“‘Vamo’ a ganar la Champions, en el Maracaná”, canta la hinchada de Boca Juniors en la Bombonerita. Es 8 de abril y el equipo está pronto a derrotar a Oberá Tenis Club por la Liga Nacional (LNB) para seguir mirando a todos desde arriba en la tabla de posiciones. Aunque todavía faltaban 10 días para ir por el objetivo más importante del año, la cabeza ya estaba en Río de Janeiro, donde desde juega el Final Four de la Basketball Champions League Américas con el sueño de conquistar América por primera vez en su historia. Quizás el más consciente, aunque se dice inconsciente, de lo grande que es lo que el xeneize fue a buscar a Brasil es el joven entrenador Gonzalo Pérez, quien maneja la misma ansiedad que los fanáticos, pero debe mantener la calam porque su misión es capitanear a puerto seguro un barco lleno de figuras construido para levantar la Copa Libertadores del básquetbol, el trofeo que tanto anhela el club en el fútbol y que, ahora, lo tiene ante sí en el deporte que más alegrías le dio a la institución desde que la preside Juan Román Riquelme.
Horas antes de volar a Brasil, donde este viernes enfrenta desde las 18.10 a Instituto de Córdoba en el estadio Maracanãzinho por una de las semifinales de la BCLA -la otra la protagonizarán el Flamengo de Sergio ‘Oveja’ Hernández y Franca, ambos de Brasil-, el ‘Pola’ recibió a LA NACION en la Bombonerita y destacó lo importante que es el objetivo que tienen por delante, que de obtenerlo por primera vez en la historia, además, clasificará al conjunto azul y oro a la Copa Intercontinental. Además, habló de la expectativa que hay, de cómo se maneja la presión y la gran apuesta que hizo la entidad para conformar el mejor plantel del país.
¿Cómo llegan al Final Four y, especialmente, al partido vs. Instituto?
-Llegamos bien, el equipo está en un buen momento. Tuvimos la suerte de tener una semana completa de entrenamientos para preparar el partido, poner la cabeza en lo que se viene que es algo muy grande como equipo y para la institución que nunca estuvo en esta instancia. Va a ser duro, un partido que se definirá por detalles y hay que estar tranquilos. Instituto es un rival al que le tenemos máximo respeto, con el que nos conocemos mucho y nos preparamos de la mejor manera.
-¿Se puede ajustar algo la última semana?
-Siempre se puede ajustar. Nuestra Liga Nacional es muy dura y muchas veces no tenes el tiempo para entrenar lo que a uno le gustaría y se ajusta con video. En este caso tuvimos días para entrenar y ajustar, para agregar cosas nuevas y preparar mejor el partido. Creo que siempre se puede ajustar y mejorar.
-¿Cuánto influye el hecho de haberse enfrentado en partidos decisivos?
-Mucho. Somos dos equipos que nos conocemos mucho, pero eso no dice nada. Lo hablamos, sabemos que tuvimos la buena fortuna de los últimos partidos que jugamos esta temporada y en la final de la LNB pasada de tener saldo positivo, pero esto va a ser diferente. Tenemos que estar enfocados en el trabajo porque es un rival que exige.
Instituto es un rival al que le tenemos máximo respeto, nos conocemos mucho
Gonzalo Pérez, entrenador de Boca Juniors
-El haber ganado antes, ¿puede relajar a los jugadores?
-Puede pasar. Pero fueron partido muy reñidos, que se ganaron por detalles. En Rosario (N. de. R.: final de la Copa Súper 20) sacamos una diferencia, pero ellos achicaron. Ellos tienen una manera de jugar y una intensidad que les sacas una diferencia y vuelven al partido rápido. El respeto que le tenemos a Instituto como equipo nos hace estar enfocados. Tenemos un equipo súper profesional y sabemos que el partido más importante es este viernes. Debemos estar enfocados los 40 minutos para llegar a la final de América, que sería algo grande de verdad.
-¿Se piensa más allá de Instituto?
-La verdad que no. Tenemos la cabeza puesta en Instituto. Le dije al plantel que el de este viernes es el partido más importante del año. No miramos más allá, tenemos un trabajo de seis meses realizado en el que el contenido que abarcamos está preparado para enfrentar a cualquier rival. Hoy solo pensamos en Instituto, que va a ser un partido duro y difícil.
-En lo personal, ¿cómo viviste la semana previa al Final Four?
