El martes 2 de diciembre, Miguel Uribe Londoño, ahora exprecandidato presidencial, anunció su renuncia al Centro Democrático en una conferencia de prensa donde no solo explicó los motivos de su salida, sino que lanzó duras críticas a sus excolegas y precandidatas presidenciales del partido: María Fernanda Cabal, Paloma Valencia y Paola Holguín.
Uribe Londoño, que fue uno de los fundadores de la colectividad, se mostró sorprendido por la forma en que su renuncia fue gestionada: “No lo había hecho. Por eso, sorprende que se haya anunciado mi supuesta renuncia sin haberme consultado jamás. Ni el director del partido ni ninguna autoridad me preguntó si era cierto”.
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Durante la conferencia, el líder resaltó que su campaña había sido sólida y transparente, liderando las encuestas, lo que fue el punto de quiebre de sus posteriores pullas: “Mi único objetivo es servir a Colombia y honrar el legado de mi amado hijo, Miguel Uribe Turbay (….) Es absurdo pensar que quien va ganando decide retirarse a pocos días de la meta”.

El duro señalamiento que hizo Uribe Londoño a las senadoras del Centro Democrático
Tras su intervención inicial, cuando llegó el turno de responder las preguntas de los periodistas, hubo una en relación con sus compañeros en la disputa por la candidatura del partido que lidera el expresidente Álvaro Uribe, por lo que Uribe Londoño no dudó en aprovechar la ocasión para cuestionar la desconfianza que sus excolegas mostraban hacia las encuestas colombianas.
Primero, Uribe Londoño dejó en claro que: “Yo no soy peleador, yo no soy pendenciero. Yo soy muy sereno y muy tranquilo; y a la edad mía tengo una tranquilidad todavía más grande. Yo no tuve ningún conflicto con nadie dentro del Centro Democrático”.
“He sido muy cuidadoso en no hacer una discusión pública, porque nos comprometimos a hacerlo en privado y siempre lo hice en privado. Eso no lo respetaron otros precandidatos. Yo no he armado ningún lío ni ningún conflicto público. Siempre lo he conversado con el director del partido”, al señalar que si hubo discusiones con sus excoelgas no fue por su culpa.

“No sé por qué a las precandidatas no les gustan las encuestadoras colombianas. No les dan confianza. Algo así que yo podría interpretar como que las encuestadoras colombianas hacen trampa”, comentó, dejando entrever sus dudas sobre la postura de las precandidatas del partido.
El exprecandidato no dudó en señalar que las senadoras Cabal, Valencia y Holguín, con más de 10 años en el Congreso, no habían logrado captar el apoyo popular: “Me pregunto, esas tres precandidatas del Centro Democrático llevan 12 años en el Congreso de Colombia y en las encuestas, escasamente llegan al 1%. ¿Qué es lo que pasa ahí? ¿Será verdad o será mentira?”.
Uribe Londoño habló de lo que pasaba al interior del colectivo político y lo que fue su petición de que el proceso de selección de candidato presidencial dentro del Centro Democrático fuera transparente.

“Lo que yo pedía era que fueran encuestadoras colombianas, con intención de voto, no con medición de actividad digital”, explicó, al añadir que las encuestas debían ser auditables y cumplir con la ley. Recordó que su campaña nunca contó con “encuestadoras de bolsillo”, una referencia a lo que él consideraba prácticas irregulares en algunos sectores del partido.
“Cuando una encuesta sale mal, uno lo que tiene que hacer es trabajar más; cuando sale bien, se debe trabajar aún más”, expresó, citando las palabras de su hijo, Miguel Uribe Turbay, para hacer énfasis en la importancia del esfuerzo constante, independientemente de los resultados en las encuestas.
Ante las controversiales palabras del exsenador, ahora las precandidatas Cabal, Valencia y Holguín deberán demostrar si realmente pueden superar las dificultades internas y las bajas en las encuestas para posicionarse como las opciones viables del partido para las elecciones de 2026.
