De madrugada y en una jugada cronometrada, el Gobierno y Unión por la Patria lograron votar la integración de un organismo clave: la Auditoría General de la Nación (AGN). En representación de la Cámara de Diputados, el órgano de control quedará integrado por Mónica Almada, por La Libertad Avanza; Juan Forlón, por el kirchnerismo; y Pamela Calletti, aliada del gobernador salteño, Gustavo Sáenz.
Los tres representantes del Senado, en tanto, continúan vacantes.
La moción fue presentada por el jefe del bloque libertario, Gabriel Bornoroni, quien tomó la palabra inmediatamente después de la aprobación del Presupuesto 2026 y del proyecto de “Inocencia Fiscal”. No fue un movimiento improvisado: la estrategia había sido acordada de antemano con el espacio que conduce Germán Martínez. En conjunto, oficialismo y kirchnerismo reunieron más de 180 voluntades, un número holgado para avanzar sin obstáculos.
Los nombramientos se aprobaron con 186 votos afirmativos, sin rechazos y con tres abstenciones. Pro, la UCR y Provincias Unidas se retiraron del recinto para no convalidar lo que consideraron un atropello institucional.
Fin. pic.twitter.com/ka2f463KWc
— PRO Diputados (@prodiputados) December 18, 2025
El oficialismo asumió el costo político, pero se mostró previsor. Coordinó la votación una vez aseguradas las leyes que consideraba prioritarias -el Presupuesto y “Inocencia Fiscal”-, que habían contado con el acompañamiento de Pro, la UCR y otros aliados. Consumado ese objetivo, avanzó sobre un lugar que el año pasado, con otra conformación parlamentaria, había prometido a sus socios.
Con número y timing, el Gobierno avanzó en desmedro de sus aliados y, sobre todo, profundizó el quiebre con Mauricio Macri, que aspiraba a ubicar en la AGN a su exministro de Trabajo, Jorge Triaca.
El jefe del bloque de Pro en Diputados, Cristian Ritondo, reaccionó con visible enojo cuando se leyó la moción. Cuestionó con dureza la validez del procedimiento y advirtió que los nombramientos en la AGN no pueden tratarse en sesiones extraordinarias si el tema no está expresamente incluido en el decreto de convocatoria del Poder Ejecutivo. “¿En qué lugar dice que en extraordinarias se puede tratar un tema que no figura en el decreto? Solo se puede tratar una jura o la elección del presidente de la Cámara. Esto es inconstitucional”, lanzó desde su banca.
Y cerró con una advertencia directa -especialmente dirigida al titular del cuerpo, Martín Menem-: “Este bloque, Pro, que los viene sosteniendo hasta recién, va a ir a la Justicia para que se declare la inconstitucionalidad. Que quede claro que la falta de códigos, de respeto y de compromisos asumidos corre por cuenta de La Libertad Avanza y de quien preside esta Cámara”.
Parte del radicalismo también había aspirado a ese lugar para Mario Negri, pero tras la magra cosecha electoral su margen de negociación se redujo al mínimo. Algo similar ocurrió con el exdiputado Emilio Monzó, aliado de Miguel Pichetto y de los gobernadores de Provincias Unidas, hoy cada vez más distantes de Javier Milei.
El tercer lugar de la AGN quedó, en tanto, en manos de los gobernadores no peronistas cercanos a la Casa Rosada. En particular, el salteño Sáenz, que acompañó la totalidad del Presupuesto y logró ubicar en el organismo encargado del control externo de la administración pública a Calletti.
Desde la izquierda, Myriam Bregman denunció la maniobra. “No escuché hablar de esto, no se trató en Labor Parlamentaria. Tendrían que haber planteado un apartamiento del reglamento. No cumplieron nada. Empiezan a repartir carguitos porque están desesperados. Nunca vi algo más casta que lo que acaban de hacer”, lanzó.
Las advertencias sobre la negociación de los libertarios contaminaron el debate en el recinto. Maximiliano Ferraro, de la Coalición Cívica, habló de “transacciones” de una “transversalidad y longitud inimaginables”.
Lo alerté hace unas horas. En un ratito veremos las transacciones y “acuerdos” de una “transversalidad y longitud inimaginable”, y por supuesto que continuará en los próximos días con el boletín oficial y ATN. pic.twitter.com/bRU8RO3xEq
— maxi ferraro 🎗️ (@maxiferraro) December 18, 2025
La votación fue la pieza final de una jugada diseñada para cerrar las mayorías que le permitieron al Gobierno aprobar un Presupuesto recortado y el proyecto de Inocencia Fiscal, con el que busca captar los dólares “debajo del colchón” y reforzar las reservas.
Los nuevos auditores
Almada es abogada, con pasado en el radicalismo y en Pro. Con la llegada de Javier Milei a la Casa Rosada se incorporó al equipo de Luis Caputo en el Ministerio de Economía, donde hasta hoy estuvo al frente de la Unidad de Articulación Estratégica de Áreas Económicas y Productivas. En el oficialismo la identifican como una dirigente que responde a Eduardo “Lule” Menem, según señalaron a LA NACION.
Forlón es un abogado santacruceño con trayectoria durante los gobiernos kirchneristas: fue titular del Banco Nación y ya ocupó un lugar en la AGN. De bajo perfil público pero con peso político, es considerado un amigo de la infancia de Máximo Kirchner.
Calletti, también abogada, es una dirigente de extrema confianza de Sáenz. Hasta el 10 de diciembre se desempeñó como diputada nacional y, durante la gestión de Juan Manuel Urtubey, ocupó cargos clave en la provincia de Salta, entre ellos los de ministra de Justicia, ministra de Derechos Humanos y Justicia y fiscal de Estado.