-Hablé con el cuerpo técnico el manejo de la ansiedad. Soy una persona del club, soy un entrenador joven que me pasaron muchas cosas buenas en poco tiempo. Trabajo mucho para que me suceda, creo en las causalidades y que el trabajo te lleva hasta lugares. Hay que estar tranquilo y sigo teniendo ese grado de inconsciencia de no pensar más allá de que es un partido de básquet súper importante y uno se prepara de otra manera. Aunque digan que se preparan siempre igual, es mentira porque es un partido diferente. Me deja muy tranquilo cómo trabaja el equipo e intento estar entretenido para no sobrepensar, que a veces complica.
-¿Hay presión en Boca?
-La presión es de uno, nosotros creemos que estamos haciendo un trabajo buenísimo y sería bueno coronarlo. Hubo dos títulos en juego y los ganamos y estamos en el Final Four de la BCLA. Con la dirigencia, a principio de la temporada, teníamos previsto estar en todas las definiciones y lo estamos consiguiendo. La ilusión que tenemos es grandísima, el laburo que está haciendo el equipo es buenísimo y tenemos el deseo de jugar la final de la BCLA. Y si llegamos a la final vamos a querer ir por más.
-¿Cómo se vive puertas adentro del club este presente y la posibilidad de ganar la Copa Libertadores de básquetbol?
-La Champions es la Libertadores del fútbol, es algo grande. La gente en la cancha está muy ilusionada con el equipo porque respondió. Cuando se genera esa expectativa es porque estamos demostrando que podemos. Después son 40 minutos con un rival enfrente, pero seguro que la expetativa es alta, se nota en el club, te lo hacen sentir. Tenemos un apoyo descomunal de la dirigencia, de Alejandro Desimone (N. de R.: vocal titular de la Comisión Directiva y presidente del Departamento de Básquetbol de Boca) y de toda la gente. Estamos convencidos de que podemos dar ese pasito de estar en la final y soñar en grande, que para eso nos preparamos.
Estamos convencidos de que podemos dar ese pasito de estar en la final y soñar en grande, que para eso nos preparamos
Gonzalo Pérez, entrenador de Boca
-Fue una apuesta muy fuerte la que hicieron: cambiaron jugadores que llevaron al club a ganar la LNB después de 17 años por otros más jóvenes, aunque de igual o más jerarquía…
-Los que estuvieron el año pasado son jugadores de jerarquía y que son una garantía. Hubo casos que fueron por negociaciones que no se dieron y otros, por cuestiones deportivas. Creo que la dirigencia de Boca junto al cuerpo técnico que comando yo hicimos un esfuerzo enorme y armamos un equipo increíble, con grandes figuras y grandes personas. El laburo de la dirigencia, especialmente el de Desimone, fue tremendo y tenemos un equipo buenísimo. Estoy muy contento con el equipo que tenemos y en cómo trabaja. Nuestra liga es muy exigente, se juegan muchos partidos por semana y sabíamos que íbamos a tener la BCLA, la Supercopa y el Súper 20, además de la Liga Nacional. Siempre está bueno tener un plantel joven y largo a disposición para jugar. Estoy feliz por el equipo que tenemos.
-¿Cuánto tiene que ver lo económico y cuánto el convencimiento a los jugadores para conformar un equipo competitivo?
-Obviamente es súper importante lo económico porque esto es profesional y es un trabajo, los jugadores juegan por dinero. Es importante la apuesta del club con el apoyo de toda la dirigencia con eso. Y después Boca tiene varios aspectos a favor: la estructura de trabajo en todas las áreas con grandes profesionales; la ciudad influye mucho; y el Mundo Boca es algo increíble, el apoyo que tenemos de la gente de jugar todos los partidos a cancha llena es increíble. Son factores que seduce a los jugadores.
Gonzalo Pérez tiene apenas 31 años y, como todo chico, soñó con ser un deportista profesional y luchó por ello en las inferiores de Boca. Pero cuando todavía era un adolescente, a los 17, notó que no le iba a alcanzar y se empezó a vincular con la actividad desde otro lado. Aquel chico que llegó a secar el piso de la cancha cuando el xeneize jugaba partidos de la Liga Nacional (LNB) se volcó a la formación de jugadores y el entrenamiento. Días atrás superó un año al frente del equipo sensanción del básquetbol argentino.
-¿Dan ganás de entrar a la cancha a jugar?
