El gobierno encabezado por Nicolás Maduro indicó que la acumulación de bloqueos y sanciones estadounidenses busca forzar el acceso extranjero a los recursos naturales de Venezuela, especialmente en el sector petrolero, según reseñó Europa Press. Esta percepción de hostilidad ha motivado a las autoridades venezolanas a recurrir a instancias internacionales: Caracas anunció la inminente presentación de una denuncia formal contra Washington ante la Organización de Naciones Unidas (ONU), en reacción a la reciente decisión de la Casa Blanca de restringir la actividad de buques sancionados relacionados con el comercio petrolero venezolano.
De acuerdo con información publicada por Europa Press, la vicepresidenta Delcy Rodríguez informó que el Ejecutivo instruyó a su representante en la ONU para oficializar la denuncia. Las autoridades venezolanas calificaron de “violación grave” del Derecho Internacional las medidas estadounidenses, especialmente por afectar la libre navegación y el libre comercio. La postura gubernamental, detallada en un comunicado difundido a través de Telegram y reportada por Europa Press, resaltó que el origen de las sanciones se encuentra en lo que consideran una apropiación ilegítima de los recursos estratégicos del país sudamericano.
La decisión de Caracas surge poco después de que el presidente estadounidense, Donald Trump, anunciara nuevas restricciones y advirtiera sobre un refuerzo en las presiones contra Venezuela. Trump declaró, según citó Europa Press, que el país sudamericano está “completamente rodeado de la mayor Armada jamás reunida en la historia del continente” y anticipó que el impacto de las acciones estadounidenses “será algo nunca visto, hasta que devuelvan a Estados Unidos todo el petróleo, las tierras y otros activos que nos robaron anteriormente”. Según el mandatario, tales medidas se justifican por presuntas actividades ilícitas del gobierno de Maduro, incluyendo acusaciones de terrorismo, narcotráfico y trata de personas.
El medio Europa Press detalló que el texto oficial difundido por las autoridades venezolanas calificó de “grotescas” las declaraciones del presidente estadounidense. El gobierno de Maduro reiteró que Venezuela “jamás volverá a ser colonia de imperio ni de poder extranjero alguno” y aseguró que no aceptará que sus riquezas nacionales sean tratadas como propiedad ajena. A su vez, el Ejecutivo venezolano denunció lo que describe como “gigantescas campañas de mentiras y manipulaciones” por parte de Washington, destinadas a socavar la soberanía nacional y a legitimar una política intervencionista.
Caracas sostiene que el endurecimiento de sanciones y bloqueos vulnera no solo la autodeterminación venezolana, sino también el marco normativo internacional conferido por la Carta de la ONU. El gobierno venezolano remarcó, según Europa Press, su intención de ejercer plenamente la libertad, la soberanía y la jurisdicción nacional a través de los canales diplomáticos disponibles. Paralelamente, las autoridades no descartan implementar nuevas iniciativas diplomáticas para contrarrestar lo que consideran una escalada promovida desde el extranjero.
Según publicó Europa Press, la respuesta de Venezuela incluye un llamado dirigido a la comunidad internacional para sumarse en el rechazo contra la política estadounidense. Las autoridades solicitaron la activación de todos los mecanismos multilaterales y diplomáticos para frenar cualquier tentativa de injerencia o imposición externa que pueda afectar la integridad de los recursos nacionales del país.
La reciente decisión de calificar oficialmente al régimen venezolano como organización terrorista por parte del Ejecutivo estadounidense y las restricciones adicionales al comercio y navegación ligados a Venezuela han marcado otra fase del aislamiento diplomático experimentado por Caracas, consignó Europa Press. Para el gobierno venezolano, estos hechos se enmarcan en una estrategia diseñada para debilitar su posición internacional y allanar el terreno a una intervención más profunda en los asuntos internos.
El traslado del caso ante Naciones Unidas, tal como informaron las autoridades venezolanas y recogió Europa Press, representa un paso adicional dentro de la respuesta estratégica del Ejecutivo de Maduro frente al aumento de presión desde Estados Unidos. El objetivo declarado es garantizar la protección de la soberanía venezolana y conseguir respaldo de gobiernos y organismos aliados en el escenario internacional.
Las relaciones entre Caracas y Washington permanecen tensas, con nuevos episodios de sanciones, declaraciones cruzadas y medidas de presión e incidencia global. El gobierno de Maduro enfatiza que la defensa de los recursos y la autonomía nacional constituye uno de los ejes de su política exterior, mientras el gobierno estadounidense sostiene su postura justificada por supuestas irregularidades y delitos atribuidos a las autoridades venezolanas. Según reiteró Europa Press, la denuncia ante la ONU apunta a reforzar el discurso internacional de resistencia venezolana ante aquellas acciones catalogadas de coloniales e intervencionistas.
