Tras la última crisis relacionada con el exsecretario de Organización del PSOE, Santos Cerdán, se ha agudizado la presión interna dentro de la coalición de Gobierno, situando en el centro del debate la capacidad del Ejecutivo para recomponer la estabilidad política y avanzar en la agenda común. En este contexto, el coordinador de Izquierda Unida, Antonio Maíllo, ha subrayado la preocupación generada por los recientes escándalos que han afectado al Partido Socialista, al tiempo que ha denunciado lo que considera una respuesta insuficiente por parte de la dirección socialista. Según informó el medio original, Maíllo y otros líderes de Sumar sostienen que la reacción institucional tras la comparecencia del presidente Pedro Sánchez no respondió en la medida esperada, dejando sin resolver el malestar de los socios de coalición y sin restaurar la confianza necesaria para encarar los retos del Ejecutivo.
El encuentro previsto entre el PSOE y Sumar, reportó el medio, está programado para este viernes aunque la fecha no ha sido cerrada de forma definitiva. A diferencia de anteriores reuniones, el cónclave no contará con la presencia de ministros y quedará circunscrito a secretarios de organización y otros responsables de las direcciones de ambos partidos, una decisión que marca un contraste notable con otras citas recientes de seguimiento de la coalición, cuando sí participaron altos cargos del Gabinete. El formato responde a la urgencia manifestada en los últimos días por Sumar y por formaciones aliadas con carteras ministeriales, como Movimiento Sumar, Más Madrid, Comunes e IU; todas han coincidido en la necesidad de convocar una reunión que permita afrontar la crisis de confianza emergida tras las investigaciones sobre presunta corrupción y acoso sexual en el PSOE.
La fuente destacó que las explicaciones ofrecidas por Pedro Sánchez sobre los casos bajo pesquisa no bastaron, a ojos de Sumar, para transmitir la contundencia institucional que exigen tanto los socios como la opinión pública. Desde Sumar, se sostiene que la gravedad de la situación deriva no sólo de la naturaleza de los casos, sino también de una gestión política por parte del Partido Socialista que no ha conseguido neutralizar el desgaste del Ejecutivo ni responder a las demandas de sus aliados. Tal como detalló el medio, Sumar exige respuestas más sólidas y un proceso de diálogo serio que permita revitalizar el acuerdo de coalición firmado al inicio de la legislatura.
IU, según reportó el medio original, ha insistido en la importancia de alcanzar consensos “constructivos” fundamentados en la lealtad y la transparencia, a fin de impulsar las políticas sociales comprometidas y consolidar la estabilidad gubernamental durante el ciclo político en curso. La posición de Sumar se articula en torno a una crítica que asocia la “parálisis” actual del Gobierno a la falta de impulso en la acción política socialista y al incumplimiento de compromisos en materia social. Los dirigentes de Sumar han subrayado que el contexto de investigación y las tensiones en el PSOE requieren de un espacio de negociación interna capaz de restablecer la colaboración estratégica y revertir el desgaste institucional percibido, según consignó el medio.
El cónclave cobra especial significado por tratarse de la primera cita formal de las direcciones de los partidos coaligados tras la crisis vinculada al exsecretario Santos Cerdán. A diferencia del formato adoptado en la última crisis del verano, en la que participaron integrantes del Ejecutivo como María Jesús Montero y Félix Bolaños por parte del PSOE y Ernest Urtasun desde Sumar, en esta ocasión se ha optado por una rebaja en el rango de representación. Tal como informó la fuente, esta rebaja ha motivado disconformidad en sectores de Sumar, que hubieran preferido una interlocución a mayor nivel para reflejar con exactitud la gravedad del momento. No obstante, la convocatoria mantiene la intención de generar una vía de diálogo entre las direcciones partidistas y de reactivar la hoja de ruta social y política del Ejecutivo.
La petición de un encuentro con presencia de ministros fue reiterada en los días previos por Sumar y sus aliados dentro del Gobierno. La decisión de limitar la reunión a responsables orgánicos, respondió el medio, ha generado críticas entre quienes consideran que la gravedad institucional exige una interlocución directa entre los máximos responsables del Ejecutivo. IU justificó la reunión al reivindicar la necesidad de fortalecer la acción del Gobierno e intensificar las políticas sociales, actualizando los compromisos políticos y sociales asumidos tras la investidura.
Las formaciones de Sumar centran ahora sus expectativas en que la reunión establezca las bases para superar el momento de crisis y restaurar el clima de entendimiento interno. El objetivo prioritario, según explicó el medio de origen, es reactivar la agenda compartida del Gobierno, dotando al Ejecutivo de mayor estabilidad y capacidad de gestión frente a las dificultades de la legislatura. La resolución de la convocatoria en favor de un formato orgánico se interpreta como la búsqueda de una solución negociada que permita desbloquear la sensación de inmovilismo y aumentar la colaboración entre socios.
El medio también consignó que el contexto actual, marcado por las denuncias que afectan al PSOE, ha reforzado el argumento dentro de Sumar de que la coalición requiere mayor determinación institucional. Las próximas semanas se esperan determinantes en el desarrollo de las relaciones intra gubernamentales, en tanto los acuerdos o desencuentros que surjan de esta reunión incidirán directamente sobre la gobernabilidad y la agenda de prioridades durante lo que resta de la legislatura.
