Rodrigo Rey: “Una protesta solo sirve si es con todos los jugadores”

admin

El disparador más interesante de la entrevista no lo propuso este cronista, sino un niño de 10 años que semanalmente acude a sus sesiones de fonoaudiología. “Preguntale cuánto tiempo tardó en decir bien la erre”, fue su consulta para el arquero de Independiente, pero principalmente para ese hombre de 34 años con una dificultad en el habla. “Qué genial -responde Rodrigo Rey-, los chicos siempre poniendo las cosas en su lugar. ¿Cómo se llama?”.

-Franco.

-Bien, Franco le da sentido a lo que yo me propuse. Él me mandó una pregunta que no tiene nada que ver con el fútbol. Te podría haber dicho ‘preguntale qué se siente taparle un mano a mano a Fulano o qué me pasa al jugar en una cancha llena’, pero no, quiso saber algo que nada tiene que ver con el fútbol, y eso está buenísimo porque Franco entendió que yo soy algo más que un jugador de fútbol. Que hay algo más. Que soy una persona que puede tener la misma dificultad que él tiene hoy. Ahí toda la demencia del fútbol baja a tierra y se convierte en algo realmente importante.

Rodrigo interroga con una mirada amable. Nunca pierde la conexión visual y cuida el peso de cada palabra. No importa que algunas lleguen entrecortadas por su disfluencia en el habla, lo relevante es su significado. “De chico, me castigaba más yo que el entorno por mi manera de hablar. Era mi presión interna por querer hablar de manera más fluida. Y cuanto más insistía, más me frustraba y menos me expresa. En la escuela siempre fui un chico responsable, me gustaba tener buenas notas, y rendir bien… Pero claro, mis clases orales eran un desastre… Yo sabía, había estudiado, pero no podía expresarme bien, entonces me ponía más nervioso, me frustraba, me trababa más… Hasta que me dije: ‘Yo quiero buenas notas, quiero que entre lo que estudio y mis notas haya un correlato’… Entonces tomé una decisión: ‘Yo soy esto. A mi forma de hablar, le puedo agregar muchísima riqueza en el contenido’. Desde ahí decidí que iba a vivir de esa forma y fue en esa época, a los 10/11 años que deje de ir a la fonoaudióloga. ‘Yo puedo hacerlo y decido hacerlo así’, me dije”.

“Los futbolistas no somos conscientes del peso de nuestra figura pública”, subraya Rodrigo

Este es Rodrigo Rey. La persona, más allá del arquero que le quitó a Calos Goyén el récord de partidos consecutivos en Independiente. “Vivo así, yendo al frente y mostrándome como soy, en una clase oral, en esta entrevista, en las arengas en el grupo antes de los partidos. Te doy lo que tengo, soy este. No hay por qué reprimirse ni limitarse. Es lo que hablo con gente que quizás tiene una disfluencia más marcada que la mía, que no se animan o se reservan más. A ellos les digo: ‘¿Sabés la cantidad de reuniones en las que he estado y cuando dicen ‘quién quiere decir algo’ hablo yo y nadie más…?’ En definitiva, lo que vale es lo que hagas con la herramienta que vos tenés. Hay gente que habla bien, pero no puede redondear una idea, o directamente no dice cosas interesantes. Mi manera de ayudar, justamente es… hablando. Con mi silencio no hubiese ayudado a nadie. Limitarse por una condición es muy malo”, subraya. Y siente que es escuchado.

-¿El fútbol es particularmente cruel?

-Sí, pasó y pasa… Los escucho: Tartamuuuuuudooo… y sí. Pero quien lo grita se está describiendo, y habla muy mal de él. Yo podría plantarme y pelearme con todos lo que me gritan algo, pero no, prefiero verlo así: se están definiendo con su conducta. No vale la pena porque es ponerse a la altura del agresor. Claro, lo dice un Rodrigo ya de 34 años que pasó experiencias de todo tipo, que pensó y tomó esta decisión. Hay que salir a buscar estar bien. O te reprimís, pero te vas a perder un montón de vivencias, o decidís vivir como sos.