-No, está terminada esa etapa. Me di cuenta de bastante chico y a tiempo que lo mío no era estar adentro de la cancha. Yo jugué hasta los 17 años en Boca, hasta que en un momento la cabeza iba más rápido que el cuerpo. El club tiene una cantera de lujo que coordina Juan Pablo Fernández y entrena mucho tiempo. Entrenaba todos los días cuatro horas y no iba a ser jugador de básquet, puse el foco en ser entrenador, colaborar y laburar con los más chicos. Creo que fue un acierto.
-¿Cómo arrancaste a jugar y qué relación tenés con el deporte más allá de ser entrenador?
-Mis hermanas jugaban al básquet y arranqué por ellas. Fue mi pasión desde chiquito, soy bastante obsesivo con el básquet y paso las 24 horas alrededor de este deporte, partido que hay partido que miro. También intento desconectar un poco para estar lúcido para cuando me toca dirigir y entrenar el equipo.
-Cuando dejaste de jugar y te volcaste a la dirección técnica, ¿era un objetivo llegar a la primera división de Boca?
-Lo soñaba, pero lo veía como algo difícil. Estudiaba y me preparaba tanto que la ilusión de algún día ser el entrenador de Boca, estaba. Siempre era asistencia de categorías menores y no me conformaba con solo estar, yo quería ser. Es algo muy grande ser el DT de Boca, con todos los entrenadores que pasaron y lo que representa la marca Boca. La dirigencia, con todo lo que apuesta, confió en un joven y soy un agradecido a Alejandro Desimone que le dio la chance a un chico del club de ser el entrenador de un equipo que apuesta por todo.
El intercambio siempre vuelve a su rol como entrenador del xeneize y a lo que se le viene. Es inevitable, el equipo está ante uno de los duelos más importantes de su historia, sino el más, porque nunca ante llegó entre los cuatro mejores del continente, sin tener en cuenta a la NBA.
-¿Cómo manejas un equipo con tantas figuras adentro y afuera de la cancha?
-Lo que prevalece es la persona. Los jugadores tienen que estar bien, cómodos en el grupo y el equipo. Considero que si pasa eso, te va a dar un plus. También es importante tener los roles de cada uno en el equipo, trabajamos mucho en eso, hay momentos que se sale un poco de la línea y hay que manejarlo de nuevo. Eso hace que con el pasar de los partidos el equipo encuentre la línea. Me gusta hablar todo el tiempo con los jugadores y escucharlos. Tengo jugadores con mucha experiencia, algunos con más edad que yo y me gusta charlar con ellos, preguntarles qué sienten y hacerlos parte. Creo que con todas esas cosas el jugador se siente cómodo y bien. Ellos tienen la inteligencia de dejar el ego para ser protagonistas y el equipo está por arriba de todo.
-¿Qué hacen para mantener constantemente la guardia alta en una temporada tan larga y exigente?
-Boca nos contrata para pelear todo, para intentar estar lo más arriba posible. Tenemos el objetivo como equipo, además del rendimiento, del resultado. Otro factor es que tenemos un equipo largo. Un día puede tener un día malo uno y tenemos en el banco otro que lo puede reemplazar y hacer las cosas igual de bien que el que está de titular. Siempre le digo a los jugadores que todos los partidos son importantes y los jugadores me cargan con que ‘cuando hay un partido no importante’. Son personas y no están siempre a tope, por eso hay que entender cada situación. Hubo juegos que no estuvimos a la altura, ni enfocados ni concentrados, por la exigencia que tenemos. Está mal, pero hay que saber que hay momentos que una hay una relajación inconsciente.
Con el tiempo le voy a dar el valor que se merece a todo lo que estamos consiguiendo
Gonzalo Pérez, entrenador de Boca
-¿Se puede disfrutar?
-Si, siempre. A mí me cuesta un poco porque me pasaron muchas cosas buenas en poco tiempo y capaz que se gana y estoy pensando en el siguiente partido. Uno no se toma ese tiempo para disfrutar. Con el tiempo le voy a dar el valor que se merece a todo lo que estamos consiguiendo. A los jugadores les pasa lo mismo, no son robots, y cuando entran en esa relajación por ahí te toca tener un partido malo. Ganar es hermoso, se disfruta, y en esta vorágine con el tiempo nos vamos a dar cuenta de lo que conseguimos.
El ‘Pola’ quiere tener su máximo disfrute el próximo sábado, con el trofeo de la Basketball Champions League Américas en sus manos. Sabe que es “algo muy grande” y que está ante el desafío “mas importante” de su carrera y, muy probablemente Boca Juniors, el club que se obsesiona con la Copa Libertadores de fútbol y fue a Río de Janeiro a ser campeón de América en el Maracanãzinho.