BRUSELAS.– La Unión Europea (UE) reaccionó con firmeza este miércoles a las sanciones anunciadas por el gobierno de Estados Unidos contra cinco ciudadanos europeos, entre ellos el excomisario francés Thierry Breton, a quienes Washington prohibió el ingreso al país bajo la acusación de promover la censura de plataformas digitales estadounidenses. Desde Bruselas, la medida fue calificada como “injustificada”, “desproporcionada” y contraria al espíritu de cooperación transatlántica, mientras que varias capitales europeas denunciaron un intento de intimidación frente a la regulación tecnológica del bloque.
En un comunicado oficial, la Comisión Europea informó que solicitó aclaraciones formales a las autoridades estadounidenses y advirtió que, si fuera necesario, responderá “rápida y decididamente” para proteger la autonomía regulatoria de la Unión. “Nuestras normas digitales garantizan unas condiciones seguras, justas y equitativas para todas las empresas y se aplican de manera imparcial y sin discriminación”, subrayó el Ejecutivo comunitario, en referencia a la Ley de Servicios Digitales (DSA), eje del conflicto.
La respuesta europea llegó luego de que el Departamento de Estado norteamericano anunciara restricciones de visado contra Thierry Breton —excomisario de Mercado Interior y principal impulsor de la regulación digital europea— y contra cuatro referentes de organizaciones civiles que luchan contra el odio y la desinformación en línea en Gran Bretaña y Alemania. Según Washington, los sancionados habrían intentado “coaccionar” a plataformas estadounidenses para silenciar puntos de vista con los que no estaban de acuerdo.
For far too long, ideologues in Europe have led organized efforts to coerce American platforms to punish American viewpoints they oppose. The Trump Administration will no longer tolerate these egregious acts of extraterritorial censorship.
Today, @StateDept will take steps to…
— Secretary Marco Rubio (@SecRubio) December 23, 2025
El secretario de Estado, Marco Rubio, sostuvo que “durante demasiado tiempo, ideólogos en Europa lideraron esfuerzos organizados para imponer censura extraterritorial” y aseguró que la administración Trump “ya no tolerará estos actos atroces”. En línea con esa postura, el Departamento de Estado describió a Breton como “la mente maestra” detrás de la DSA, una legislación que impone obligaciones estrictas a las grandes plataformas digitales en materia de moderación de contenidos, transparencia algorítmica y combate a la desinformación.
Desde Europa, la reacción fue inmediata y transversal. El presidente francés, Emmanuel Macron, afirmó que las sanciones estadounidenses “constituyen una intimidación y una coacción contra la soberanía digital europea” y recordó que la DSA fue aprobada mediante un proceso democrático, con el respaldo del Parlamento Europeo y de los 27 Estados miembros. “La Unión Europea no legisla bajo presión externa”, señalaron fuentes comunitarias.
France condemns the visa restriction measures taken by the United States against Thierry Breton and four other European figures.
These measures amount to intimidation and coercion aimed at undermining European digital sovereignty.…
— Emmanuel Macron (@EmmanuelMacron) December 24, 2025
Alemania calificó las medidas como “inaceptables” y expresó su apoyo explícito a las activistas alemanas afectadas. El Ministerio de Justicia sostuvo que “quien califica esto de censura tergiversa el sistema constitucional europeo” y remarcó que las normas que rigen el espacio digital en Europa “no se deciden en Washington”.
España, por su parte, defendió que contar con “un espacio digital seguro, libre de contenidos ilícitos y desinformación” es un valor fundamental para la democracia europea.
Thierry Breton respondió a las sanciones con un mensaje irónico en la red social X, donde se preguntó si “sopla de nuevo un viento de macartismo”, en alusión a la caza de brujas anticomunista en Estados Unidos durante la década de 1950. “Un recordatorio: el 90% del Parlamento Europeo, elegido democráticamente, y los 27 Estados miembros aprobaron por unanimidad la DSA”, escribió, antes de agregar: “A nuestros amigos estadounidenses: la censura no está donde piensan”.
Is McCarthy’s witch hunt back? 🧹
As a reminder: 90% of the European Parliament — our democratically elected body — and all 27 Member States unanimously voted the DSA 🇪🇺
To our American friends: “Censorship isn’t where you think it is.”
— Thierry Breton (@ThierryBreton) December 23, 2025
Las otras personas sancionadas son Imran Ahmed, fundador del Center for Countering Digital Hate (CCDH); Anna-Lena von Hodenberg y Josephine Ballon, de la organización alemana HateAid; y Clare Melford, directora del Global Disinformation Index (GDI). Las organizaciones afectadas denunciaron un “ataque autoritario a la libertad de expresión” y rechazaron las acusaciones de censura. HateAid aseguró que no se dejará intimidar por un gobierno que “utiliza el discurso de la libertad de expresión para silenciar a quienes defienden los derechos humanos”.
La ofensiva de Trump contra la regulación europea
El trasfondo del conflicto es la ofensiva de la administración Trump contra la regulación tecnológica europea, que considera una amenaza a la libertad de expresión y un perjuicio directo para las grandes empresas estadounidenses del sector.
Washington reaccionó con especial dureza tras la multa impuesta por la UE a la red social X, propiedad de Elon Musk, sancionada por incumplir las normas de la DSA. Rubio llegó a calificar esa penalización como un “ataque contra todas las plataformas tecnológicas estadounidenses y el pueblo estadounidense”.
Desde Bruselas rechazan de plano esa interpretación y recuerdan que la legislación se aplica por igual a todas las plataformas que operan en el mercado europeo, independientemente de su origen. La DSA apunta especialmente a los llamados “gatekeepers”, un grupo dominado por empresas estadounidenses como Meta, Google, Amazon, Apple y X, debido a su peso estructural en el ecosistema digital.
En su nueva Estrategia de Seguridad Nacional, la administración Trump advirtió sobre un supuesto “borrado civilizatorio” en Europa y cuestionó sin distinción políticas europeas en materia de tecnología, migración y soberanía política.
La Unión Europea reiteró su disposición al diálogo y a la negociación institucional. Sin embargo, dejó claro que la defensa de su marco regulatorio digital y de los derechos de sus ciudadanos “no está sujeta a negociación” y que cualquier intento de presión externa será respondido como un ataque directo a la soberanía del bloque.
Agencias AFP, AP y Reuters