Rey en el aire, con el escudo de Independiente en la plenitud de su carrera

Rey creció en la categoría ’91 de River. La misma de Germán Pezzella, los mellizos Funes Mori, Mauro Díaz, el ‘Tucu’ Pereyra… “Lindo equipo teníamos. Llegaron muchos a Primera, y mantengo con varios relación hasta el día de hoy. Pasé años muy lindos en River, me crié en el club, llegué con 13 años y me fui con 20/21. Viví en la pensión, hice la secundaria, fui alcanzapelotas, me colé en varios recitales y de los buenos, como los Rolling, Bon Jovi… jajaja. Viví todo lo que vive un juvenil hasta llegar, aunque después no me iba a tocar que fuera en River”, relata. Fue a préstamo a Newell´s, donde debutó en Primera en 2012. No se afirmó.

¿Y después? Godoy Cruz, PAOK Salónica de Grecia, Pachuca, de nuevo Godoy Cruz y Gimnasia LP. Y la plenitud, ya en la madurez de Independiente. Donde dio el salto, deportivo y de visibilidad al transformarse en bandera de la lucha por los niños con TEA (Trastorno del Espectro Autista). Rodrigo, padre de Renata y Benicio, tomó un rol muy activo en octubre de 2024 cuando un colegio de City Bell les negó a sus hijos renovar la matrícula para el curso lectivo del año siguiente. El caso se judicializó, tuvo una medida cautelar primero y el mes pasado llegó el fallo que obliga a la continuidad de los programas de escolaridad inclusiva. Con ajustes y adaptaciones, pero con la prohibición de exclusión.

-No fue tu búsqueda, claro, pero te volviste popular…

-Puede ser… qué se yo. Sí, creo, que estas situaciones te muestran humano, cuando al jugador de fútbol generalmente se lo personifica como alguien de cristal, o frivolizado. Alguien que juega al fútbol y no le importa más nada, o que no se involucra porque tiene la vida resuelta. Y siempre atada la valorización que lo demás tengan de vos al resultado, porque si ganás vas a servir y si no ganás, no. Pero todo esto demuestra, me demostró, que se pueden hacer muchas cosas por el otro sin el resultado en el medio. Se le puede alegrar el día a una persona, o regalarle una esperanza, más allá del resultado. Con los nenes, especialmente, para que ellos vean que todo no termina en ganar o perder. El fútbol es una fuerza que excede el resultado. Ir detrás de valores, buscar defender una idea también te hace bueno. No es bueno solo el que ataja penales o convierte goles.

-¿Intuías este poder de penetración desde el fútbol?

-Me sorprendió porque se abren caminos impensados. La cantidad de padres, de nenes que se me han acercado para contarme que empezaron a hacer tal o cual cosa, que se sienten mucho mejor, que fueron escuchados… Nunca pensé que iba a suceder algo así. Hoy comprendí que, si hablo del tema, puedo darle una mano a alguien. Pero cuando empezó todo esto, no, no creía que se podía desatar un movimiento tan fuerte.

-¿El futbolista no repara en su poder de llegada?

-Todo esto surgió luego de un clásico de La Plata [junio 2022], cuando tuve un cruce con algunos rivales de Estudiantes porque ellos creían que yo me estaba burlando de sus hinchas y en realidad me había defendido de todo lo que me habían gritado. Al día siguiente me llamó un medio y me preguntó si quería dar una nota para hablar al respecto. Llamé a un amigo, que es pastor en los Estados Unidos, y le dije: ‘¿Qué hago con esto?’ Desde ese día supe que tenía dos caminos: o decía que no y en 10 días el tema se iba a olvidar, o usaba lo sucedido como un propósito y lograba que trascendiera. Y salí a hablar, pero no para señalar al otro, sino para contar lo que se vive desde este lado. Desde entonces se suscitó todo esto. A veces el futbolista no mide la importancia que tiene su figura y sus acciones. Ser futbolista, hoy, por las redes sociales y por cómo se comporta la sociedad, no es solamente jugar al fútbol. Vos podés transmitir muchas cosas sin siquiera hablar, sino con hechos y gestos hasta dentro de la cancha: cómo te manejás con los rivales, con el árbitro, con la hinchada rival. Vos vas bajando línea todo el tiempo con tu conducta. A todo esto, el futbolista, todavía no está adaptado. Bueno, algunos sí, y otros no. Pero se podrían hacer muchas más cosas. No somos conscientes del peso de nuestra figura pública, y yo tampoco lo era hasta que me pasó. Lo viví y lo entendí. Ese día del clásico de La Plata decidí “entro acá”.

-¿Habrá valido la pena su paso por el fútbol si el día de mañana nadie te recuerda como arquero pero sí por esta labor?

