
El exsenador y exembajador Roy Barreras propuso un aumento significativo del salario mínimo en Colombia, al considerar que actualmente los trabajadores perciben “salarios de hambre”.
En una declaración en redes sociales, el político afirmó que “es hora de que los colombianos ganen más”, tras calificar al país como “rico y lleno de riqueza”.
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Por medio de un video publicado en su cuenta en X, Barreras señaló que “no tiene sentido que sigamos pagando salarios de hambre que no le alcanzan a la gente para vivir”.
La propuesta del excongresista es llevar el salario mínimo a “1.800.000 pesos, mínimo”. Barreras justificó el pedido al recordar que, en su opinión, Colombia es “el tercer país más desigual del planeta”.

El también expresidente del Senado sostuvo que “inyectarle más recursos a las familias más pobres implica que la gente pueda consumir más” y que esto incrementaría las ventas de los empresarios: “El empresario vende más”, aseguró el diplomático.
Además, remarcó su intención de aumentar la productividad nacional y promover la generación de más empleos con “salarios dignos”.
La iniciativa forma parte de una serie de propuestas impulsadas por figuras afines al actual gobierno, quienes buscan combatir la desigualdad con políticas económicas redistributivas.
Por último, Barreras afirmó que “vamos a hacerlo en el próximo gobierno”, aludiendo a una posible continuidad de las políticas actuales si su sector permanece en el poder.
Armando Benedetti también señaló que para el 2026 el salario mínimo debe subir dos dígitos
El ministro del Interior, Armando Benedetti, solicitó públicamente que el aumento del salario mínimo para Colombia alcance un porcentaje de dos dígitos, sumando tensión al tradicional debate económico de cierre de año.
“El aumento del salario mínimo debe ser de dos dígitos”, afirmó en la red social X, distanciándose de posturas más moderadas dentro del gabinete.
En un video compartido por la misma plataforma, Benedetti profundizó su planteamiento desde una perspectiva personal ligada al sector laboral.
“Voy a hablar como alguien que siempre ha sido amiga de la clase trabajadora”, manifestó el funcionario, quien además resaltó la brecha salarial entre Costa Rica y Colombia: “En Costa Rica ya es más de setecientos ochenta y pico de dólares, mientras que aquí en Colombia es solamente 323 dólares el salario mínimo”.
El ministro defendió la idea de que la diferencia con los países vecinos debiera motivar un reajuste sustancial: “Un aumento del salario mínimo lo que da es más productividad en la economía”. Esta referencia incluyó una crítica al bajo nivel de ingresos en comparación regional.
En su mensaje, Benedetti se dirigió de forma directa al ministro del Trabajo, Antonio Sanguino, aclarando que su declaración no representa una postura institucional: “Se va a molestar mi amigo y ministro Sanguino, pero no voy a hablar como ministro ni como colega de él”.
Ministro del Trabajo exige rigor en negociación del salario mínimo 2026
El Ministerio del Trabajo anunció el 1 de diciembre de 2025 el inicio formal del proceso de concertación del salario mínimo para el año 2026 en Bogotá, con la presencia de representantes del gobierno, centrales obreras y gremios empresariales.

De acuerdo con Radio Nacional de Colombia, el ministro Antonio Sanguino hizo un llamado a evitar previsiones sin sustento técnico al señalar: “No queremos que sobre este asunto se hagan cuentas alegres sino que haya una discusión leal y sincera, en el escenario que establece la ley”.
Sanguino, insistió en que la discusión sobre el aumento exige rigor y seriedad, alejándose de especulaciones que han circulado en días recientes. Aunque aún no se han presentado las propuestas oficiales de incremento, el ministro manifestó que el objetivo es alcanzar un acuerdo que beneficie significativamente a los trabajadores, superando el valor de la inflación.
Durante la jornada, la mesa de concertación experimentó la salida de Fenalco, lo que generó reacción entre líderes sindicales y trabajadores.
El Ministerio recordó que el índice de productividad, la inflación de 2025 y las estimaciones para el siguiente año serán variables centrales en la negociación.
Si no se logra consenso antes del 16 de diciembre de 2025, se podrá prorrogar el diálogo hasta el 30 de diciembre de 2025; en caso contrario, la decisión final quedará en manos del presidente Gustavo Petro.
