El Día de San Nicolás de Bari se conmemora cada 6 de diciembre, una fecha que destaca la figura del obispo del siglo IV. Es considerado patrono de los niños, los marineros y los viajeros, recordado por su espíritu generoso y compasivo. Se lo conoce por sus gestos de caridad y gracias a su costumbre de realizar regalos y preocupación por los más pequeños inspiró al personaje moderno de Santa Claus.

La historia de San Nicolás de Bari
Conocido también como San Nicolás de Mira, nació en el año 270 en Lucia, actual Turquía. El nombre “Nicolás” que proviene del griego refiere a “protector y defensor de los pueblos”. Perdió a sus padres tras una epidemia, por lo que heredó una fortuna que decidió compartir con los pobres. Inspirado por la fe, San Nicolás ingresó a un monasterio donde fue ordenado sacerdote y llevó a cabo peregrinaciones a Egipto y Palestina. Al retornar de estos viajes, se estableció en Mira, donde fue nombrado obispo.
Sin embargo, fue apresado por la persecución contra los cristianos. Mantuvo el cautiverio hasta el año 313, con el surgimiento del Edicto de Milán. Existen muchas historias que narran su bondad y devoción por ayudar a otros.
Es considerado el patrono de los niños, los marineros y los viajeros. Algunas de las causas justas en la que intervino fueron, tras experimentar una epifanía en un sueño, el pedido al emperador Constantino para liberar a tres soldados inocentes. Otras historias lo asocian a los marineros, a quienes auxilió durante una tormenta. En cuanto a los más pequeños, se dice que logró devolver la vida a tres niños.
San Nicolás de Bari murió el 6 de diciembre, aunque no se sabe con certeza si en 345 o 352. Sus restos descansan en Bari desde 1087, donde el pueblo recuerda el “Manna di S. Nicola”, la mirra que brotaba de su cuerpo y era considerada un signo de virtud. Con el tiempo su figura y cercanía con los más chicos condujo a la creación del personaje moderno que actualmente se conoce como Santa Claus, Papá Noel o en algunos países como San Nicolás.

Oración a San Nicolás de Bari
Como muchas otras figuras del catolicismo, San Nicolás de Bari cuenta con su propia Novena, una serie de rezos que se llevan a cabo durante nueve días para solicitar su intervención. Existen también otras oraciones para solicitar su ayuda:
¡Oh bienaventurado San Nicolás de Bari! A quien Dios ha glorificado con innumerables milagros, manifestando su voluntad de que acudamos a ti, en los momentos difíciles de nuestra vida, confiados en tu protección.
¡Oh portento de caridad! Al que acuden las familias, los pobres, los enfermos, los comerciantes, los empleados, los presos, los niños, las doncellas en peligro; yo, humildemente te pido me alcances la gracia que de ti espero, confiado en tu valiosísima protección, la que nunca niegas a tus devotos, para que favorecidos por tus bondades, cantemos una vez más las misericordias del Señor, y las maravillas de sus santos. ¡Providentísimo San Nicolás! No me abandones.
Amén