-Lo que vale la pena, por encima de todo, es vivir una vida en la que vos vayas atrás de tus valores. Ser genuino, y en ese camino ir siempre a fondo. Yo vivo así. El reconocimiento externo no me deja pleno, como sí la tranquilidad de ser consecuente entre lo que digo y lo que hago. Los títulos deportivos son lindos, claro, pero duran un suspiro. Para mí, trascender es otra cosa.

-¿Cuál fue la íntima sensación familiar tras el fallo?

-La satisfacción más grande fue sentir que valió la pena. Empezamos esto porque nos pusieron en un lugar incómodo, cuando el colegio nos mandó una carta documento, entonces tuvimos que ir hacia ese ámbito. Y con el miedo de dos padres que nunca habíamos estado en un lugar así, pero con la firmeza de que nosotros íbamos a defender a nuestros hijos a muerte. Y fuimos detrás de eso sin saber si íbamos a tener la aprobación, que finalmente tuvimos, o indiferencia o rechazo. El fallo sentó un precedente para un montón de personas, no solamente para la familia Rey. A raíz de que el tema se puso en agenda nacional, otras personas se sintieron con la fuerza de poder levantar su voz. En el trayecto surgieron dudas, claro, pero nunca dejamos que ningún tipo de interés manchase nuestra búsqueda; se nos acercaros algunos, pero les dijimos gracias. Fuimos detrás de esos valores que son los que les transmitimos a nuestros chicos.

Rodrigo Rey, su hijo Benicio y Emiliano Martínez compartieron una grabación especial para concientizar sobre el autismo

Rodrigo estuvo en la selección… sí, y con Messi. O mejor… contra Messi. “Jugaba en la Sub 20 de Walter Perazzo y la mayor se preparaba para el Mundial de Sudáfrica 2010, con Diego [Maradona] de técnico. Éramos sparrings… Y en una práctica llovía mucho, la cancha estaba muy rápida, quedó una pelota dividida y yo me tiré y fui con todo abajo: Messi llegó con lo justo, yo patiné y trabamos fuerte y la imagen que todavía tengo es la de él volando por arriba mío… Y se calentó, mal… me puteó, claro, las puteadas del fútbol. Y me agarraron enseguida mis compañeros… ‘Rodrigo, ¿qué estás haciendo, con qué necesidad?… Dejale que le pegue y listo’. Pero nuestro puesto es así, no podés dudar, sentís que te están por hacer un gol y vos vas de cabeza y ni pensás a quién tenés enfrente. Solo lo puede entender un arquero, porque solo un arquero sabe lo que te duele que te hagan un gol”.

En 2011, Rey participó del Mundial Sub 20 en Colombia: el titular fue Esteban Andrada, suplente Rey y como tercer arquero, ‘Dibu’ Martínez. La Argentina perdió por penales en los cuartos de final contra Portugal.

-Mañana le podrás decir a tus nietos que Messi no te pudo hacer un gol…

-En esa práctica, en esa no me hizo… Pero en otras, y cuando hacíamos prácticas de remates, de tiros libres… ¡sabés las veces que la fui a buscar adentro! Desde cerca, Messi es todavía más Messi. En un partido, quizás, él no puede expresar toda la técnica y la dinámica y la inteligencia que tiene porque el juego pide otra cosa, por las fricciones, los cortes. Pero en un reducido o en remates al arco es él, puro, y es único. Desde cerca en una práctica te sorprende mucho más.

-¿Últimamente se ha revalorizado el puesto de arquero?

-Mirándolo desde afuera siempre es extraño entender a los arqueros… Partiendo de la base que todo el mundo quiere jugar para hacer goles y nosotros elegimos el puesto de evitarlos. Vamos en contra de la norma, somos el antihéroe. Pero yo disfruto mucho más de todo lo bueno que tiene el puesto que de esa parte cruel, negativa. El error es parte del juego, es imposible hacer todo bien en una cancha de fútbol, pero el error del arquero es imposible de disimular o compartir. Es tuyo solo. Es cierto que en estos tiempos, por todo lo que generó la selección vía los penales, y encima el Dibu fue protagonista directo de la gesta, se revolucionó esa empatía desde el público con el puesto. Especialmente desde los más chicos, que son los que aman sin prejuicios. Si ellos ponen a alguien como su ídolo, van atrás de él siempre, y te bancan y se compran el short, las camisetas y los guantes y no pasa nada si atajás bien o te hacen tres goles. Los chicos son incondicionales. Antes no veías tanto fanatismo hacia un puesto donde nos encargamos de arruinar lo más lindo que tiene el fútbol, que son los goles.

