En 1853, Pedro Pascual Segura, entonces gobernador de la provincia de Mendoza, aprovechó las políticas de Domingo Faustino Sarmiento para desarrollar la industria vitivinícola en nuestro país e impulsó, mediante un proyecto de ley, la creación de la Quinta Normal y una Escuela de Agricultura. La presentación de esa normativa se realizó un 17 de abril y, por lo tanto, desde la entidad Wines of Argentina (1993) promovieron a nivel internacional el Día del Malbec, que tomó como base esa fecha histórica.
Para celebrar este día tan representativo para la cultura e identidad argentina, LA NACION conversó con tres emprendedores que proponen una manera distinta de disfrutar y conocer el vino. Dos de ellos se encuentran en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires y otro, a tan solo 45 minutos, convirtiéndose en opciones frescas, innovadoras y capaces de acercar esta bebida nacional en una jornada emblemática.
Overo Bar de Copas
Overo está ubicado en Nicaragua 4583, en el barrio porteño de Palermo Viejo. Con cuatro años y medio de vida, se convirtió en una de las propuestas más llamativas e innovadoras de la zona, que adoptó la idea de un club social que ofrece a sus clientes y socios más de 500 etiquetas de vinos producidos en todo el país.
El proyecto nació de la mano de Daniel Rigueras y Pol Lykan. El primero venía del mundo de la consultoría en software y el segundo había trabajado más de dos décadas como chef en un reconocido restaurante del barrio, Freud & Fahler. Sin embargo, ninguno estaba del todo convencido con lo que hacía. Así, entre charlas de vecinos y las visitas de Daniel al local de Pol, surgió la idea de crear un club para amantes del vino.
El contexto en el que le dieron forma fue en 2020, al comienzo de la pandemia de Coronavirus que obligó a gran parte de los argentinos a quedarse en casa. A finales de ese mismo año, con la situación un poco más controlada, inauguraron Overo, un espacio cálido y acogedor para que tanto amantes del vino como principiantes tengan su lugar favorito.
El objetivo fue claro: ofrecer vino argentino. “En el tiempo que llevamos, el club superó todas nuestras expectativas. Creamos dos mundos: un bar abierto al público y el club, que ya cuenta con casi 500 socios”, contó Rigueras.
La comida también es clave para acompañar al vino. Gracias a la experiencia de Lykan, se implementó un menú pensado en función de cada tipo de bebida. “La cocina la pensamos como un laboratorio, donde estudiamos qué ingrediente va mejor con cada vino”, explicó.
Que todas las etiquetas sean de producción argentina fue una decisión intencional, reconocieron, ya que buscan valorar el trabajo local, las historias y sueños de los emprendedores que arrancan con pequeños viñedos hasta quienes lograron reconocimiento fuera del país.
Overo se destaca porque, en sus tres plantas, ofrece experiencias únicas. Uno de los espacios más llamativos es su sala de cine. Además, tiene una cava donde se hacen catas y presentaciones de nuevos vinos, y una sala de reuniones con tocadiscos. Pero la joya de la corona es la terraza, donde se puede ver el atardecer porteño en un lugar seguro y acogedor, frente a Plaza Armenia.
Para festejar el Día del Malbec, el club diseñó un recorrido por el país que incluye Mendoza, La Rioja y Salta, con platos inspirados en esas regiones (cordero, quesos y carne vacuna). El menú estará acompañado por tres copas distintas de Malbec de Bodega Catena Zapata, como forma de homenajear esta jornada especial.
Bodega Gamboa
Ubicada entre Campana y Los Cardales, esta bodega y viñedo ofrece a sus visitantes un entorno natural, rodeado de árboles, en una colina que alcanza los 14 metros en su punto más alto. Si vas desde la Ciudad de Buenos Aires, podés llegar por la Autopista Panamericana y luego tomar la Ruta 9. La distancia es de 65 kilómetros.
Eduardo Tuite, oriundo de Venado Tuerto (Santa Fe), es hijo de productores agropecuarios. A los 18 años vino a estudiar Turismo a la Capital. Con el tiempo, y ya recibido como Operador Turístico orientado al ámbito internacional, sintió la necesidad de volver a sus raíces, o al menos mantener el contacto con la naturaleza.
