El Banco Central (BCRA) anunció este lunes una reestructuración fundamental en la gestión del tipo de cambio oficial, una medida que comenzará a regir en enero de 2026. La entidad monetaria informó que el sistema de bandas cambiarias, que fija los límites de flotación del dólar, cambiará su mecanismo de actualización. El objetivo de esta nueva estrategia es acompañar la recuperación de la demanda de dinero y asegurar la acumulación de reservas internacionales, tal como lo solicitaba el mercado.
El anuncio del BCRA sobre las bandas cambiarias para 2026
El Banco Central determinó que a partir de enero de 2026, el piso y el techo de las bandas cambiarias se actualizarán todos los meses. La referencia para este ajuste será el último dato de inflación disponible.

Desde abril, el tipo de cambio oficial se mantuvo dentro de un esquema de bandas cuyo límite inferior y superior se actualizaban diariamente a un ritmo del 1% por ciento mensual. Ese porcentaje se encuentra por debajo de la evolución de la inflación. Por esta razón, el techo del precio del dólar era cada mes más bajo en términos reales.
Ahora, la autoridad monetaria definió que el límite superior de la banda cambiaria será más alto en términos reales. La entidad explicó esta decisión: “Dado que el ritmo de deslizamiento de las bandas no se ajusta por la inflación de Estados Unidos, el techo de la banda se incrementa en términos reales a lo largo del tiempo. Las bandas de flotación cambiaria seguirán cumpliendo la función de limitar el riesgo de movimientos extremos y abruptos en el tipo de cambio”.
La orientación de la política monetaria y la acumulación de reservas
El BCRA, presidido por Santiago Bausili, anticipó que comenzará un programa de acumulación de reservas internacionales. Esto se hará de acuerdo con la “evolución de la demanda de dinero” y la liquidez del mercado de cambios.
El manejo de la política monetaria se orientará a que la oferta acompañe la recuperación de la demanda de dinero. El BCRA prioriza el abastecimiento de esa demanda a través de la acumulación de reservas internacionales. La programación monetaria definirá una trayectoria consistente para los agregados monetarios. Esto permite compatibilizar el proceso de desinflación con la acumulación de reservas internacionales.
La entidad señaló en un comunicado: “El manejo de la política monetaria se orientará a que la oferta monetaria acompañe la recuperación de la demanda de dinero, priorizando su abastecimiento a través de la acumulación de reservas internacionales. La programación monetaria definirá una trayectoria consistente para los agregados monetarios que permita compatibilizar el proceso de desinflación con la acumulación de reservas internacionales”.
Proyecciones de compra de divisas
El BCRA adelantó escenarios sobre la posible compra de divisas durante el año próximo. Las proyecciones dependen de la oferta de divisas en el mercado local y del nivel de remonetización.
En el escenario base de remonetización, el incremento de la base monetaria pasará del 4,2% actual al 4,8% del PBI. Bajo estas condiciones, el BCRA podría comprar US$10.000 millones durante el año que viene.

La entidad consideró un escenario de aumento adicional de la demanda de dinero. Un incremento de la demanda de dinero de un 1% del PBI podría llevar las compras a USD 17.000 millones. Este nivel de compras se sujeta a la oferta de flujos de la balanza de pagos. No requerirá esfuerzos sostenidos de esterilización.
La participación acotada del Banco Central
El BCRA aclaró que su participación en el volumen diario operado en el mercado de cambios será limitada y sólo tendrá una participación del 5%. Además, podrá concretar compras en bloque. Estas operaciones se realizarán en situaciones donde las compras regulares podrían afectar el buen funcionamiento y la estabilidad del mercado.
La flexibilidad operativa se justifica en las significativas fluctuaciones del volumen comercializado diariamente en el mercado de cambios, consignó el comunicado de la autoridad monetaria. La entidad ejemplificó esta variabilidad: “En semanas recientes el volumen se redujo a un tercio, al pasar de un promedio de USD 600 millones diarios a un monto de alrededor de USD 200 millones (neto de operaciones de pase).»
Este contenido fue producido por un equipo de LA NACION con la asistencia de la IA a partir de un artículo firmado por Agustín Maza.