Rey ya entró en la historia de los Rojos: tiene el récord de partidos consecutivos que antes pertenecía a Carlos Goyén

-¿Por qué creés que te aprecian tanto en Independiente?

-Bueno, me proponés interpretar el sentimiento de otros. Es más fácil hablar de lo que siente uno… ¿pero lo que sienten los demás? Mirá, yo vivo dándolo todo, y ya sé que es una frase medio chiché, pero lo mío es real. Yo entrego todo lo que tengo para el club en el que juego. Si tengo que jugar con una mano fisurada, ya lo hice; si tengo un dedo roto o un esguince de tobillo, he jugado igual. Vivo el fútbol de esa forma. La mejor manera de representar una camiseta es así, siendo profesional las 24 horas del día. Y creo que eso, en algún punto, es lo que desde el otro lado percibieron. Entiendo que los hinchas vieron a alguien que siempre hará lo posible para que salga todo bien. A veces lo logramos, otras no, pero nota que el compromiso es innegociable.

-Fue frustrante el 2025 para Independiente…

-La tristeza fue no haber podido sostener durante todo el año la talla de equipo competitivo que sí ofrecimos en el primer semestre. Es el segundo semestre fuimos otros. Es cierto que estuvimos cargados de cosas extrafutbolísticas, extrañas o poco habituales, y eso repercutió. Mirá… de las cosas malas que te pasan en el fútbol, en la vida, lo único que te queda es aprender. Si te pasa algo malo y no aprendés, perdiste dos veces. No nos puede volver a pasar. Cada uno, desde su autocrítica, verá qué debe hacer mejor porque este es un trabajo en equipo. Cada uno debe aportar el 100% para que los objetivos se cumplan. Y todos son todos, jugadores, el staff técnico, la dirigencia. Los que vamos a la cancha somos nosotros, sí, pero este es un conjunto. Tenemos que apuntar a hacernos muy fuertes como en el primer semestre. Debemos volver a ser fuertes desde la convicción, con una voluntad máxima durante toda la temporada.

-Con el paso del tiempo, ¿cómo digeriste el escándalo con Universidad de Chile en la Copa Sudamericana?

-Las competencias internacionales son la motivación máxima. Y en la Sudamericana estábamos bien, nos acercábamos a las instancias finales… y de repente nos quedamos sin nada sin jugar. Los hechos sobrepasaron toda razón. En el momento hubo mucho ruido, y esa noche, en medio de todo eso, no llegás a percibir bien la dimensión, pero al pasar el tiempo… Repasás la gente que fue con el propósito de hacerle daño al otro, y la reacción, y los controles que fallaron, y las responsabilidades… fue gravísimo. ¡Pero gravísimo! Quedará marcado en la historia del fútbol como una mancha. Lo que siguió al despropósito fue totalmente injusto, me refiero a las decisiones que se tomaron. El conflicto fue generado por las hinchadas de los dos clubes, y el sentido común indicaba que la responsabilidad fue de todos. O se resolvía el partido en la cancha, o las sanciones les caían a todos. Las sanciones no fueron ejemplares, no estuvieron a la altura del escándalo.

Rodrigo armó su equipo ideal... y se puso en el arco, con Messi, Neymar, Mbappé... Asoma un entrenador que ya está cursando la carrera en la escuela de Menotti

Le gusta el básquetbol a Rodrigo Rey. Y además, en los ratos libres otro fútbol lo llama. “Desde hace un tiempito le tomé el gusto a la NFL, al futbol americano… Me empezó a gustar cuando lo entendí. De vacaciones en los Estados Unidos, ponía la TV y había partidos a toda hora, y no entendía nada. Entonces me dije: ‘A este fenómeno hay que entenderlo, ¿qué tiene este deporte que lo consume tan masivamente un país?’ Busqué las reglas, aprendí… hasta que dije, ‘¡claro, ojo, esto está bueno!’ Ya me vi todas las series que hay en Netflix, sigo las campañas, en el Kansas City Chiefs juega Patrick Mahomes, el mejor quarterback, o mariscal de campo, de la historia… y los sigo a ellos. Me atrapó”.

Claro que el fútbol nuestro es una debilidad. Un imán. Como esas fichas sobre la pizarra que apenas descubre lo invitan a convertirse en entrenador. Las mueve para todos lados y arma su equipo ideal: “Al arco voy yo, porque siempre querré jugar. Después, Zanetti, Cuti Romero, Otamendi y Lisandro Martínez; al medio Iniesta, Busquets y Xavi; y arriba Messi con Mbappé y Neymar. Bien, ¿no? Me gusta, ya estoy haciendo el curso de técnico en la escuela de Menotti. Estoy preparándome para mañana, para cuando toquen las oportunidades”, revela.

