
El uso de plantas medicinales cuenta con una larga tradición en distintas culturas y el castaño de Indias aparece frecuentemente vinculada con el tratamiento de problemas circulatorios y várices. En los últimos años, el consumo del té elaborado con sus semillas ha despertado interés dentro de quienes buscan alternativas naturales para mejorar la salud vascular y reducir molestias asociadas a la mala circulación.
Esta planta (Aesculus hippocastanum) es un árbol originario de la región de los Balcanes, aunque su presencia se ha extendido a buena parte de Europa, Asia y América. Los preparados a base de esta planta, en especial el té obtenido mediante infusión de sus semillas, ganaron notoriedad por su supuesto efecto beneficioso sobre la circulación sanguínea. Diversos estudios analizaron sus componentes activos, entre los que se encuentra la aescina. Este elemento se asocia con propiedades venotónicas, es decir, con la capacidad de tonificar las paredes de las venas y ayudar a fortalecer los vasos capilares.

La sintomatología de las várices, caracterizada por venas hinchadas de color azulado y sensación de pesadez en las piernas, se relaciona frecuentemente con deficiencias en la circulación venosa. El consumo de té de castaño de Indias se promueve habitualmente para aliviar estos síntomas. Entre los efectos destacados, se reporta una reducción en la inflamación, menor sensación de fatiga y una posible mejora en el retorno venoso, según información difundida por especialistas en fitoterapia.
Elaborar el té requiere precauciones. La semilla del castaño de Indias contiene compuestos que, en estado crudo, pueden resultar tóxicos. El proceso de infusión permite extraer sus principios activos, pero debe realizarse bajo parámetros estrictos para evitar presencia de sustancias indeseadas.
Las recomendaciones suelen indicar no sobrepasar las cantidades sugeridas ni prolongar su ingesta durante periodos excesivamente largos. Aunque su uso es popular en países de Europa, organismos como la Agencia Europea de Medicamentos (EMA) subrayan la importancia de consultar con profesionales de la salud antes de iniciar cualquier tratamiento herbal, en particular si se consumen anticoagulantes u otros fármacos asociados a enfermedades vasculares.

Especialistas en medicina interna sostienen que el principal valor de este té radica en su potencial para complementar, nunca reemplazar, tratamientos médicos indicados por profesionales. La actividad física regular, el control del peso y la consulta médica periódica conforman pilares básicos para el manejo adecuado de la insuficiencia venosa. Desde distintas asociaciones médicas se insiste en evitar la automedicación y suspender su uso si aparecen efectos adversos como malestares gástricos, picazón o erupciones cutáneas.
