra, remarcó la administración en sus comunicados.
Según el reporte gubernamental, se dispuso la coordinación permanente entre la policía, la Comisión Independiente contra la Corrupción y las unidades de fiscalización del Departamento de Edificaciones para supervisar de manera integral tanto los aspectos penales como técnicos derivados del caso Wang Fuk. El proceso de revisión técnica abarcará desde la capacitación del personal en prevención de emergencias hasta la fiscalización estricta de los materiales y métodos empleados, considerando que la falta de controles adecuados incrementó los riesgos para los residentes, agregó la fuente oficial.
A raíz del incendio y la gravedad de las consecuencias, el gobierno local reforzó la normativa edilicia e impuso mayores requisitos para la elaboración de reportes periódicos acerca de procesos, materiales y formación en seguridad laboral en el sector constructor. De acuerdo con sucesivos comunicados citados por la web institucional, la administración remarcó su potestad para interrumpir cualquier proyecto que represente peligro inminente, y reiteró la obligación de adaptar las prácticas de todo el sector a las nuevas exigencias.
El incidente en el complejo Wang Fuk, según señaló la página del gobierno de Hong Kong, motivó una revisión profunda de los sistemas de prevención de emergencias en toda la región, con la finalidad de fortalecer la protección de la vida humana y asegurar el cumplimiento del marco regulatorio. Las autoridades insistieron en que el caso debe convertirse en un precedente para el cambio de paradigma en la industria de la construcción local, estableciendo rigurosas auditorías, formación constante y actualización de estándares en beneficio de la seguridad pública.