-¿Qué sensaciones te despierta el fútbol argentino, adentro y afuera de la cancha?

-Por mi forma de vivir el fútbol, yo lo amo. Me gusta mucho, hasta con todos sus déficits. Si hablamos de su grado de dificultad, de la necesidad de prepararte siempre al límite porque cualquiera le gana a cualquiera… es apasionante. A mí me gusta el desafío de tener que superar todo el tiempo las adversidades. Me motiva. La liga argentina es única por sus dificultades. He jugado en otros países y hay partidos que pueden ser abiertos, terminan 3-3, 4-2, y hasta pueden parecer un show por momentos porque se busca el entretenimiento. Yo quiero esfuerzo. En Grecia jugábamos cuatro clubes, y los demás ya sabían que solo competían por el quinto lugar. Lo que pasa adentro de la cancha en la Argentina, me gusta.

-Te desafía la exigencia. Pero hay un fútbol argentino donde se entregan títulos en torneos que nunca se jugaron…

-Sí, sí, claro, y mis reacciones son idénticas a las de la gente que observa este deporte… Es sentido común… ‘¿Por qué así?’, te preguntás. Si se puede hacer de una manera prolija, desde el comienzo de la temporada, con claridad, especialmente para que después no se genere un ruido de sospechas alrededor del fútbol argentino. Porque se lo ve desprolijo, sí, y eso no está bueno. Mientras, adentro de la cancha es un fútbol de elite, vienen jugadores de los mejores clubes del mundo y acá les cuesta. Hablás con ellos y te dicen ‘el ritmo es muy alto, corren todos para todos lados…’ Tenemos una liga muy competitiva, pero falta que el contexto sea prolijo, porque de lo contrario se mancha todo.

“Falta que el contexto sea prolijo porque de lo contrario se mancha todo”, analiza Rodrigo Rey sobre la actualidad que rodea al fútbol argentino

-En esa dirección, The New York Times le dedicó un artículo a la gestión Tapia. Allí puede leerse que “ha dañado la reputación del fútbol argentino…”

-Claro, la óptica se detiene ahí, no se va a posar en que el último es capaz de ganarle al primero. Y para la mirada externa, caemos todos, vamos todos a la misma bolsa. Y en el mundo, nuestra liga queda vista así. Y es una pena. Un chico de 20 años que se destaca en la liga argentina es bueno de verdad. Si alguien se destaca bajo este contexto y exigencia, puede instalarse en cualquier lado. Y el caso más reciente es el de Mastantuono. Todo este contexto le quita prolijidad, orden y prestigio a nuestra liga.

-¿Y por qué los jugadores no alzan la voz?

-Si bien somos los futbolistas los que practicamos este deporte, no somos los que manejamos este sistema. Y no te alcanza con que se junten tres, cuatro o cinco… Si es una protesta, debe ser con todos. Todos o nadie. Y ahí te encontrás con diferentes puntos de vista, diferentes miradas… Somos todos distintos, y donde haya uno que no esté de acuerdo, ya no sirve. Es todos o nadie. Y cuando digo todos hablo de todos los jugadores argentinos, no solo los del fútbol argentino. Bielsa dijo una vez que el fútbol es de los hinchas, y es verdad. Ellos son los que exigen y obligan a los dirigentes a armar equipos más competitivos y eso mueve más y más dinero. Ahí tenés una masa muy poderosa, con voz y voto.

-La gente se está cansando…

-… El hincha se tiene que expresar con lo que siente y por lo que ve porque es la liga que ellos consumen. Tienen libertad para expresar lo que sienten. Ojalá todo lo que está pasando sirva para aprender, para espantar las sospechas porque es feo lo que está sucediendo.

Facebook Comments Box

Deja un comentario

Next Post

El Gobierno habilitó la realización de “microeventos” pagos en el Parque Nacional Iguazú

A través de una resolución publicada este lunes en el Boletín Oficial, el Gobierno autorizó la realización de “microeventos” pagos en determinadas áreas del Parque Nacional Iguazú que se organizan con las empresas concesionarias que prestan servicio en la reserva. La normativa establece que estos encuentros podrán contar con un […]
El Gobierno habilitó la realización de “microeventos” pagos en el Parque Nacional Iguazú
error: Content is protected !!