
El castillo de Villamiel, restaurado recientemente y presentado como símbolo de las nuevas políticas de valorización del patrimonio rural, protagonizó la exposición de medidas que buscan transformar el turismo en Extremadura en un verdadero motor de desarrollo. Este referente fue escogido por el secretario general provincial del PSOE en Cáceres, Álvaro Sánchez Cotrina, durante su visita al Parque Nacional de Monfragüe, como eje de un programa enfocado en impulsar la economía regional a través de incentivos al consumo turístico y la recuperación de bienes históricos. Según informó el propio PSOE y recogieron diversos medios, la propuesta de los socialistas se articula en torno a dos grandes líneas: un plan de bonos turísticos para estimular el gasto y el movimiento de visitantes y una apuesta decidida por la rehabilitación de espacios rurales con relevancia patrimonial.
De acuerdo con la información difundida por el PSOE y plataformas informativas, Sánchez Cotrina defendió estas iniciativas tras criticar la respuesta del gobierno autonómico ante los daños ocasionados por los incendios del último verano y la gestión de la información sobre el turismo. El dirigente socialista acusó al consejero Abel Bautista, bajo la presidencia de María Guardiola, de alterar las cifras oficiales de ocupación turística, asegurando que la realidad contrastaba con datos que situaban la ocupación por encima del noventa por ciento, según se podía constatar en portales profesionales y herramientas especializadas. Además, el PSOE lamentó que la comunicación institucional resultó insuficiente para contrarrestar el daño en la reputación turística de la región, acentuado por la masiva difusión de imágenes y noticias relacionadas con los incendios en redes sociales y medios de turismo.
El plan de bonos turísticos que propone el PSOE toma como referencia experiencias implementadas en periodos de crisis, destacando su utilidad durante la pandemia al sostener la actividad y los ingresos de los negocios turísticos, según detalló el partido. El objetivo central radica en incrementar la llegada de visitantes tanto a ciudades como al entorno rural, e impulsar al mismo tiempo el consumo en establecimientos de hostelería, alojamiento y actividades asociadas al sector. El propio Sánchez Cotrina remarcó que el diseño de estos incentivos pretende distribuir de forma homogénea el flujo de viajeros durante todo el año, evitando la concentración de visitas en los meses de temporada alta y fomentando un volumen constante que permita mantener puestos de trabajo estables, según reprodujeron medios y la fuente oficial del partido.
En cuanto a la recuperación del patrimonio, la propuesta socialista busca coordinar esfuerzos entre administraciones locales, actores empresariales del sector y entidades privadas, en vistas a la rehabilitación tanto de construcciones históricas como de entornos naturales y bienes culturales. El PSOE señaló que esta estrategia persigue aumentar el atractivo regional, beneficiar especialmente a pequeñas localidades y posicionar al turismo rural como núcleo del desarrollo económico. Lugares como Zafra, Llerena, Monfragüe, la Sierra de San Pedro y Trujillo figuran dentro de las posibles áreas donde se aplicarían estas acciones, siempre que exista una asignación presupuestaria adecuada y planes estratégicos definidos, como subrayó el secretario provincial.
Además de estos ejes, el programa socialista contempla inversiones destinadas a mejorar la capacitación profesional en el sector turístico, ampliar infraestructuras específicas y reforzar la proyección de Extremadura en ferias y mercados internacionales. Según reiteró el propio Sánchez Cotrina y divulgó el PSOE, la valorización de conjuntos históricos y el fomento del turismo en zonas rurales se presentan como instrumentos para combatir la estacionalidad y asentar empleos de calidad, distribuidos de modo más equitativo a lo largo del año. El dirigente insistió en que la ausencia de políticas de apoyo tras los fuegos y la falta de presencia en eventos internacionales representan retrocesos en relación con la etapa anterior, que apostaba por una mayor visibilidad del destino extremeño en el mercado global.
El comunicado del PSOE y la cobertura mediática detallaron objetivos adicionales de este programa, entre los que destacan consolidar el turismo como sector estratégico, diversificar la base económica de Extremadura, fortalecer la identidad y el patrimonio regional, combatir la despoblación en áreas rurales, promover el retorno de antiguos residentes e incentivar la llegada de inversiones externas. Las medidas propuestas buscan, según la comunicación oficial del partido, responder de forma integral a los desafíos del sector y promover un desarrollo sostenible tanto a nivel económico como social y turístico. La agenda socialista situó estas acciones como prioridad para la próxima legislatura, con el propósito de que los beneficios del crecimiento alcanzasen tanto a grandes municipios como a pequeñas comunidades rurales.
Durante su visita al Parque Nacional de Monfragüe, Sánchez Cotrina resumió el enfoque del PSOE declarando que “Cuidar nuestros recursos turísticos es cuidar una industria fundamental para el desarrollo económico y social de nuestra tierra”. Según recogieron fuentes del partido y diferentes medios, el dirigente concluyó que la prosperidad del turismo en Extremadura depende de la cooperación multisectorial y de la puesta en marcha efectiva de incentivos y políticas públicas estructuradas, que permitan transformar los recursos patrimoniales y naturales en oportunidades sostenibles de progreso regional.
