El Consejo de Ministros ha dado luz verde este martes a una senda de déficit con condiciones idénticas a la aprobada el pasado 18 de noviembre, después de que el Congreso de los Diputados rechazase el pasado jueves el texto con los votos en contra de PP, Vox, Junts y UPN. Los objetivos de estabilidad presupuestaria y de deuda pública el periodo 2026-2028, que concretan el llamado ‘techo de gasto’ (el límite en el gasto no financiero para el conjunto de las administraciones), serán enviados por segunda vez a las Cortes para que estas decidan si permiten que salga adelante, pese a no contar de momento con los apoyos necesarios para ello.
Si la propuesta del Gobierno no logra el respaldo del Congreso por segunda vez, se aplicarán de forma automática los límites de déficit contemplados en el plan fiscal estructural remitido en 2024. Aunque estos topes coinciden en términos globales con los objetivos rechazados, introducen una diferencia clave: las autonomías deberán culminar sus ejercicios presupuestarios en perfecto equilibrio, suprimiendo la posibilidad de incurrir en una décima de porcentaje de déficit. De acuerdo a las estimaciones avanzadas, la entrada en vigor de esta regla más estricta supondría para las comunidades autónomas un recorte total de 5.485 millones de euros en margen de gasto durante el periodo 2026-2028.

Completado este segundo paso en las Cortes, independientemente del resultado, el Ejecutivo da por cumplidos los trámites necesarios previos al planteamiento del proyecto de presupuestos generales para 2026 y pasará a la siguiente fase del procedimiento parlamentario.
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