Sabía que quería producir vino, aunque su experiencia era solo como consumidor. Pero hace 15 años dio el primer paso y compró un terreno en Las Pedreras, donde comenzó la plantación de tres cepas, acordes al terruño local.
La creación de Gamboa, a tan solo una hora de la ciudad, fue intencional: quería que tanto turistas extranjeros como locales pudieran vivir una experiencia similar a la mendocina, pero en el campo pampeano. “Cuando llegué a este campo, me enamoré. Está rodeado por la Reserva Otamendi, y entre el punto más bajo y el más alto hay 14 metros. Desde lo alto ves todo verde. Aunque es una zona suburbana, siempre tenés vista al verde, hay bosques nativos y una quebrada con un laguito”, describió Tuite.
Con más de una década de trayectoria y la elaboración del vino Gamboa — con Pinot Noir (94 puntos del MW), Malbec y Cabernet Franc —, la bodega también ofrece visitas guiadas por el predio y la posibilidad de almorzar en Casa Gamboa, un restaurante que abre de martes a domingos de 11 a 17 hs.
Además, ofrecen el proyecto Mi Finca, donde cada persona puede adquirir una parcela, y ellos se encargan de la producción, etiquetado y logística del vino. En fechas especiales realizan eventos únicos, como el Encuentro Federal del Vino. El año pasado celebraron los vinos argentinos de bodegas con dueños suizos, e invitaron al embajador de Suiza. Este año planean hacer lo mismo, pero con Austria.
“Buscamos armar una linda comunidad, gente que disfruta del vino, de la naturaleza, de lo mismo que nos motivó a hacer este proyecto”, concluyó Tuite.
Para el Día del Malbec, Gamboa organizó un festival de música clásica, donde los fanáticos del vino podrán acercarse a degustar esta cepa elaborada allí mismo.
Amores Tintos
Este bar de vinos tiene dos sucursales en la Ciudad de Buenos Aires: una en Soler 4202 y otra en Gorriti 4202. Fue fundado en 2020, en plena pandemia, por Carlos Fuchs, su esposa y sus tres hijos. Pese al contexto, lograron superar el desafío y hoy son uno de los sitios de este estilo más visitados de la capital.
El secreto de Amores Tintos está en la forma de servir el vino, que desde sus inicios se volvió una atracción. Gracias a un proceso innovador, utilizan un sistema de vino tirado, similar al de la cerveza artesanal.
“En octubre de 2018, una resolución del Instituto Nacional de Viticultura permitió el envasado del vino en barriles de acero inoxidable, los mismos que se usan para la cerveza. Cuando me enteré, pensé: ‘¡wow!‘. Porque una de las ventajas de la cerveza es que el consumidor puede probar distintos estilos antes de elegir, y con el vino no pasa eso”, recordó Fuchs, quien vio ahí una oportunidad.
Aunque ya tenía contacto con el mundo del vino — trabajaba como Director Comercial en una conservera de Mendoza —, en 2019 decidió abrir un bar de vino tirado junto a su familia. El 14 de enero de 2020 inauguraron el primero. Dos meses después, la pandemia los obligó a reinventarse para sostener el negocio.
A finales de ese año, con menos restricciones, Amores Tintos retomó su impulso inicial. Además, sumaron un menú variado y sofisticado para acompañar la experiencia.
“Todo lo que hacemos tiene una vueltita de rosca para que sea superlativo. El vino tirado ya te trae al bar. Pero si eso no te sorprende, te sorprendemos con algo más. Y la gastronomía está muy por encima de lo que es un bar”, aseguró Fuchs.
En el local de Gorriti — el primero — instalaron 20 canillas con distintos vinos nacionales, seleccionados por Carlos, que busca dar visibilidad a bodegas chicas. En la sede de Soler, sumaron 26 canillas.
Las degustaciones son gratuitas, permitiendo a los clientes probar antes de elegir. Hoy, ambos locales son parte de la identidad de Villa Crespo: espacios cálidos, familiares y alegres, donde se valora el amor por el vino sin excluir a nadie por no conocer su proceso de producción. Esa “impronta” y esa “muestra de amor” son, según Fuchs, los pilares del emprendimiento.
Para el Día del Malbec, ofrecen una copa de cortesía. Si bien la estrella será esta cepa, también se podrá elegir entre otras variedades, para que cada uno disfrute a su manera.