WASHINGTON.– En su primera Estrategia de Seguridad Nacional de su segundo mandato, el presidente Donald Trump pone el foco en América Latina y, en un documento que ya despertó reacciones, profundiza sus críticas a Europa, histórico socio de Washington, al afirmar que el continente se enfrenta a la “grave perspectiva de una desaparición de la civilización”.
El documento, que todos los mandatarios norteamericanos deben publicar durante su gobierno por exigencia del Congreso, establece los lineamientos de la política exterior del magnate conocida como “America First” (Estados Unidos Primero) y asegura que Washington abordará una reorientación de la presencia militar global para centrarse en los peligros en el Hemisferio Occidental, lo que incluye el uso de la “fuerza letal” para combatir el narcotráfico en América Latina, la competencia económica con China y al tiempo que ofrece pocos detalles sobre su estrategia hacia Rusia.
“En todo lo que hacemos, priorizamos a Estados Unidos”, escribió Trump en el prólogo del documento, al que denominó “una hoja de ruta para garantizar que Estados Unidos siga siendo la nación más grande y exitosa de la historia de la humanidad”.
“Los días en que Estados Unidos sostenía todo el orden mundial como si fuera Atlas se acabaron”, dice el texto, que asegura que el gobierno buscará “proteger a nuestra patria”, trabajando con socios para “controlar la migración, frenar el flujo de drogas y fortalecer la estabilidad y la seguridad por tierra y mar”.
Además, insta a la OTAN a reconsiderar su apertura a nuevos miembros. Una de las prioridades de la administración de Trump, señala el documento, es “poner fin a la percepción y evitar la realidad de que la OTAN sea una alianza en expansión perpetua”. La estrategia afirma además que Europa debe “asumir la responsabilidad principal de su propia defensa”.
Al documento publicado el jueves por la noche deberá sucederlo la “Estrategia de Defensa Nacional” del Pentágono. Se espera que la misma sea presentada pronto por el secretario de Defensa, Pete Hegseth, y que ofrezca más detalles sobre los objetivos y programas militares de Washington.
Críticas a Europa
El texto de la Casa Blanca advierte que Europa va camino a volverse “irreconocible” debido a las políticas migratorias que, según afirma, están socavando las identidades nacionales de los países europeos. Y afirma que la política de Estados Unidos debería ser ayudar a Europa a “corregir su trayectoria actual” en las próximas décadas.
“Una amplia mayoría europea quiere la paz, pero ese deseo no se traduce en políticas, en gran medida debido a la subversión de los procesos democráticos por parte de esos gobiernos”, señala el documento de Trump. “Esto es estratégicamente importante para Estados Unidos precisamente porque los Estados europeos no pueden reformarse si están atrapados en una crisis política”.
La estrategia internacional de la nueva gestión de Trump critica duramente los esfuerzos europeos por poner fin a la guerra en Ucrania y advierte que el continente corre el riesgo de una “erosión de la civilización” si no modifica sus políticas migratorias.
Estados Unidos, dice el texto, “se encuentra en desacuerdo con funcionarios europeos que mantienen expectativas poco realistas sobre la guerra, apoyados en gobiernos minoritarios inestables, muchos de los cuales pisotean principios básicos de la democracia para reprimir a la oposición”.
Al mismo tiempo, considera que Washington tiene un “interés fundamental” en “negociar un cese expedito de las hostilidades en Ucrania” y “establecer estabilidad estratégica con Rusia”, sin ofrecer más explicaciones sobre el futuro enfoque estratégico en la relación entre Washington y Moscú.
Por otro lado, el documento afirma que ciertos países de la OTAN pronto se volverán “mayoritariamente no europeos” y expresa su apoyo a los partidos de derecha y ultraderecha que han ido en aumento en el continente. “La creciente influencia de los partidos europeos patrióticos, en efecto, es motivo de gran optimismo”, señala, sin mencionar a ninguno en particular, pero en una referencia a los espacios nacionalistas y que rechazan la migración.
Trump no ha ocultado su desprecio por los líderes políticos europeos y los ha presionado repetidamente para que se sometan a su voluntad en materia de financiación de la OTAN, comercio y aranceles, y otros asuntos económicos. El vicepresidente J.D. Vance lanzó una fuerte crítica a los principales partidos políticos europeos en un discurso pronunciado en Múnich en febrero, instándolos a poner fin al aislamiento de los partidos de extrema derecha en todo el continente.
Pero el documento publicado este jueves es la declaración más clara hasta la fecha de cómo el presidente norteamericano quiere que su política exterior sea un llamado de atención para que otros políticos nacionalistas reformen sus sistemas políticos. Y se hace eco del lenguaje de la llamada Teoría del Gran Reemplazo, una teoría conspirativa nacionalista adoptada por algunos de sus principales asesores, que advierte sobre un esfuerzo deliberado por reemplazar a la población blanca por inmigrantes no blancos.
La primera reacción desde Europa llegó por parte del ministro de Relaciones Exteriores de Alemania, Johann Wadephul, quien dijo que su país no necesita “consejos externos”, en un claro mensaje a Trump.
“Creo que los asuntos sobre libertad de expresión o la organización de nuestras sociedades libres no tienen cabida (en la estrategia), en cualquier caso, al menos en lo que respecta a Alemania», declaró el funcionario.
El documento publicado por la administración de Trump marca además un claro contraste con la estrategia presentada en 2022 por el gobierno de Joe Biden, que condenaba “la brutal e injustificada guerra de Rusia” contra Ucrania e indicaba “contener a Rusia” como una prioridad.
Foco en América Latina
Por otro lado, la estrategia presenta a Trump como el modernizador de la Doctrina Monroe, proclamada hace dos siglos, en la que Estados Unidos declaró a América Latina fuera del alcance de potencias rivales, entonces europeas.
Washington reajustará su “presencia militar global para hacer frente a amenazas urgentes en nuestro Hemisferio, y alejarnos de escenarios cuya importancia relativa para la seguridad nacional estadounidense ha disminuido en las últimas décadas o años», reza el texto.
En líneas generales, Washington busca poner fin a las migraciones masivas en el mundo –no sólo en Europa– y hacer del control de las fronteras “el elemento principal de la seguridad” norteamericana, de acuerdo al documento.
«La era de las migraciones masivas debe llegar a su fin. La seguridad de las fronteras es el elemento principal de la seguridad nacional», señala la nueva estrategia.
“Debemos proteger a nuestro país contra las invasiones, no solo contra las migraciones descontroladas, sino también contra las amenazas transfronterizas como el terrorismo, las drogas, el espionaje y la trata de personas», agrega.

El documento también afirma que Medio Oriente ha dejado de ser un foco central de la política exterior norteamericana y orienta su atención a intentar frenar el avance de China.
“Los días en que Medio Oriente dominaba la política exterior tanto en la planificación a largo plazo como en la ejecución cotidiana, afortunadamente, han terminado”, señala la estrategia, que describe las reservas de energía de la región como la “razón histórica” del interés norteamericano.
Agencia AFP y The New York Times
