Moscú, 21 ene (EFE).- Los bielorrusos comienzan este martes a votar por adelantado en los comicios presidenciales del próximo día 26, a los que se presenta a la reelección Alexandr Lukashenko, el mandatario europeo que lleva más tiempo en el poder y que busca un séptimo mandato presidencial.
Los colegios electorales para la votación anticipada, que se prolongará hasta el sábado, abrirán a las 12.00 hora local y cerrarán a las 19.00 horas (09.00 y 16.00 GMT, respectivamente).
Unos siete millones de bielorrusos son llamados a las urnas para elegir al jefe del Estado entre cinco candidatos, de los que sólo uno puede ser considerado crítico con las actuales autoridades.
Los sondeos oficiales aseguran que un 82,5 % de los bielorrusos está dispuesto a votar a Lukashenko, en el poder desde 1994.
Además, un 2,9 % apoyaría a otro candidato; un 7,9 % votaría en contra de todos -una opción contemplada por la legislación electoral- y un 6,7 % no participaría en los comicios.
La oposición en el exilio llamó a sus partidarios a votar en contra, ya que considera que en Bielorrusia no se pueden celebrar elecciones democráticas libres.
Además de Lukashenko, también concurren el líder comunista Serguéi Sirankov; el líder del Partido Republicano, Alexandr Jizhniak; el hijo de un histórico político bielorruso, Oleg Gaidukevich, y la abogada Anna Kanopátskaya, que ya concurrió hace cinco años.
Mientras los primeros tres son considerados candidatos técnicos, Kanopátskaya ha pedido a Lukashenko que ceda el poder y aboga por reformar el actual modelo autoritario por un sistema que permita la libertad de expresión y apoye la propiedad privada, al tiempo que ha pedido la liberación de los presos políticos.
Las autoridades electorales han prohibido fotografiar las papeletas, el método que precisamente permitió confirmar la falsificación de los resultados en las presidenciales de 2020, que provocaron las mayores protestas antigubernamentales en la historia de la antigua república soviética.
Por ese motivo, cientos de miles de personas, incluido muchos activistas opositores, se exiliaron y no podrán ejercer su derecho al voto, ya que las autoridades no han habilitado urnas en el extranjero, aduciendo motivos de seguridad.
Las potencias occidentales y las organizaciones de derechos humanos acusan a Lukashenko de lanzar desde agosto de 2020 una brutal campaña de represión que acabó con miles de personas en la cárcel, de las que más de un millar son considerados presos políticos.
Lukashenko, de 70 años, ha indultado desde mediados del pasado año a 250 personas en un intento, según la prensa independiente, de normalizar las relaciones con Occidente, que no le reconoce como legítimo presidente, de cara a la posguerra en Ucrania.
El presidente ruso, Vladímir Putin, deseó el domingo suerte a su homólogo bielorruso de cara a las elecciones.
Llamó por teléfono a Lukashenko con ocasión de la fiesta de la Epifanía ortodoxa, conversación en la que «los líderes confirmaron su compromiso mutuo para reforzar aún más la alianza y asociación estratégica entre ambos países», informó el Kremlin.
Rusia ofreció una inestimable ayuda a Lukashenko tras el estallido de protestas opositoras en 2020, en las que condenó las manifestaciones, concedió un crédito a Minsk y se mostró dispuesto a desplegar fuerzas rusas con el fin de restablecer el orden constitucional.
A cambio, Lukashenko cedió territorio bielorruso para que las tropas rusas pudieran invadir Ucrania en febrero de 2022 y después solicitó el emplazamiento de armas nucleares tácticas en un país que limita con tres miembros de la OTAN, Polonia, Letonia y Lituania.EFE